151 años del Decreto de Instrucción Pública, Gratuita y Obligatoria, Decreto 1.723

78 años antes de la adopción de Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuyo artículo 26, numeral 1, establece que:

Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuitamente, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos«

El 27 de junio de 1870, el gobierno de Antonio Guzmán Blanco, promulga el Decreto de Instrucción Pública, Gratuita y Obligatoria, decreto 1.723. El texto contiene 76 artículos o cláusulas, organizados en dos secciones y tal como lo recogen Abreu (2015) y Duarte (2008), el primero de ellos establece que una parte de la educación pública, será obligatoria:

La instrucción pública en Venezuela es de dos especies: obligatoria o necesaria, y libre o voluntaria

El segundo presenta como norma su obligatoriedad sin ningún tipo de discriminación, determina la responsabilidad del Estado en garantizarla de forma gratuita y establece las áreas generales de formación:

La instrucción obligatoria es aquella que la ley exige a todos los venezolanos de ambos sexos, y que los poderes públicos están en el deber de dar gratuita y preferentemente. Comprende por ahora los principios generales de moral, la lectura y la escritura del idioma patrio, la aritmética práctica, el sistema métrico y el Compendio de la Constitución federal”.

La norma de la gratuidad también se aplica a la educación voluntaria o libre, siempre que los entes del Estado estén en condiciones de hacerlo, tal como se expresa, en el tercer artículo o cláusula:

La instrucción libre abarca todos los demás conocimientos que los venezolanos quieran adquirir en los distintos ramos del saber humano. Esta especie de instrucción será ofrecida gratuitamente por los Poderes públicos en la extensión que les sea posible

Estas disposiciones que establecen obligaciones y gratuidad, tienen un complemento en el artículo o cláusula 5, involucrando a las familias en la responsabilidad y el financiamiento, que incluye la incorporación a las escuelas, cuando las familias no tengan los conocimientos o los recursos para la formación de los niños y jóvenes.

Todo padre, madre, tutor o persona a cuyo cargo esté un niño o niña mayor de siete años y menor de edad, está obligado a enseñarle los conocimientos necesarios o pagar un maestro que les enseñe, y en caso de no poder hacer ni una ni otra cosa, deberá mandarlo a la escuela pública del lugar

Así como una precisión del alcance de las responsabilidades de los entes del Estado, en el artículo o cláusula, 7:

«La Nación, los Estados y los Municipios están obligados a promover en sus respectivas jurisdicciones y por cuantos medios puedan, la instrucción primaria, creando y protegiendo el establecimiento de escuelas gratuitas en los poblados y en los campos, fijos y ambulantes, nocturnos y dominicales, de manera que los conocimientos obligatorios estén al alcance de todas las condiciones sociales

Por otra parte, el artículo o cláusula 10, establece la responsabilidad del Estado de apoyar y proteger las iniciativas, sean éstas provenientes del Poder Federal, o de iniciativas no gubernamentales:

Todo esfuerzo en beneficio de la instrucción primaria, sea de un individuo, de una asociación o del Poder Federal, será eficazmente secundado y protegido por las autoridades de los estados”.

Para garantizar la gratuidad, de forma complementaria y en relación a las escuelas primarias, en el artículo o cláusula 29 se crea un impuesto destinado a su financiamiento.

Se establece un impuesto nacional sobre la circulación de los valores en la forma que se expresará; y su producto íntegro se destina a la fundación y sostenimiento de escuelas primarias”.

Y para poder llegar a toda la población, el artículo o cláusula 20, establece:

Las escuelas primarias de niños o niñas serán fijas o ambulantes, las primeras se establecerán en las ciudades, villas o poblados y las segundas en los caseríos y en los campos”.

Así como, el artículo o cláusula 21, considera la existencia de escuelas de adultos, con horarios especiales, para ampliar el acceso a la educación esencial, para todos.

Las escuelas primarias de adultos pueden ser dominicales y nocturnas”.

Otro elemento a considerar del contenido de este decreto, es el trato a quienes ejercieran funciones en educación. En este caso, en los artículos o cláusulas 25 y 26, se establecen dos condiciones básicas de contratación: la pensión por jubilación (25) y recompensas extraordinarias derivadas de la cantidad de estudiantes formados (26).

Artículo o cláusula 25: “Todo preceptor o preceptora que enseñe por quince años consecutivos las primeras letras en las escuelas de la Nación obtendrá su jubilación y gozará durante su vida de una pensión igual al sueldo que disfrutaba y que se pagará de las rentas de instrucción primaria”.

Artículo o cláusula 26 “La Dirección nacional acordará recompensas extraordinarias a los profesores y profesoras que enseñen a mayor número de alumnos en un año”.

Como resultado de la promulgación del Decreto 1.723, de acuerdo a las fuentes consultadas: en 1873, de acuerdo a la reseña hecha en el Diccionario de Historia de Venezuela, existían 141 escuelas federales con 7.064 estudiantes y 251 escuelas municipales, con 8.017 y en 1885, las escuelas habían aumentado a 1.312 escuelas federales con 80.900 estudiantes y 645 escuelas municipales, con 18.556.

Referencias:

Abreu, A; (2015); Decreto De Instrucción Pública, Gratuita Y Obligatoria De Antonio Guzmán Blanco. Un Referente Histórico – Educativo (http://ojs.urbe.edu/index.php/redhecs/article/download/5/21?inline=1)

Duarte, J; (2008); La universidad católica de Bogotá y la formación de profesionales durante la regeneración 1884-1890, Revista Heurística, Saber-ULA. (http://www.saber.ula.ve/handle/123456789/21099)

La información del Diccionario de Historia de Venezuela, se puede ver en el siguiente enlace: https://bibliofep.fundacionempresaspolar.org/dhv/entradas/d/decreto-de-instruccion-publica-gratuita-y-obligatoria/

¿La cartografía incluirá las condiciones para el desarrollo del CFUE y el regreso a las escuelas?

De acuerdo a las instrucciones emanadas del ejecutivo, a partir de hoy 15 de junio, 202.243 «brigadistas» del Movimiento Somos Venezuela, dejarán la cuarentena para recorrer las comunidades, casa por casa, manteniendo las medidas sanitarias correspondientes, es decir, usando tapabocas, lentes y manteniendo las manos desinfectadas.

De acuerdo a la información oficial, dado que este «movimiento» es el utilizado por el ejecutivo de instrumentar la “cartografía social”, se supone que estarán levantando la información correspondiente. La denominada “cartografía social”, es un procedimiento para conocer y registrar las condiciones de vida de la población y la situación de los servicios públicos en las comunidades.

Ante este anuncio, tenemos unas preguntas:

  1. ¿El levantamiento del estatus de los servicios públicos, para las familias con miembros en edad escolar, dadas las características y variantes del programa Cada Familia Una Escuela (CFUE), incluye la disponibilidad de equipos, señal de televisión y radio, y conexión a Internet; así como el funcionamiento del transporte público en las comunidades?
  2. ¿Incluye esos mismos datos para las familias en las que hay docentes, directivos y supervisores de las escuelas?
  3. ¿El levantamiento del estatus de los servicios públicos, para las familias en las que uno de sus miembros es trabajador de una escuela, incluyendo a los que participan como procesadores en el PAE (con sus variantes regionales), contempla la verificación del funcionamiento del transporte público para su traslado diario, así como la disponibilidad de tapabocas y guantes para la realización de su trabajo?
  4. ¿Este levantamiento, incluye el conocimiento de las condiciones actuales de las escuelas, condiciones necesarias para instrumentar las actividades del CFUE, que corresponda realizar en las instalaciones de los planteles, con las variantes de cada caso, así como las que se requieren para la elaboración y distribucion del PAE, en las escuelas en las que se suministra?
  5. Y dado que, para el inicio del próximo año escolar (o para la continuación de las actividades de éste -si el MPPE reconociera que no se han podido cumplir alcanzar los aprendizajes con la calidad y la completitud requerida-), con clases presenciales o semi-presenciales, se requiere por una parte, tener a las escuelas en condiciones óptimas y por la otra, instrumentar una serie de medidas sanitarias, derivadas de la contingencia por el COVID-19, que implican inversión, tiempo y trabajo, ¿ese levantamiento, incluirá una evaluación detallada de las condiciones de infraestructura, servicios y equipamiento de cada una de las escuelas, así como un censo del personal docente existente y necesario?

En este último punto, es importante recordar que la mayoría de las escuelas se encuentran en un estado grave de deterioro, así como que, muchas de ellas están en zonas con importantes fallas en los servicios de agua, electricidad y transporte. Esta situación, además de la instrumentación de nuevas condiciones y procedimientos para evitar le contagio por el COVID-19, demanda que se programen con tiempo, las actividades y recursos necesarios, para garantizar que las escuelas se encuentren en condiciones óptimas para su desarrollo, cuando se retomen las actividades presenciales, en la combinación que se requiera.

Finalmente, y dada la actividad que arranca hoy, creemos que es importante llamar la atención de la ciudadanía en general, para que se cumplan las medidas sanitarias correspondientes, tanto por parte de los 202.243 «brigadistas» que se dedicarán a recorrer las comunidades, como de los miembros de las familias que interactúen con ellos y esperamos que el ejecutivo, provea a los participantes, de los insumos correspondientes para realizar ese trabajo, especialmente tapabocas, indumentaria y desinfectantes adecuados.

¿2 semanas garantizando, con éxito, el derecho a la educación en Venezuela?

La pandemia desencadenada por el Coronavirus 19, ha generado, una situación, sin precedentes, que implica un gran reto para la garantía del derecho a la educación, en todo el mundo.

En algunos casos, como en Venezuela, en el que la realización de ese derecho ya estaba altamente comprometida, el reto es mucho más grande.

Frente a ello, el ejecutivo suspendió las clases a partir del lunes 16 de marzo, a través de un anuncio hecho en cadena nacional el viernes 13. Eso sucedió a mitad del año escolar, faltando pocos días para el cierre de su segundo momento pedagógico (denominación utilizada para sustituir el término lapso).

En consecuencia, para dar continuidad al proceso educativo, el ministerio de educación, giró algunas instrucciones, entre ellas la creación del programa denominado “Cada Familia, Una Escuela”.

Ayer, una noticia publicada en el portal del ministerio de educación, afirma que ese plan se ha “desarrollado exitosamente en sus primeras 2 semanas”. Sin embargo, no es esa la información que tenemos de muchas regiones del país, ni la percepción que la ciudadanía tiene. (*)

En términos generales, lo que hemos recogido indica que hay mucha incertidumbre en las escuelas y en las familias sobre lo que implica el desarrollo del plan, qué debe hacer y cuáles son las responsabilidades de cada uno de los participantes, cómo debe desarrollarse el plan en las casas y cómo se establece la relación con el maestro y la escuela; también hay mucha inquietud y preocupación porque las comunicaciones no son efectivas, ni a través del programa de televisión, ni en los pocos documentos que circulan, así como tampoco en las comunicaciones parciales que se dan usando audios y textos, por los chats asociados a la red de supervisores de las zonas educativas.

Obviamente, la suspensión de clases, era una medida necesaria para evitar la propagación del virus, pero el lanzamiento del programa, ese o cualquier otro que se pudiera haber creado, y dado que en Venezuela no existen las condiciones para cambiar automáticamente de educación presencial a otra forma o modalidad, requería de dos acciones previas: una evaluación de condiciones y un diseño serio, completo y adecuado.

Estas acciones, que pueden ser progresivas e instrumentadas simultáneamente con otras, requieren tiempo, por lo que se supuso que el ministerio pudiera estar trabajando en ellas, sin interrumpir el año escolar, y en consecuencia, que existiera, claramente decretada, una etapa de adaptación, una especie de pausa sin interrupción, que permitiera adecuar el sistema y trabajar para que lo que sucediera garantizara el derecho a la educación para todos, sin discriminación de ningún tipo y con calidad. Eso es lo que esperaría que hiciera el ministerio, en lugar de apostar por mantener las fechas del calendario y “cumplir” con el cierre del período en curso,

Antes de seguir, es importante recalcar que, por los precedentes, incluyendo la pérdida de clases a raíz del apagón que afectó el año escolar pasado, el país sabe que el ministerio privilegia el cumplimiento de las fechas y la certificación, en lugar del aprendizaje. En efecto, en unas declaraciones recogidas por los responsables de prensa del MPPE el pasado 26, Aristóbulo Iztúriz afirmaba que «Este drama que ha ocurrido en el mundo se dio en medio del desarrollo educativo, culminando el segundo momento pedagógico, y nosotros estamos obligados a garantizarle al muchacho la validación de los estudios preservando su derecho a la salud y su derecho a la vida”. (**)

Obviamente, «validación de los estudios» se aproxima más a lo que se ha entendido en las dos últimas décadas en Venezuela por certificación de los aprendizajes, que en muchos casos, es automática y no necesariamente refleja la calidad y completitud de la formación desarrollada.

«Cada Familia, una Escuela», o ¿es lo mismo “tarea para la casa” que una combinación de “educación en casa”, con “educación a distancia”?

Es importante hacer notar, en primer lugar, que lo que se propuso, como programa, fue instrumentar una especie de combinación entre «educación a distancia» y «educación en casa», ambos alternativas con muy pocos, o sin precedentes, en la educación básica venezolana; y, en segundo lugar, que el proceso de instrumentación, arrancó con una instrucción que no pudo ser cumplida, que era la asistencia de los docentes a las escuelas el lunes 16, para diseñar alternativas y proponer estrategias que permitieran hacer realidad lo planteado como “Cada Familia, una Escuela”.

Como elemento de contexto, hay que decir, que esa instrucción, como tal, no podía ser cumplida, por tres razones fundamentales: la primera es la falta de condiciones para el traslado (ida y vuelta) y el trabajo de los docentes en las escuelas, especialmente, tomando en consideración las medidas de prevención necesarias, así como las fallas de transporte público y de gasolina en la mayor parte del país. (Eso, poniendo al margen, el resto de las condiciones de contexto que dificultaban la presencia y el trabajo de los docentes en las escuelas).

La segunda, la más importante para el desarrollo del programa, la inexistencia de un diseño general, de unas pautas pedagógicas que orientaran la transformación de un sistema en otro y que sirvieran de referencia para el trabajo que le correspondía desarrollar a los docentes. Hay que tener claro que no existe una forma de transformación automática de la educación presencial, desarrollada en las escuelas, a la educación a distancia y mucho menos, a la educación en casa.

Y la tercera, la de mayor peso para el desarrollo de la mencionada actividad, la falta de formación de los docentes tanto para desarrollar actividades de educación a distancia, como para desarrollarlas para un programa de educación en casa, mucho más si tenían que hacerlo de un día para otro.

Efectivamente, una cosa es que cada docente diseñe su planificación y la vaya ajustando a lo largo del año escolar, con un programa, unas pautas de trabajo y reglas de juego diseñadas previamente, y otra muy diferente es que más de medio millón de docentes (profesionales de la docencia y personas no profesionales ejerciendo funciones docentes, de acuerdo a la realidad actual del sistema educativo venezolano), cada uno en su escuela y con referencia en su aula, respondiendo a la diversidad de características y condiciones de las familias de sus estudiantes, diseñe la combinación a instrumentar, con las respectivas acciones de personalización de los aprendizajes, para ser desarrolladas en un programa de educación a distancia o en una alternativa de educación en casa.

Una dinámica como esa, hubiera tenido como consecuencia que, en el mejor de los casos, tomando en consideración las limitaciones de comunicación existentes, hubiéramos podido llegar a tener casi 30.000 variantes de dicha combinación, (asumiendo que la referencia sea el número de escuelas y no el número de secciones), con la imposibilidad de garantizar el éxito en su instrumentación y de poder evaluarlas para extraer de ellas, de su desarrollo y resultados, las características deseables y óptimas a generalizar, identificando también los ajustes necesarios, para lograr la combinación más adecuada para cada contexto y realidad.

A pesar de que la acción, con la que se pretendía descargar el peso del diseño en las escuelas y sus docentes, no pudo desarrollarse, el programa siguió su curso y ya lleva dos semanas de desarrollo, con pequeños retoques. En esta variante, el peso de la instrumentación, recae en las familias y toma de forma en un programa de televisión. Esto es así, salvo en aquellas zonas y comunidades, en las que tanto docentes como estudiantes, tengan equipos y medios de comunicación adecuados, para desarrollar alternativas de educación a distancia.

Desde la suspensión de clases, hasta ahora, se debería haber producido el tan necesario diseño y el ajuste progresivo de lo que se ha ido instrumentando, por parte del ministerio, sin embargo, hasta el momento, a pesar de algunos anuncios, tuits y notas de prensa que hacen referencia a algunas reuniones e intercambios para evaluar lo desarrollado y plantear propuestas de mejora, lo que hemos observado es el desarrollo precario del programa y que se ha mantenido el calendario escolar como si nada sucediera. (***)

¿Las condiciones previas garantizaban calidad en la educación?

Antes de continuar y para que quede más claro, lo que se está experimentando en  Venezuela, porque el sistema educativo no llegó a esta contingencia en óptimas condiciones, haremos un recuento de la situación, de forma puntual y lo más completo posible:

  1. Al momento de surgir el riesgo por el Coronavirus 19, en muchas partes del país había interrupciones de los servicios básicos, electricidad y agua, impidiendo el normal desenvolvimiento de la vida de las familias y de las actividades escolares, lo que comprometía y afectaba, la calidad, completitud y continuidad de la educación básica; así como la asistencia de los estudiantes que, en algunos casos faltaban a clases por no contar con agua en sus casas para lavar sus uniformes o para bañarse.
  2. Adicionalmente, las fallas en el sistema de transporte y en el suministro de gasolina, en muchas zonas del país, también comprometían la asistencia diaria de docentes y estudiantes a las escuelas. A lo que se suma que, en algunas zonas del país, no hay escuelas y mucho menos transporte escolar, por lo que los estudiantes y docentes, han dependido del transporte privado y público para poder mantenerse en el sistema. En algunos casos, el traslado se hace a pie, pero a ciertas distancias, esa no es una opción sostenible, y de hecho, afecta el rendimiento tanto de docentes como de estudiantes.
  3. Por otra parte, las condiciones de infraestructura y dotación de muchas escuelas, eran precarias, (situación agravada por la desaparición de un programa de mantenimiento y construcción de escuelas, con planificación y presupuesto, y el traslado de parte de esas responsabilidades y costos a las comunidades); las condiciones de trabajo y contratación de los docentes, así como los programas de formación oficial y los términos de incorporación al ejercicio, violaban las convenciones colectivas y lo establecido en el artículo 104 de la Constitución; los programas de estudio, así como los recursos e instrucciones pedagógicas producidos por el ministerio, no cumplían con un mínimo de calidad y tenían un sesgo ideológico, violando también lo establecido en el artículo 102 de la Constitución.
  4. En términos de servicios y condiciones, las fallas en el programa de alimentación escolar, que se considera complementario y parte de las condiciones para la realización del derecho a la educación, se agravaron por la falta de gas y las fallas en los servicios públicos en las escuelas, por la falta de dotación y no reposición o reparación de mobiliario y equipos, pero especialmente, por la disminución de la calidad, cantidad y recurrencia en la dotación de alimentos.
  5. De forma complementaria, la dotación de uniformes y útiles, así como de equipamiento informático, se producía con menor alcance y distribuida a lo largo del año escolar, afectando de forma diferencial, a los estudiantes.
  6. El calendario escolar tenía múltiples interrupciones, disminuyendo el tiempo, la calidad y continuidad de los aprendizajes, pero sin la instrumentación de ninguna medida de recuperación del tiempo perdido que no consistiera en comprimir las actividades en el mismo tiempo. Las interrupciones podían ser nacionales, regionales, locales, institucionales, o por aula, pero en ninguno de los casos, el ente rector planteaba soluciones, para su recuperación, diferentes a comprimir las actividades.
  7. La precaria evaluación del sistema, y en consecuencia, la ausencia de información sobre su desempeño, en todos sus niveles y dimensiones, generando una opacidad que impedía hacer ajustes oportunos, así como la participación de los actores del sistema y de los miembros de las comunidades en la toma de decisiones clave y en su regulación.
  8. La restricción de participación de los actores del sistema, también se vio afectada por la creación y formalización, de organizaciones paralelas a las naturales por sector, previamente existentes, para garantizar la afinidad partidista en las comunidades.
  9. Finalmente, las condiciones de comunicación asociadas al funcionamiento del sistema, conexión de internet y telefonía, eran precarias en todo el país, intermitentes o inexistentes en muchas zonas, lo que dificultaba tanto la comunicación del ministerio con la red de supervisores, como la consecuente secuencia de la comunicación de supervisores con directores, de directores con docentes y representantes, de docentes con sus estudiantes y con los representantes y de docentes, estudiantes y representantes, entre ellos, lo que impedía gestión cotidiana tanto del trabajo en equipo, como del desarrollo de coherencia en la gestión del sistema.

Esas, en términos muy generales, eran las condiciones pre-existentes al Coronavirus 19, en la educación básica en Venezuela.

Ante ellas, y especialmente, ante ellas en combinación con la ausencia de formación y mecanismos del sistema para la educación a distancia y el absoluto desconocimiento y precedentes de la educación en casa, el ministerio de educación, no podía tener como única alternativa crear un programa basado en esos dos conceptos, sin establecer un tiempo de diseño, preparación, adecuación e instrumentación del nuevo modelo, aunque ello implicara la modificación del calendario.

Pero, como ya se dijo previamente, consistente con la lógica desarrollada a lo largo de los años, el ministerio, optó nuevamente, por privilegiar las fechas y el otorgamiento de “certificaciones”, en lugar del aprendizaje y la calidad de la educación.

¿Qué es y hasta donde llega, “Cada Familia, una Escuela”?

El programa denominado “Cada Familia, una Escuela”, hasta el momento, consiste en el traslado a las familias, de la responsabilidad de facilitar el aprendizaje, sin proveer suficientes y adecuados recursos para ello, «acompañados» por un programa de televisión de 45 minutos de duración, en el que se presentan “pautas” para todos los niveles de educación básica, incorporando, adicionalmente, un segmento de educación especial. Y esperando que, en los casos en los que sea posible, es decir, que no estén afectados, por las precarias condiciones de comunicación, familias, estudiantes y docentes, puedan comunicarse de forma complementaria, por correo electrónico, chats o mensajes de texto.

Para su instrumentación, adicionalmente, desde el ministerio, se han enviado a las escuelas, a través de la red de supervisores, algunas pautas por chat (escritas o en audios), y en documentos digitales, breves e incompletos, para el propósito que, con ellos, se persigue. De hecho, el nivel de desarrollo, precisión y calidad de los componentes del programa, resultan insuficientes para garantizar el aprendizaje en una alternativa que parece estar en plena construcción, mientras se instrumenta, y que responde a una lógica muy diferente a la educación escolarizada y presencial.

Además, hasta el momento, la instrumentación de “Cada Familia, una Escuela”, parte de 10 premisas, no necesariamente ciertas:

  1. En todos los hogares del país, hay un televisor.
  2. A todos llega la señal de los canales en los que se transmite.
  3. En todos los hogares, hay luz a las horas en la que corresponde verlo.
  4. En todos los hogares hay miembros de la familia con conocimientos y capacidad para acompañar el aprendizaje de los estudiantes.
  5. El diseño del programa de televisión es adecuado y suficiente para cubrir las necesidades y contenidos de todos los niveles de educación básica, encada uno de sus grados, años, asignaturas y áreas.
  6. Los contenidos del programa de televisión son significativos y oportunos para todos y cada uno de los estudiantes.
  7. Hay materiales, equipos y recursos en cada casa para apoyar las actividades, investigaciones y realizar los ejercicios propuestos en el programa, así como para elaborar el portafolios. Eso incluye la existencia de una versión digital o en físico de los libros de la colección bicentenario, de la revista tricolor, y la existencia de computadoras o tablets canaimas.
  8. Las familias tienen recursos y medios para ir a las escuelas a buscar el PAE y para entregar el portafolios cuando se requiera.
  9. Las familias y los docentes tienen condiciones y medios para comunicarse.
  10. Los docentes y los directivos tienen condiciones y formación para desarrollar actividades de educación a distancia, para orientar a las familias sobre las actividades y dinámicas de la formación en casa y las familias tienen formación para facilitar los aprendizajes, sin la asistencia de los estudiantes a la escuela.

Efectivamente, la mayoría de esos supuestos no se cumplen. Muchos de los hogares no tienen acceso a internet y no todos los estudiantes y docentes, cuentan con una Canaima o una Tablet, no todos los hogares tienen televisión, algunos no tienen ni siquiera una radio y si la tienen, no necesariamente les llega la señal de las pocas emisoras que incluyen contenido educativo en su programación.

Para los hogares que no tienen acceso a internet, televisión o radio, la única forma de trabajar es con material impreso, y el programa Cada Familia, una Escuela, no contempla su diseño y producción, lo único que contempla es el uso de la colección bicentenario, que no es suficiente, ni para la realización de actividades en casa, asistidas por las familias, ni para la formación y orientación de los miembros de la familia, sobre como apoyar el aprendizaje de los estudiantes.

En muchas familias no hay personas que tengan el conocimiento y las competencias para orientar el aprendizaje de los estudiantes, más allá de lo que habían hecho hasta ahora, acompañándolos, mientras hacían las tareas que les mandaban para la casa.

Para estas familias, se requiere diseñar procesos de formación y acompañamiento, simultáneos al ejercicio de su rol, como los que se empleaban en el programa colombiano Escuela Nueva, para formar a no docentes, como tales, mientras ejercían en escuelas de acceso limitado.

Adicionalmente, para todos, incluyendo las familias con miembros que tengan, algunas o bastantes capacidades y competencias para poder orientar el aprendizaje de los estudiantes, se deben diseñar y proveer, materiales que tengan versiones digitales y físicas -para poder llegar hasta el hogar más alejado, en Venezuela-, que les permitan identificar las necesidades particulares del estudiante a su cargo, para que puedan apoyar la personalización de los procesos que es propia de la educación a distancia.

El diseño del programa de televisión, actualmente es inaceptable. Comenzando por el hecho de comprimir el trabajo de los docentes y profesores, de todos los niveles, en todas las disciplinas y áreas, de todos los grados y años, incluyendo la modalidad de educación especial y unas instrucciones generales, en 45 minutos, con segmentos que por su duración, no permiten que se desarrolle adecuadamente un contenido y que, para rematar, no se explique o indique ni a las familias, ni a los estudiantes, con detalle, lo que se espera que se aprenda en cada caso y qué es lo que concretamente debe incluir en el portafolios, como muestra de que el aprendizaje se realizó. De hecho, la experiencia en estas dos semanas, indica un precario diseño de guión general y un insuficiente e inadecuado diseño de guiones específicos para cada segmento, todo ello producto, probable e inicialmente, del corto tiempo de duración.

No basta con dar algunas pautas generales o enseñar como hacer un portafolios con material reciclado. Como recurso educativo, debería procurar brindar pautas que garanticen que las actividades se desarrollen en los hogares, de manera y con recursos adecuados.

De hecho, no se puede suponer, como se vio en una de las ediciones, que los estudiantes de bachillerato, aprenden a hacer mantenimiento preventivo de una tablet, porque se les muestre, por encima y a distancia, a un técnico, que cuenta con las herramientas e implementos necesarios, desarmando una y cambiándole la pantalla, lo que, en efecto, no es el tipo de mantenimiento que se dijo que se iba a enseñar.

Tampoco se puede interpretar como “pedagogía productiva” el hecho de decir a las familias que tienen que colectar semillas y darles algunas pautas sobre cómo conservarlas o sembrarlas; o dar una instrucción errada sobre lo cómo se logra crean un envasado al vacío que permita conservar alimentos. Eso, además de insuficiente, es inadecuado e inaceptable, para el ente que tiene como obligación garantizar educación de calidad en Venezuela.

Por otra parte, dado que se trata de toda la educación básica, que incluye 3 niveles, con complejidad y alcances muy diferentes, en lugar de un programa, deberían ofrecerse varios, diariamente, dirigidos específicamente a cada nivel, incluso, organizando los materiales, por años y grados, por áreas y asignaturas y por tipos de estrategias pedagógicas utilizadas. Y si se determina como necesario, debería existir un canal de televisión de uso exclusivo del sistema educativo, que permita ofrecer la diversidad y la calidad que este proceso requiere.

Pero, ¿qué se esperaría del Estado en un momento como éste?

En primer lugar, que estableciera un tiempo de adaptación y reconversión del sistema. Ese tiempo, obviamente no podría ser interpretado como una pausa sin actividades para los estudiantes, pero, implicaría una extensión del calendario escolar, que podría haberse empleado como un tiempo de reconocimiento, evaluación y repaso.

Reconocimiento de las condiciones de cada uno de los actores del sistema, en cuanto a sus capacidades y posibilidades para participar en el desarrollo de un nuevo modelo.

Evaluación de las condiciones reales de cada escuela y docente para el desarrollo de actividades de educación a distancia y las posibilidades reales de combinarla con la lógica de un sistema de educación en casa. (Evaluación necesaria, dadas las precarias condiciones de comunicación existentes, la ausencia de materiales y de formación de los docentes para desarrollar la educación a distancia; así como la ausencia de materiales y la falta de formación de las familias para la educación en casa).

Repaso de lo aprendido o trabajado a lo largo del año escolar, por los estudiantes, con sus familias, para aprovechar el tiempo, consolidar los aprendizajes y determinar los aspectos en los que hay que retomar lo ya visto en las escuelas, pero no aprendido, hasta el momento.

En segundo lugar, que durante el tiempo de adaptación y reconversión, el ministerio y las organizaciones del sistema, simultáneamente:

  1. Evaluaran la situación de las escuelas y los docentes, en términos del estatus del proceso de aprendizaje y cumplimiento de la planificación.
  2. Evaluaran las condiciones de cada sección para el desarrollo de actividades a distancia que incluyan el acompañamiento y apoyo a las familias y el monitoreo y apoyo a los estudiantes, comenzando por la formación real de cada docente y sus competencias para la enseñanza a distancia.
  3. Desarrollaran un proceso de evaluación y compilación de materiales didácticos de diversas fuentes, nacionales e internacionales, y formatos que puedan utilizarse, con una adaptación mínima, o sin requerir adaptación, en la nueva modalidad. (Esta compilación pudiera permitir el aprovechamiento de materiales audiovisuales y documentales que se encuentran a disposición en la red, a través de su difusión en formatos que puedan llegar a más hogares, a través de la televisión, de la radio, de dispositivos informáticos, o en físico, sin depender de la conectividad para su acceso).
  4. Reestructuración de los procesos de planificación y evaluación de las actividades con la incorporación de nuevas técnicas y actores con nuevos roles, como las familias, precisando muy bien lo que se espera de cada actor durante todo el proceso y en cada tipo de actividad, y elaborando o adaptando materiales para apoyar el proceso en todas sus dimensiones y actores; así como, incorporando la personalización, como elemento clave de este tipo de modelo educativo, personalización que incluya la peculiaridad de las condiciones en las que se desarrolla el proceso educativo. La elaboración de los materiales, debe incluir guías y pautas para que las familias puedan comprender y ejercer, de manera óptima el rol que les corresponde en el proceso.
  5. Incorporación de recursos y experiencias existentes, como las de formación radiofónica de Fe y Alegría, con las adaptaciones requeridas, para los niveles en los que sea aprovechable. De igual manera, incorporar las experiencias existentes en la modalidad de educación especial, en el diseño y desarrollo de recursos, programas y materiales especiales para las diversas necesidades de los estudiantes con condiciones especiales.
  6. Modificación adicional del calendario escolar, de acuerdo a los requerimientos que se desprendan de la instrumentación progresiva de la nueva modalidad y con la flexibilidad necesaria, dada la peculiaridad de la situación que origina los cambios.
  7. Inversión en dotación de equipos y mejora de las comunicaciones, para ampliar el alcance de los recursos tecnológicos a las zonas y familias que, en este momento, no tienen acceso a ellos.
  8. Elaboración de un nuevo proceso de monitoreo y evaluación, para hacer seguimiento y ajustes del proceso, durante su diseño e instrumentación, garantizando la calidad de la educación, como el resultado óptimo buscado en el sistema.

En tercer lugar, que la instrumentación del sistema contara con: un diseño adecuado (mejorado progresivamente durante su instrumentación) del sistema y de los procesos; con mejora progresiva de las condiciones de desarrollo del programa, que incluyan el incremento de las opciones de formación, de los mecanismos y medios de comunicación, así como el desarrollo de materiales (radiofónicos, audiovisuales y documentales, físicos y digitales) de calidad adaptados a la nueva modalidad, y mecanismos de seguimiento y evaluación acordes con los requerimientos y peculiaridades de la combinación de educación en casa y a distancia.

Y en finalmente, cuando se superen las restricciones como consecuencia del Coronavirus 19, se requiere, por una parte, la realización de una evaluación posterior y una ampliación del próximo año escolar, para restaurar lo que no se pudo desarrollar por las limitaciones y por las deficiencias de la alternativa instrumentada por el ministerio; y por la otra, un proceso de evaluación de lo sucedido y de las condiciones reales del sistema y de la política educativa existente, con la identificación de aprendizajes que permita mejorar el funcionamiento del sistema educativo escolarizado a futuro, en Venezuela.


(*) Entre el anuncio de la suspensión de clases y la nota de prensa publicada ayer, se dieron una serie de eventos y circuló alguna información en documentos, que estamos terminando de compilar y organizar, y que será publicada en otra nota.

(**) Nota de prensa en el portal del MPPE: Unesco y Unicef reconocen iniciativas del Gobierno Bolivariano para garantizar la educación durante la contingencia por el Covid-19

(***) En este punto, es importante resaltar que en una nota de prensa sobre la reunión que se desarrolló ayer, 27 de marzo, por videoconferencia, con las zonas educativas, se mencionaron iniciativas puntuales de 4 de las zonas educativas del país, para contribuir en el desarrollo del programa. En la reseña se incluyeron 2 fotos de la pantalla de la videoconferencia, en la que se veía la participación de solo 13 equipos zonales, que con el de Distrito Capital que podía estar también en la sede del ministerio, la participación no llegaba al 60% de las zonas educativas existentes, a menos de que las demás estuvieran conectadas aunque visibles en pantalla.

¿Acompañamiento del Inicio del Período Escolar en Educación Media General, Media Técnica?

Con esta frase «Acompañamiento del Inicio del Período Escolar en Educación Media General, Media Técnica», se anuncia el inicio de las clases para educación media, hoy primero de octubre, en el calendario escolar 2019-2020 que finalmente publicó el ministerio en su página.

Es menester mencionar que, el pasado lunes 23 de septiembre, a una semana de iniciadas las actividades escolares y, supuestamente las clases en los niveles de inicial y primaria, esto es, a una semana del momento en el que el ministro de educación, en cadena nacional, anunciara que el calendario escolar estaba listo, y mientras terminábamos nuestra pasada publicación, en el ministerio, se elaboraba el calendario, tal como se registra en las propiedades del documento que comenzó a circular por los chats de la red de supervisión, ese mismo día en la noche.

A continuación les dejamos una imagen del calendario:

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Y la correspondiente captura de pantalla de las propiedades del documento, en las que consta que fue elaborado ese día, pasadas las 4 de la tarde:

Propiedades del Calendario

Pero también, dejaremos el documento, tal como lo recibimos el 23 de septiembre en la noche, para que lo puedan revisar con detalle, en este enlace: calendario 2019-2020.

Unos días más tarde, buscando el documento en la página web del ministerio, encontramos que lo agregaron en el menú, al final de la sección «información», aunque, aún al momento de elaborar esta publicación, en la página se mostraba el banner con el calendario escolar del año pasado.

calendario y banner

De más está indicar que si entran a la página del ministerio y le dan al menú en la sección información, en donde dice «calendario escolar», podrán ver el calendario mes a mes, con la misma información que contiene la versión en «.pdf» que pueden bajar en el enlace que dejamos arriba. Sin embargo, por el formato que empleó el ministerio en esa edición, también se puede ajustar la vista para que se muestren las actividades por semanas y, dado que se utiliza una aplicación de calendario para esa publicación, se espera que el ministerio pueda actualizarlo cuando se requiera. En la siguiente presentación, se puede apreciar, como se ve el calendario en la versión web incluida en la página del ministerio.

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¿Inicio de clases en educación media?

Como se mencionó al principio, de acuerdo a lo reseñado en el calendario, hoy 1 de octubre, se «acompañará» el inicio del período escolar para educación media, aunque no queda muy claro a qué se puede referir el ministerio con ello y en qué se diferencia del denominado «inicio de clases» que se anunció para el 16 de septiembre, más allá de que se trata de niveles distintos de educación básica.

primero de octubre
Captura de pantalla del Calendario

Lo que sí sabemos, es que, tal como sucedió con el inicio del año escolar en los niveles de inicial y primaria, para la educación media también se hizo una selección de planteles en los que se podrían programar actividades «especiales» por presencia mediática este día.

A continuación mostramos, en capturas de imágenes, la selección correspondiente a Distrito Capital, que fue enviada al ministerio y sistematizada en un documento de 11 páginas. (De las 11 páginas mostraremos los 3 cuadros con las escuelas seleccionadas)

En la primera captura de pantalla, se muestra el nombre de los planteles que en la Zona de Distrito Capital, que fueron escogidos para tener actividades especiales por el inicio del año escolar en educación media. Como se puede apreciar, de los 282 planteles que tienen educación media en esa zona, y de acuerdo a la pauta indicada por el ministerio, cada uno de los circuitos, debía postular a un plantel. En esta zona, hay 23 Parroquias, organizadas en 76 circuitos, por lo que, entre los 76 planteles propuestos, se seleccionaron estos 10:

Liceos seleccionados

En el mismo documento, también se señalan los planteles que recibirán dotación de laboratorios de ciencias naturales, «en el marco del inicio del año escolar», como se aprecia en esta segunda captura de pantalla. Se trata de un total de 12 planteles de los 282 que se encuentran en la zona, es decir, el 4,2%. De esos 12 planteles, 8 forman parte de los 10 planteles seleccionados para ser mostrados, con actividades especiales, durante la jornada de hoy.

liceos dotación Cs

En el documento se especifica, como una nota al pie de este cuadro, que hay un total de 25 planteles que no cuentan con laboratorios de ciencias naturales, pero no se especifica si el resto de los planteles que se encuentran en la zona, tienen laboratorios en buen estado y con la dotación de materiales y equipos adecuada y suficiente, o requieren dotación de materiales y equipos para sus laboratorios. Tampoco se especifica cuando serán dotados los planteles que carecen de laboratorios, de acuerdo a la nota del cuadro.

Y la tercera captura de pantalla, muestra los planteles que recibirían mantenimiento entre el 26 y el 27 de septiembre. Como se puede apreciar, eran solamente 6 planteles. En la nota al pie del cuadro, se especifica que «la actividad mediática se concentrará» en uno de ellos, el que está resaltado en amarillo en el cuadro.

liceos mantenimiento

De acuerdo a la información contenida en el documento, solamente el 2% de los planteles de Distrito Capital, que ofrecen educación media, recibieron mantenimiento los días 26 y 27 de septiembre, es decir, justo antes del inicio de las actividades en ese nivel educativo. Se desconoce si el resto de los planteles recibieron algún tipo de mantenimiento, antes de esa fecha o si lo recibirán posteriormente.

Lo que sí se sabe, por la nota al pie del cuadro, es que se esperaba presencia de medios en la UETD Liceo Caracas del Paraíso durante la jornada mantenimiento, y, tal como fue reseñado por el portal del ministerio, así fue y durante la actividad propagandística, se contó con la presencia de la viceministra de educación media.

A continuación pueden leer, en capturas de pantalla, la nota de prensa publicada en el portal del ministerio.

También en importante recordar, por las diferencias en la programación, las actividades incluidas como parte del inicio del año escolar para educación media, en el documento «Regreso a Clases Con Alegría 2019-2020. Instrucción Ministerial», elaborado por el Viceministerio de Comunidades Educativas.

¿Existirán las condiciones óptimas para el inicio de clases en educación media en todos los planteles del país?

De acuerdo a los datos contenidos en la última memoria y cuenta conocida, la del año 2015, para el año escolar 2014-2015, 2.301.822 estudiantes, cursaban educación media, en 78.294 secciones, ubicadas en 5.981 planteles en todo el territorio nacional. Es importante resaltar que los planteles que ofrecían alguna sección de educación media en ese año escolar, no llegaban al 22% del total de planteles existentes que eran 27.626.

Posteriormente, de acuerdo a los datos publicados por el INE en su página, para el año escolar 2017-2018, se registraron un total de 2.260.111 estudiantes en educación media, lo que significa una disminución de 41.711 jóvenes cursando ese nivel educativo. Sin embargo, en esos datos, no se especifica la cantidad de planteles en los que se ofrecía de forma total o parcial el nivel de educación media, ni tampoco el número de secciones, por lo que no se puede establecer una comparación entre los datos de los dos años.

Sobre lo que no se puede precisar datos, ni en la última memoria y cuenta conocida, ni en los datos recogidos por el INE, es del estado de la infraestructura de esos 5.981 planteles, ni las condiciones de dotación de mobiliario, equipamiento y materiales y recursos educativos, así como tampoco, del detalle en el suministro de los servicios básicos (electricidad, luz, gas, transporte), del funcionamiento del programa de alimentación escolar, y mucho menos de la idoneidad y completitud de la planta docente.

Sobre este último aspecto, es importante recordar que por la situación del país y las pésimas condiciones contractuales, muchos docentes se han retirado del ejercicio, lo que ha tenido como consecuencia dos prácticas negativas para este nivel educativo. La primera es la incorporación de personas sin la formación adecuada para desarrollar el proceso educativo y la segunda es el incremento de una práctica inaceptable, desarrollada por muchos años, que consiste en promediar calificaciones de materias cursadas, para asignar notas a materias no cursadas por falta de docentes, otorgando certificaciones de educación media, que resultan fraudulentas.

Debido a estas deficiencias, se requiere contar con información oficial, o independiente, pero sustentada en evidencias, que permita conocer las condiciones en las que se encuentra cada uno de los planteles del país y si con ellas, se puede garantizar educación de calidad para todos, en el nivel de educación media, tal como establece el derecho a la educación.

 

 

 

 

Inicio del año escolar 2019-2020, con «alegría» a medias

A pocas horas del inicio del nuevo año escolar, se perfila una situación muy precaria y complicada.

Por una parte, el ministerio de educación gira instrucciones para que en todas las escuelas se regrese a clases «con alegría», en las notas de prensa del ministerio, se anuncian la garantía de entrega de útiles, uniformes y la presencia del programa de alimentación en las escuelas; pero por la otra, en una zona educativa, se advierte que las escuelas trabajarán medio turno, hasta que llegue el PAE y que, el inicio del año escolar se hará de forma diferenciada: en las escuelas elegidas por circuito, las actividades serán diferentes a las del resto de las escuelas, porque podrán ser visitadas por autoridades y podrán contar con la participación de otros estudiantes.

Adicionalmente, existe mucha incertidumbre, ya que, a pesar de los reiterados anuncios del programa «Una Gota de Amor para mi Escuela en Resistencia», no se tiene información precisa sobre las condiciones en cada una de las escuelas, en algunos casos, la «gota de amor» no llegó o no fue suficiente; y hay una fuerte protesta de los educadores, por la estrategia asumida por el ministerio, para tratar de paliar las consecuencias del éxodo de docentes del sistema.

Vamos por partes:

Otro año sin calendario

Antes de entrar a tocar los temas mencionados al inicio, es importante hacer notar que, hasta la fecha, el ministerio no ha ni publicado, ni distribuido, el calendario escolar para el año 2019-2020, de hecho, en la página del ministerio, aún aparece el banner del calendario para el pasado año escolar:

portada de web

Cabe recordar que, el calendario escolar, es un instrumento que debería ser definido antes de finalizar el año escolar previo y distribuido en las escuelas en Julio, para que el cierre de año, pueda incluir las correspondientes actividades de planificación y preparación para el nuevo año. Eso dejó de hacerse así, desde hace mucho tiempo en Venezuela.

Sin embargo, este año escolar, dadas las deficiencias que hubo en los dos años escolares anteriores, el diseño, elaboración y distribución del calendario, debería haberse hecho, no solamente antes de terminar el año escolar pasado, sino que esperamos, que en este caso, incorpore ajustes que permitan a educadores y estudiantes, restaurar los aprendizajes perdidos y no alcanzados el año pasado y, además y en consecuencia, desarrollar con calidad, los aprendizajes correspondientes a este año escolar.

Regreso con discriminación

De acuerdo a la información que circuló el ministerio a través de sus redes de supervisores, hay dos formas de comenzar el año escolar: «con alegría» y con actividades especiales por si vienen funcionarios y medios.

Las pautas para todas las escuelas, fueron distribuidas en dos formatos, a través del documento «Regreso a Clases con Alegría», que contenía en toda su extensión, la «instrucción ministerial», con lo que se esperaba que se hiciera en las escuelas, antes, durante y después del día de inicio de actividades.

portada regreso a clases

Y, también, fueron distribuidas, por chat, a través del siguiente mensaje de texto:

Cabe señalar que, llama la atención, que de los 5 viceministerios de ese ente, las instrucciones para el inicio del año escolar fueran firmadas y difundidas por el viceministro de Comunidades Educativas y no por los viceministros de Educación y Primaria y de Educación Media.

Las instrucciones, incluían una estrategia comunicacional, con etiquetas y videos:

Pero posteriormente, se distribuyó una instrucción adicional: la selección de unas escuelas (una por circuito) en algunas zonas educativas, en las que se realizarían actividades diferentes. Con esta instrucción, se identificaría un grupo de escuelas para que sirvieran de vitrina, mostrando, a través de un selecto grupo, lo que se supone que es el inicio de este año escolar en Venezuela, aunque no se desarrolle de la misma manera en todas las escuelas del país.

A continuación, encontrarán un enlace en el que pueden escuchar 2 notas de voz, distribuidas a través de la red de supervisores de una de las zonas educativas del país, con las instrucciones para la selección y con algunas ideas gruesas sobre lo que podría pasar en las escuelas seleccionadas.

Notas de Voz sobre el inicio del año escolar (1)

De acuerdo a lo afirmado en los audios, las actividades en esa selección de escuelas, se espera que sean diferentes a las del resto, incluso, pueden incluir la presencia de estudiantes de otras escuelas, en las seleccionadas.

A continuación, de forma complementaria, se presentan dos capturas de pantalla del documento «Regreso a Clases con Alegría», que contienen las actividades a desarrollarse en las escuelas de educación inicial y primaria, durante la primera semana de actividades:

Para quienes deseen leer el documento completo, lo dejamos en el siguiente enlace: REGRESO A CLASES CON ALEGRÍA.

¿Los uniformes y útiles son para cuándo?

El ministerio también hizo anuncios en los últimos días, en los que aseguraba que tanto los uniformes, como los útiles escolares, estarían garantizados. Entendemos que se trata de garantizarlos para todos los estudiantes de las escuelas oficiales, tal como lo establece el derecho a la educación.

Sin embargo, en los anuncios, se incluía información sobre compras programadas y producción en curso, que no necesariamente garantiza que el año escolar inicie con la dotación a todos los estudiantes de esos dos rubros de la canasta educativa. También se encontró mucha falta de precisión sobre las cantidades a producir y adquirir, ya que las mencionadas en las notas de prensa, no coincidían con las demandadas por el sistema. (Pueden ver más detalles de estas notas de prensa, en los enlaces que están en las notas a pie de página)

Al respecto, esperamos conocer, el listado de insumos a entregar a cada estudiante, así como el cronograma de distribución por parte del ministerio, ya que, el año escolar pasado, pudimos ver como útiles y uniformes eran entregados meses después del inicio del año escolar, lo que implica una discriminación a los estudiantes que no pudieron contar con esos rubros durante todo el año.

Menos tiempo hasta que llegue la alimentación

Entre los anuncios hechos por el ministerio, con respecto a la alimentación escolar, resaltaron los del ministro, quién dijo que se garantizaría la «presencia» del Programa de Alimentación en las escuelas y que se estaba trabajando en el mecanismo de distribución, para lo que se empleará una empresa del Estado especializada en almacenamiento y logística (CEALCO (2), fundada en 1976 y adquirida por PDVAL en el año 2008, que es adscrita al ministerio de alimentación en el 2010).

Las cifras que se manejan en todas las notas de prensa en las que se ha mencionado la garantía del PAE durante el año escolar, coinciden con 603.000 toneladas, para la alimentación de «más de 24.000» (3) escuelas, durante todo el año. Sin embargo, hasta el momento no se ha especificado:

  1. ¿Qué contendrán, en términos de tipo de alimentos y proporciones, esas 603.000 toneladas?
  2. ¿En qué cantidad y en qué momentos, serán distribuidas a cada una de las escuelas del país?

Pero lo más importante de la información omitida es:

  1. ¿De dónde saldrán los alimentos a ser almacenados y distribuidos por esa empresa? ya que, lo único que se menciona en las notas de prensa, es que el programa «tiene que funcionar con producción nacional» (4), pero no se especifica cómo se va a promover y garantizar.
  2. ¿Cómo se van a almacenar, conservar, refrigerar y cocinar los alimentos en todas las escuelas? En efecto, hasta la fecha, no se ha presentado ni información, ni un plan, que considere la situación de cada una de las escuelas, para abordar los problemas de los servicios que restringen el funcionamiento de los planteles y que afectan la preparación y conservación (electricidad, agua y gas), así como tampoco, un plan para la reparación y dotación de equipos de refrigeración y cocina.

Lo que sí se hizo, fue advertir a las escuelas de, al menos, una de las zonas educativas del país, que, mientras no lleguen los insumos para la elaboración de la alimentación, las escuelas trabajarán media jornada, lo que significa que, el año escolar arranca con un recorte del tiempo. (Captura de pantalla del mensaje enviado por la red de supervisores a través de una aplicación de chat)

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Es importante recordar que es costumbre, en el sistema educativo venezolano, que se recorte la jornada escolar, entre otras, cada vez que falla el programa de alimentación. Esos recortes, que afectan la calidad y completitud del aprendizaje, no son contabilizados por el sistema, para ser recuperados en otro momento del año escolar.

¿Inicio de clases en las calles?

De acuerdo a la información suministrada por algunos de los gremios y movimientos de educadores, dada la precaria situación de los docentes, que les impide asistir a las escuelas en condiciones óptimas, mañana lunes, se esperan protestas en todo el país. (Ver imagen)

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Una de las consignas de esa protesta, según el Movimiento de Educadores Simón Rodríguez, es: ¡La clase del 16 la damos en la calle! Ver @EducadoresMESR.

(Sobre el tema de la situación de la profesión docente, y las políticas empleadas por el ejecutivo para abordarlas, escribiremos en la próxima entrega)


Notas:

(1) Las notas de voz fueron distribuidas por la red de supervisores de una de las zonas educativas del país, utilizando una aplicación de chat y fueron compiladas en un sólo audio para facilitar su difusión.

(2) CEALCO

(3) Anuncio sobre garantía de dotación para inicio del año escolar

(4) Los datos sobre la dotación del PAE

El Zulia a Oscuras (y sin agua, alimentación, gas, transporte)

Dada la diversidad de condiciones y de situaciones en las que se están desarrollando las actividades en las escuelas de Venezuela, y la ausencia de información detallada, completa y real que debería ser suministrada por el Ministerio de Educación, se hace muy difícil tener un balance completo de la realización del derecho a la educación en el país, sin embargo, hemos tenido información directa de algunas escuelas.

En este caso, haremos referencia a un pequeño grupo de escuelas ubicado en el Estado Zulia, de las que nos llegó información parcial, pero valiosa. La mayoría está presentada en manera anecdótica, debido a la forma en que la recibimos.

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Estado Zulia (captura de Google Maps)

Así se ve la situación en algunas escuelas del Zulia

En estos días, conocimos la solicitud de auxilio que hizo a su grupo de apoyo, una directora de una escuela del Zulia.

Se trata de una de esas escuelas que a la que asisten diariamente, la mayoría de sus estudiantes y que sus espacios están copados. Es una escuela que atiende a niños en las zonas populares.

Esa directora, emplea parte de su tiempo, haciendo cola en una bomba de gasolina, para surtir a los carros de sus docentes, porque sin gasolina no pueden llegar a trabajar a la escuela.

Otra directora también informaba que había pasado la noche haciendo cola en una bomba y que cuando llegó la gandola con la gasolina en la mañana, los que atendían, dejaron pasar primero a sus conocidos, por lo que, se extendió más su tiempo en la cola, tomando parte de su horario laboral.

Una tercera directora comentaba que el domingo, estaba haciendo cola desde las 3:00 am y que, como no tenía dólares o pesos, no le correspondía ser atendida aún. Sin embargo, a los que revendían la gasolina o contaban con divisas de otros países, les habían despachado, mientras el resto hacía cola. Su ilusión era que si lograba poner gasolina, podía ir a trabajar el lunes.

Sin gasolina y sin efectivo, porque el que depende del transporte público debe pagar entre 1.000 y 1.500 Bs por pasaje, resulta inviable trabajar en educación.

De acuerdo a ese costo, un trabajador del sector educativo, que trabaja 20 días al mes, requiere entre 40.000 y 60.000 Bs, solamente para pagar el costo del pasaje de ida y vuelta al plantel, si depende del transporte público.

La directora también comentaba que, en lo que va de año, les han llegado en pocas oportunidades, pero han llegado, insumos para preparar la alimentación, pero ahora no tienen gas para cocinarlos y tampoco tienen agua en la escuela.

Más del 50 % de las otras escuelas, comentaron no tener servicio de alimentación, o tenerlo sin insumos, lo que, en la práctica es equivalente a no tenerlo, porque no pueden proveer de alimentación a los estudiantes.

De las escuelas que comentaron tener el servicio de alimentación activo, aproximadamente la mitad afirmó recibir insumos insuficientes y de las que precisaron los insumos recibidos, ninguna reportó tener proteínas de origen animal.

De hecho, entre todas, los rubros que mencionaron recibir, incluían arroz, aceite, azúcar, harina, caraotas y lentejas. En uno de los casos, la escuela reportó que en la nota de entrega, se especificaba que la provisión incluía pasta, pero que no había llegado.

En cuanto al servicio de electricidad que sabemos está bastante afectado en el Zulia, la directora comentaba que ella llega todos los días a la escuela, a las 6:50 am y a las 8, es decir, una hora y 10 minutos más tarde, se quedan sin electricidad.

Pero la falta de electricidad, como se conoce por las noticias de ese estado, no es exclusiva de esa escuela. De las escuelas de las que recibimos información en ese momento, la mayoría reportó no tener electricidad o tenerla en horario restringido.

Muchas de ellas reportaron que tampoco tenían agua y todas dijeron que el transporte era muy reducido y costoso.

A pesar de las condiciones inadecuadas y de los costos de transporte, en la mayoría de las escuelas de las que recibimos información, la asistencia de los estudiantes superaba al 60 % y la de directivos, docentes, administrativos y obreros, el 80 %.

Ante esa realidad cotidiana, cualquier escuela esperaría que los funcionarios del MPPE pasaran con frecuencia para ver cómo han podido sortear tantos obstáculos y proponer alternativas, ayuda y apoyo para que las escuelas puedan cumplir con su trabajo, ya que, corresponde al Estado, a través del MPPE, garantizar el derecho a la educación, sin embargo, lo que comenta la directora es que las visitas que, efectivamente, hacen con frecuencia los supervisores del ministerio, «son para presionarlos» y «acusarlos» de que ellos, como escuela, “hacen lo que quieren”.

Entendemos de esta información que, es también evidente que, la función supervisora, en el sistema educativo, puede apreciarse desdibujada.

La situación del Zulia, de acuerdo a la información recibida, es similar o peor en el resto de las escuelas. En algunas escuelas nacionales, la inasistencia tanto de docentes como de estudiantes es muy alta, por lo que los procesos tienen mayor irregularidad e interrupciones.

La situación reportada, requiere atención inmediata para poder comenzar a restaurar el derecho a la educación en ese estado.

Reinvención del #DerechoALaEducación en Venezuela

Tal como les comentamos en las dos publicaciones anteriores, para poder decir que en Venezuela se garantiza el derecho a la educación, o que su garantía está en proceso de construcción, requerimos trabajar desde tres lógicas, que se hacen efectivas en tres momentos (hablamos de momentos y no de fases o etapas, porque hay acciones y tiempos solapados entre ellos). Los momentos, tal como los hemos presentado aquí, son: reinserción, restauración (propiamente dicha) y la reinvención de la educación.

Reinsertar que, de acuerdo a nuestra primera publicación sobre el tema, significa reincorporar, en algunos casos y regularizar en otros, la participación de niños, niñas y adolescentes para que puedan reintegrase con éxito en el sistema educativo; restaurar que, como planteamos en la publicación pasada, significa dotar al sistema de las condiciones óptimas para su funcionamiento con el propósito de devolver a la educación su estatus de derecho humano; y reinventar la educación, que es el tema que tocaremos en esta publicación, que implica y requiere innovación y replanteamiento, porque no solo hoy vivimos otro momento histórico con condiciones y necesidades muy diferentes, sino que mucho de lo que tuvimos y logramos, en educación en Venezuela, fue destruido y perdido.

Reinvención de la educación en Venezuela

A pesar de que la tentación puede ser muy grande y de que hay varios referentes de organizaciones nacionales e internacionales, gremiales, políticas y académicas, que pueden servir de insumo, no describiremos el producto final de lo que podría ser una reinvención de la educación en Venezuela.

Hablaremos de algunas características y aspectos que deben ser considerados en el debate que, en torno a ella, debe darse en el país.

Lo primero que mencionaremos es que, a pesar de que es un aspecto de tradicional consideración en todos los sistemas educativos, en Venezuela se necesita incluir en la lógica de reinvención, el tratamiento de la educación como un asunto prioritario, crucial y basal del desarrollo de la sociedad.

Eso no significa que se le adhiera el calificativo de “prioritario” cada vez que se mencione en el presupuesto, o en el proceso del diseño y evaluación de las políticas públicas, como se ha hecho recurrentemente hasta ahora, sino que los fondos destinados a la educación, se traten como inversión, (lo que implica la aplicación de unos criterios de diseño y evaluación diferentes a cuando se trata como gasto o compensación social); que el desempeño del sistema educativo sea medido en la evaluación de las políticas públicas, más allá de las propiamente educativas; y que tanto el diseño de la política educativa, tome en consideración el marco hacia donde se quiere orientar el desarrollo del país y de la vida de las personas, como que el diseño de las políticas públicas y la visión de país que se construya y reconstruya permanentemente en Venezuela, incorpore a la educación como asunto crucial y como criterio.

Lo segundo que mencionaremos, es que hay que retomar la lógica de que la educación es un proceso con resultados parciales y medibles en diversos lapsos, y múltiples dimensiones, pero, que como política pública tiene horizonte de largo plazo, especialmente la relativa a la educación obligatoria, que, como sabemos, en Venezuela abarca toda la educación básica, y que incluye desde inicial hasta bachillerato.

Esto significa, por una parte que la política educativa debe diseñarse garantizando su coherencia, que los cambios que se hagan deben tener una instrumentación acorde con ello, lo que, en algunos casos, implica que se requiera de una instrumentación progresiva.

Y finalmente, que el proceso de evaluación debe ser complejo y completo, para poder, por una parte monitorear la evolución y hacer los ajustes pertinentes, sin perder la esencia, ni la dirección, y por la otra, garantizar que tendremos los resultados reales y definitivos en el largo plazo.

Esta condición obliga a que la política educativa esté asociada a algunos planes que superan el horizonte de duración de los gobiernos y, por tanto, que su diseño e instrumentación debe tener mecanismos que permitan mantener los planes y los proyectos en el tiempo. De acuerdo a esta característica, las políticas públicas en educación deberían contar con el acuerdo de la mayoría, tal como si se tratara de un texto del tenor de una Ley Orgánica o de algunas de las características del proyecto de país sobre el que se sustenta la Constitución.

Estos dos puntos que, para muchos, pudieran parecer una vuelta al pasado, realmente implican una reinvención en Venezuela, porque nunca fueron instrumentados debidamente. Ellos significan, entre otras, además de la utilización de planes y compromisos de presupuesto, con duración más allá de la anual, la construcción de instancias de debate y especialmente, de evaluación, con un carácter técnico-profesional, que no dependan de los cambios en los gobernantes para mantener la lógica de funcionamiento y las metas y objetivos a alcanzar.

En la lógica de comprender a la educación como una materia cuyo horizonte de planificación y evaluación de resultados, es el largo plazo, se encuentra el tercer elemento a mencionar, que es la garantía progresiva de la realización del derecho a la educación para todos.

En efecto, es muy tentador, también, pensar que con decretar que en Venezuela a partir de ahora, se garantizará el derecho a una educación de calidad para todos, se darán las condiciones para que la realización sea un hecho. Pero, es importante dejar claro que, por la diversidad de situaciones y de condiciones, y por la disparidad entre muchas de ellas, la realización del derecho a la educación no es algo automático. De hecho, en los acuerdos y tratados internacionales, se entiende que, una vez suscrito el compromiso del Estado, la realización es progresiva, para lo que se espera que el Estado elabore los planes, con presupuesto y tiempos de instrumentación que permitan dicha realización progresiva.

Es importante agregar, que en una situación como la nuestra, en la que vivimos una emergencia humanitaria compleja, registramos un retroceso en algunas de las condiciones en las que se garantizaba el derecho a la educación, por lo que los planes implican la reconstrucción de las metas y el desarrollo de los tres momentos.

Es por ello que, aunque parezca innecesario decirlo, el momento de restauración propiamente dicha, requiere de una lógica de reinvención que permita al Estado contar con los instrumentos que faciliten el diseño, la instrumentación y la evaluación de planes y proyectos específicos que, en el tiempo, tengan como producto final, dicha restauración para todos, sin ningún tipo de discriminación, que no sea la que algunos entienden como discriminación positiva que es la que asigna recursos prioritarios a las personas con mayores dificultades, para ayudarlos a superarlas.

De este aspecto, se desprende el cuarto elemento a considerar que es la necesaria discusión entre igualdad de condiciones e igualdad de oportunidades. Hasta ahora, desde los discursos de algunos políticos y funcionarios, pasando por los textos de planes, proyectos y leyes, en Venezuela se estila mencionar como condición ideal en educación, la garantía de la igualdad de condiciones, al lado de la garantía de igualdad de oportunidades.

Es por ello que lo que se promueve, como parte de este momento, es una discusión de fondo que permita comprender al país y asumir que al garantizar la igualdad de condiciones, se puede negar la igualdad de oportunidades y que la igualdad de oportunidades sólo se puede garantizar, si se logra la diversidad de condiciones, de acuerdo a las características y necesidades de cada ciudadano.

El resultado de esa discusión, debe permitir que se defina lo que se persigue en Venezuela, para que las políticas públicas del sector, puedan estar diseñadas, o para garantizar que todos tendrán las condiciones que requieran para poder aprovechar las oportunidades que se ofrecen, o que, por el contrario, todos estarán en las mismas condiciones, independientemente, de sus características, preferencias, capacidades y aspiraciones.

De la forma en la que presentamos la disyuntiva, se desprende nuestra posición al respecto. Pero la necesidad de dar y resolver la discusión, nace de la imposibilidad de hacer diseños coherentes, en los planes y las políticas del sector, si se utilizan los dos, no sólo indistintamente, sino conjuntamente, como se ha hecho hasta ahora.

Hasta este punto del texto, la reinvención pareciera más una reconstrucción que a algo que implique innovar, pero, de acuerdo a nuestra experiencia como país, muchas de las cosas planteadas, en educación y en términos de políticas públicas, se quedaron en buenas intenciones o en el papel y por tanto, la innovación, en muchos casos, está en cómo replantearlas, de acuerdo a la realidad actual y como instrumentarlas de verdad y garantizando que efectivamente, funcionen.

El quinto y último aspecto a mencionar, es el que se desprende de lo que se debe entender como una educación de calidad. De hecho en las publicaciones anteriores, se mencionó que la definición de calidad a la que se refiere el derecho a la educación en los instrumentos internacionales, tiene algunos parámetros de referencia, pero en términos de su contenido y orientación específicos, lo que se concibe como una educación de calidad depende del contexto y de la visión que se tenga en cada sociedad y país.

Es por ello que en este aspecto se abren muchas opciones a considerar, pero en un proceso interactivo entre la definición y diseño de la visión de la Venezuela que queremos y la de la educación a la que aspiramos.

Para comenzar, en este momento, como dijimos al principio, hay una diversidad de documentos e ideas, más o menos desarrolladas, más puntuales o más globales, más políticas, gremiales o académicas, que están sobre la mesa, con propuestas tanto sobre el país que queremos, como sobre la educación a la que aspiramos.

La innovación, en este caso, no comenzaría, aunque convendría pensar en ello, por cambiar la competencia mediática entre opciones y proyectos, por el análisis y la construcción negociada de una, así sea para la identificación de los aspectos con acuerdos potenciales y en común, porque en este caso, tenemos experiencias previas interesantes y parcialmente exitosas.

En este caso, la innovación estaría en que lo que de ellas se obtenga, se desarrolle efectivamente y se instrumente. Pero eso en términos de forma.

En términos de contenido, es donde está el reto mayor de la reinvención, por ejemplo:

  1. Replantearse el propósito y la duración de la educación obligatoria. El para qué, cómo y por qué se establece como obligatoria una parte de la educación y modificar sus propósitos, métodos y contenidos, de acuerdo a lo que se pretende con ella.
  2. La definición de referentes de calidad que tengan aspectos que respondan realmente a las demandas y necesidades de la vida y el mundo actual.
  3. La construcción de un sistema educativo que combine la lógica de las políticas públicas en el largo plazo, con la lógica de la incorporación de la innovación como un aspecto esencial.
  4. El desarrollo de un sistema de evaluación integral y multidimensional, que permita por una parte, monitorear el desempeño del sistema y de todos sus componentes, y por la otra, hacer ajustes y mejoras, para garantizar cada vez mejor desempeño. Este sistema podría incluir un proceso de evaluación y recertificación periódica de los docentes, así como un proceso de evaluación permanente, con planificación de cambios y mejoras en las escuelas. En esta misma lógica, se debe pensar en un proceso de evaluación para la innovación permanente de los espacios de formación de los docentes o de las escuelas de educación de las universidades.
  5. La articulación real entre los niveles y entre los subsistemas, entre la educación formal y no formal; entre la educación presencial, la virtual y la a distancia; y también entre las modalidades.
  6. El desarrollo de dinámicas pedagógicas y andragógicas que respondan a las necesidades de personalización de los procesos, que consideren los mecanismos para el desarrollo de capacidades en la práctica, no sólo teóricamente, y que incorporen la innovación y la tecnología que se requiera en cada caso.
  7. El desarrollo de un componente de formación ciudadana que permita que las personas desarrollen su capacidad de análisis y de pensamiento crítico y propio, que comprendan su realidad social y política, que se incorporen elementos de análisis y comprensión de los procesos históricos y de desarrollo de la identidad, que construya espacios para la expresión y la convivencia, pero que estén sustentados en el pluralismo, sin que ningún actor o funcionario, pretenda utilizarlos para beneficio de su perspectiva o para el fortalecimiento de su organización o parcialidad política.

Esos puntos, como abrebocas, entre muchos otros.

Para no hacer este texto mucho más extenso, la innovación en este caso, como se desprende de muchas de las consideraciones del texto, está en que el país y el sector educativo, comience a pensar en términos de reinvención, en lugar de quedarse en la reconstrucción de algunos aspectos que se consideraron exitosos o necesarios.

Restauración (propiamente dicha) del Derecho a la Educación en #Venezuela

Como comentamos al final de la publicación pasada, la restauración del derecho a la educación en Venezuela, debe contar, además de con la reinserción, con dos fases más, la restauración propiamente dicha, y una fase complementaria de reinvención de la educación en Venezuela. (Como son procesos que, de hecho, se solapan, probablemente, sea más apropiado hablar de “momentos”, en lugar de “fases”)

Hoy hablaremos de la restauración propiamente dicha.

Pero antes, es importante recordar que la reinserción, es una fase que puede y debe comenzar lo antes posible y que estaría dirigida tanto a los niños, niñas y adolescentes que están totalmente fuera del sistema, como a aquellos que no estén asistiendo con regularidad, para los que la continuidad en los aprendizajes está truncada y por tanto, la realización del derecho a la educación, es imposible, en la práctica.

Restauración

La restauración propiamente dicha, tiene como propósito central, como se deduce de su denominación, devolver el estatus de derecho humano a la educación, con todas sus características y condiciones. Esto es:

  1. Que el Estado sea el responsable de garantizarlo, ya que es su obligación legal.
  2. Que todas las personas puedan realizar el derecho a la educación, sin ningún tipo de limitación o discriminación, incluidas las razones políticas, geográficas, socioeconómicas, ni ninguna condición especial.
  3. Que se garantice el derecho a la educación para toda la vida.
  4. Que aquella educación, como la Educación Básica, que es obligatoria, sea gratuita, tal como se establece en la ley.
  5. Que sea una educación de calidad.

Estas características y condiciones que presentamos sintéticamente en 5 puntos, se pueden lograr, de forma efectiva, con una política de corto, mediano y largo plazo; con mucha inversión y también, con mucha evaluación y monitoreo.

Como este espacio no alcanza para entrar en todos los detalles, veamos algunos puntos relacionados con las características que debería tener esa política, pero especialmente enfocadas en la educación obligatoria.

a) Para que el Estado esté en condiciones de garantizar el derecho a la educación, como es su obligación, es imprescindible reinstitucionalizar a las organizaciones que forman del sistema. Esto significa, entre otras, que hay algunas normas y procedimientos que hay que evaluar y rediseñar para que estén acordes a lo que se establece en la Constitución y en los tratados internacionales.

También significa que el ministerio a cargo, debe actuar apegado a las normas y que se debe programar una profesionalización progresiva del personal que en él opere, excluyendo las filiaciones político-partidistas, como criterio para el ejercicio de un cargo. Esta profesionalización progresiva incluye, desde los supervisores hasta los docentes y debe arrancar con una evaluación que permita identificar competencias y carencias, para poder, con un proceso serio de formación y acompañamiento, reconstruir la profesionalización, de acuerdo a las necesidades y características de cada caso.

De forma complementaria, la reinstitucionalización requiere de la revisión de su estructura y de la de las organizaciones dependientes, así como la del presupuesto que es asignado al sector, para adecuarlo todo, a las necesidades reales del sistema, con los ajustes presupuestarios que se desprendan de las necesidades de restauración de las condiciones de funcionamiento del sistema escolar.

b) Para que se pueda garantizar educación de calidad para todos, es imprescindible, por una parte que existan suficientes escuelas, con condiciones óptimas para la realización plena del derecho a la educación y con una ubicación y un sistema de transporte que impida que ningún niño, niña o adolescente, se quede sin poder asistir a la Educación Básica, por falta de oportunidades, o porque las existentes, no están a su alcance territorial.

c) Entre las condiciones que se deben garantizar, está la gratuidad que, de acuerdo a lo que contiene la canasta educativa, va más allá de no tener que pagar aranceles de inscripción y matrícula mensual.

Gráfico. La canasta educativa.

Canasta educativa
Fuente: Elaboración Propia

Obviamente, es un asunto en discusión cómo se logra la gratuidad, con cuáles mecanismos y cuánto presupuesto implica ello. Si la gratuidad debe ser para todos, desde el inicio, incluyendo para aquellos que puedan financiarse y prefieran la formación en escuelas privadas, y si pueden aplicarse mecanismos que permitan garantizarla efectivamente a la población más vulnerable primero y, a través de subsidios parciales, como al de la red de escuelas de Fe y Alegría, para otra parte de la población. Esa es una discusión que debe entrar en el proceso de restauración del derecho a la educación, especialmente, en un país como Venezuela, en el que desde hace años, no existe una educación realmente gratuita para nadie.

d) Pero la restauración del derecho a la educación, también está asociada al logro efectivo del aprendizaje, por tanto, es imprescindible que, entre las reglas de juego que se deben revisar, se revisen las relativas a los logros del sistema. Esta revisión, inicial y especialmente, debe estar dirigida a la restauración de las certificaciones, ya que, es de conocimiento general que las normas actuales, promueven la certificación y promoción casi automática, independientemente de que los estudiantes hayan alcanzado, construido y logrado los aprendizajes respectivos. En bachillerato, en muchos casos, independientemente de que los estudiantes no hayan cursado asignaturas por ausencia de docentes.

Es por ello que se hace imprescindible, una evaluación estandarizada, que incluya a todos los estudiantes, para determinar los aprendizajes efectivos y, programar, un proceso de restauración y recuperación de los no logrados, que sea lo más personalizado posible, con el acompañamiento, los ajustes en la dinámica escolar y los tiempos requeridos.

Este proceso, que a muchos puede no gustarles, es imprescindible, porque es la manera de saldar una deuda que tenemos con nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes, que han sido víctimas de la irresponsabilidad del Estado por muchos años y a quienes estamos restringiendo, como sociedad, la posibilidad de desarrollo de una vida plena.

e) Finalmente, las condiciones para la realización del derecho a la educación, no se restringen a tener buena y suficiente infraestructura, con la dotación y el equipamiento adecuado y docentes profesionales, excelentemente formados y muy bien remunerados. Incluye también un sistema transparente de rendición de cuentas, lo que complementaría lo que mencionamos como parte de la reinstitucionalización del sistema, en el ordinal a.

De hecho, para que se restaure el derecho a la educación, se deben atender todas sus dimensiones:

Gráfico. Dimensiones del derecho a la educación

conceptualización
Fuente: Re-elaboración del gráfico “Visualising the 4 As” incluida en el capítulo “Más allá de la escuela… la sociedad educadora” (1)

Lo que nos lleva a lo planteado al principio: este proceso, hay que entenderlo, como un proceso con acciones y proyectos a corto, mediano y largo plazo, con una gran inversión, mucha evaluación, pero también con mucha discusión y acuerdos, porque, es importante recordar que el derecho a la educación, establece que debe ser de “calidad”, pero hay unos elementos y dimensiones que determinan qué es lo que se entiende por “calidad”, que se derivan del proyecto y los planes de desarrollo de cada país.

Así que cuando se habla de pertinencia y relevancia, por ejemplo, se habla de criterios que se derivan del proyecto de sociedad que cada país persigue; así como, del tipo de ciudadano que se quiere formar, que tiene unas dimensiones universales, pero otras que son propias de cada país, incluso, culturalmente, algunas son regionales y locales.

Esta condición hace que, si bien existen unos referentes internacionales deseables sobre la educación que se quiere, hay unos que son centrales y que deben ser desarrollados por acuerdo en cada sociedad. En nuestro caso, habrá algunos de ellos que podrán formar parte de una reforma curricular que se desarrolle como parte del momento de restauración propiamente dicho, pero otra, que se construirá, entre todos, como parte del momento de reinvención de la educación en Venezuela.

Sobre ese momento, hablaremos en otra entrega.


(1) Ramos, Olga; Más allá de la escuela… la sociedad educadora. Capítulo VIII. Educación y Derechos Humanos; en Ugalde, Luis, s.j. (coordinador) et al; Educación para transformar el país. Seminario Educación para transformar el país (2011: Caracas). Universidad Católica Andrés Bello. 2012

Restauración del Derecho a la Educación en #Venezuela (Reinserción)

Esta publicación podría muy bien comenzar con la frase: Como es por todos conocido en Venezuela está siendo vulnerado, -en algunos casos restringido y en otros violado-, el derecho a la educación, de múltiples formas.

Sin embargo, por lo que hemos podido observar, con frecuencia, pero especialmente, con mayor preocupación recientemente, es que educación no es un derecho humano que parece ser percibido por algunos ciudadanos y organizaciones, como un derecho fundamental en la vida de las personas, sino como un derecho que siempre se puede realizar a posteriori, sin consecuencias irremediables en la vida, ni de las personas, ni de las sociedades.

Es por esta razón, que esta publicación se inicia con esta aclaratoria: el derecho a la educación es un derecho fundamental que determina el desarrollo pleno de las personas y cuya realización, permite o facilita, la realización de otros derechos humanos.

Debido a ello, la garantía del derecho a una educación de calidad para todos, sin ningún tipo de discriminación, debe ser un propósito estratégico y prioritario de todos los Estados. Pero además, con la perspectiva de que la no realización del derecho a la educación en ciertas condiciones, afecta tanto el desarrollo de las personas, como el desarrollo de las sociedades.

En efecto, forma parte de la conceptualización del derecho a la educación, la existencia de una parte de la educación que es obligatoria para todos. Esa, que en Venezuela corresponde a la educación básica, es decir, a la educación que abarca desde educación inicial hasta educación media o bachillerato, es de obligatorio cumplimiento para todos los ciudadanos.

En la educación que cada sociedad considera y establece como obligatoria, se desarrolla la formación que permitirá, por una parte que las personas sean capaces de lograr, o alcanzar una vida plena, y por la otra, la que permitirá que la dinámica de las sociedades se ajuste a las reglas de juego y a la institucionalidad vigente, pero además, que tengan capacidad de producción y de garantizar las condiciones de vida de toda su ciudadanía.

Es decir, de lo que suceda en la educación básica de cada país, dependen tanto la realización y felicidad de las personas, como el desarrollo de las familias y de la sociedad, el funcionamiento del Estado, del sector productivo, la relación y convivencia de los ciudadanos entre sí y con el ambiente, entre muchas otras cosas.

Es por esta razón que, la educación básica falla, es decir, cuando el Estado es incapaz de garantizar el derecho a una educación de calidad para todos los ciudadanos, el riesgo de frustrar el desarrollo pleno de las personas y de que las sociedades no consoliden una dinámica sana y próspera, es muy alto y, aunque algunas de esas condiciones se puedan recuperar a futuro, las consecuencias para la vida de las personas, de su falta de desarrollo, incluso de sus frustraciones, así como de los problemas y vicios de funcionamiento en las sociedades, quedan.

De allí que, dada la situación por la que atraviesa en este momento Venezuela, considerando todos los precedentes y las consecuencias de la fallas en la realización del derecho a la educación hasta ahora, es que es imprescindible que, lo antes posible, se reinicie un proceso de restauración del derecho a la educación.

Esta restauración debe tener como propósito el que, efectivamente, el Estado cumpla con su obligación de garantizar el derecho a una educación de calidad para todos, sin discriminación y para toda la vida, comenzando por la educación obligatoria, que es la educación básica.

Para lograr este cometido, el país debe, en primer lugar, asumir que estamos atravesando por una Emergencia Humanitaria Compleja, que tiene como una de sus características, que el Estado no está en la capacidad real de cumplir con sus responsabilidades, por lo que se requiere, iniciar aplicando medidas extraordinarias para restaurar progresivamente el ejercicio de este derecho, hasta que las instancias del Estado recobren su institucionalidad y operatividad y puedan realmente, convertirse en garantes de ese y otros derechos (en este caso, poniendo énfasis en derechos, como el derecho a la alimentación y a la salud, entre otros, que con derechos asociados a la realización del derecho a la educación).

Reinserción

Entre las medidas extraordinarias iniciales, deben diseñarse algunas dirigidas a la reinserción de los niños, niñas y adolescentes que, por diversas razones se encuentran fuera del sistema educativo. Esa reinserción no es solamente hacer algo para que regresen a las escuelas, no, se trata de un proceso en el que:

  1. Se deben ubicar todos los niños, niñas y adolescentes que, en este momento, no estén asistiendo con regularidad a clases, o que se hayan retirado definitivamente del sistema.
  2. Se debe realizar un censo que incluya la identificación y registro de las causas por las que no están asistiendo con regularidad a clases, o por las que abandonaron la escuela, y las condiciones de vida que inciden en ello.
  3. Se debe evaluar el nivel de formación que alcanzaron los niños, niñas y adolescentes, en cada caso.
  4. Se deben evaluar también las condiciones psicológicas y emocionales de cada niño, niña y adolescente, para brindar la atención y el acompañamiento necesarios, de manera de que puedan reinsertarse de manera exitosa en el sistema.
  5. Se deben diseñar estrategias, con un alto grado de personalización que les permita, restaurar la relación con la escuela y el proceso de formación que se desarrolla en ellas, para cada caso, comenzando por las rutinas diarias asociadas; compensar las deficiencias en los aprendizajes pasados; mejorar las condiciones de vida y abordar los problemas asociados a las causas que hicieron que abandonaran o que no asistieran regularmente a las escuelas, incluyendo los aspectos psicológicos y emocionales.

El diseño y desarrollo de esas estrategias, implica, por una parte, la elaboración de formatos y protocolos de trabajo, el diseño de procesos de evaluación, sistematización y análisis de la información recaudada, y por la otra, la elaboración de materiales pedagógicos que sirvan de base para retomar los aprendizajes en cada uno de los casos.

El proceso en general, requerirá del concurso de personas que pueden tener o no, formación docente, por lo que su diseño e instrumentación deberá incluir, por una parte, el diseño y elaboración de materiales y de procesos de formación para los que funjan como facilitadores en todo el proceso, y por la otra, de acompañamiento para facilitar el desarrollo de sus funciones, así como la mejora progresiva de su desempeño.

Ese diseño, debería estar vinculado al sistema educativo formal y anclado en las escuelas existentes. Sin embargo, se entiende que, dada la situación, en este momento, sin la anuencia de los entes del Estado que administran las escuelas, esa opción no siempre será posible, por lo que se debería contar con la participación de organizaciones internacionales como UNICEF, que facilitaran y validaran los procesos.

El propósito de la reinserción es que los niños, niñas y adolescentes fuera del sistema o con inasistencia irregular y baja, puedan reingresar, integrarse y tener éxito en su formación.

Dada la situación, la restauración del derecho a la educación, debe también contar con una fase de restauración propiamente dicha, que implica la adecuación del sistema para lograr su funcionamiento y una fase complementaria de reinvención de la educación en Venezuela, que permita tener una educación de calidad, pero realmente adecuada a las demandas y necesidades de la vida y el mundo actual.

Sobre esas fases, para no hacer más larga esta entrega, estaremos hablando en las próximas publicaciones.

Nueva suspensión de clases, hace más evidente es la necesidad de reprogramar el año escolar 2018-2019

Hace minutos, un vocero del ejecutivo nacional, anunció que se mantenían suspendidas las clases en todos los niveles del sistema educativo. Ese anuncio fue seguido del recorte de la jornada laboral hasta las 2 pm y durante la declaración, no se especificó en ningún momento, por cuanto tiempo sería la nueva suspensión de actividades, lo que deja al sistema educativo en total incertidumbre e incapacidad ni de planificar, ni de buscar e instrumentar alternativas para minimizar los impactos de alargar la suspensión de clases.

La declaración tampoco incluyó una necesaria explicación de las causas para tomar una medida de ese tenor, ya que, más allá del discurso sobre el que se justifica la caída del servicio eléctrico, no se especifica por qué se debe extender la suspensión de clases por más tiempo. De hecho, estuvimos tratando de conseguir más información y lo único que encontramos fue este texto en un comunicado oficial (*):

D3BcgsqX4AA60VJs

Y posteriormente, nos hicieron llegar, la comunicación oficial del ministerio, en la que se precisa que se deberán suspender las clases, mañana 1 de abril, pero no se establece que el reinicio de clases se debe programar para el martes 2, por lo que, como ha venido sucediendo hasta ahora, se pudiera volver a extender mañana, haciendo los anuncios por un día a la vez.

Haciendo un breve recuento, para poner este anuncio en contexto, como ya todos saben, a los 6 días de clases que se habían perdido por el apagón del 7 de marzo, más los dos días perdidos por el asueto pre-carnaval, se sumaron, esta semana que está terminando, 4 días más de suspensión por un nuevo apagón. Los días adicionales de clases perdidos, fueron del 26 al 29 de marzo.

De acuerdo a ello, durante este año escolar, se han perdido 5 días por las elecciones, 2 días de asueto no programado y 10 días entre apagones y las suspensiones relacionadas con ellos. Eso suma un total de 17 días de clases perdidos. (Recordemos que el artículo 49 de la LOE establece que son 200 días de actividades escolares que ya, antes de estas pérdidas, no se cumplían)

Es importante recordar que los 5 días de clase por las elecciones se perdieron en el primer lapso y que el resto de los días perdidos, menos 1, se perdieron en el mes de marzo, dejando, como ya muchos han reseñado, a ese mes con sólo 8 días de actividades escolares.

Si nos enfocamos en el tiempo perdido desde el reinicio de clases el 7 de enero, tenemos que en estas 12 semanas, hay un total de 84 días, de los que 57 eran días de actividades escolares, de acuerdo al calendario oficial. (84 días en total, menos los 24 feriados (en este caso solamente los fines de semana) y los 3 de asueto tradicional (el día del maestro y lunes y martes de carnaval)).

De esos 57 días, 2 se perdieron por el decreto de asueto pre-carnaval y otros 10 por los apagones y las suspensiones de actividades relacionadas con ellos, sumando 12 días perdidos de clases, lo que deja solo 45 días de actividades. Es decir, que desde el 7 de enero, hasta la fecha, se ha perdido el 21% del tiempo disponible según el calendario.

Es de hacer notar que, la pérdida de tiempo, como ya mencionamos antes, ha sido más grave durante el mes de marzo, en el que, de los 19 días hábiles que debieron emplearse en el desarrollo de actividades escolares, en sólo 8, es decir, el 42% hubo clases.

Antes del anuncio que acaba de hacer el ejecutivo, íbamos a incluir en esta nota, una referencia a las instrucciones que habían llegado a algunas escuelas para el reinicio de clases mañana, haciendo énfasis en que, contrario a lo que debería suceder, no incluían pautas específicas para tratar ni la situación emocional de los estudiantes, ni la restauración de la rutina de trabajo, ni mucho menos, la recuperación del tiempo y los aprendizajes perdidos por las interrupciones y las condiciones en las que se dieron.

Pero dado este anuncio, queremos ratificar que, además de ser imprescindible que el ministerio de educación elabore pautas y gire instrucciones al respecto, debe programar una evaluación de la situación de las escuelas y del aprendizaje de los estudiantes, para que, con base a ello, se pueda diseñar y reprogramar el año escolar, haciendo todos los esfuerzos por garantizar no sólo que hayan actividades en las escuelas, sino que se garantice que todos los estudiantes logren los aprendizajes correspondientes, de manera exitosa y sin traumas adicionales a los que ya han sufrido por la situación nacional.

Queremos llamar también la atención de todos, sobre el hecho de que a pesar de poder cuantificar la pérdida de clases generalizada, no se puede ignorar la situación de muchos sectores del país, en los que, en algunos casos, por las inundaciones que retrasaron el inicio del año escolar, y en otros por falta de agua, por suspensiones del servicio eléctrico y por falta de docentes, se han perdido más días y horas de clase.

En esos casos, como se dijo en publicaciones anteriores, se tiene que garantizar que se pueda recuperar el tiempo perdido con las peculiaridades de cada caso, porque el derecho a la educación debe garantizarse sin ningún tipo de discriminación y no permitir que las zonas más afectadas cuenten con más tiempo y los recursos adecuados para recuperar el tiempo perdido y lograr los aprendizajes con igual calidad, que la mayoría, termina resultando en una discriminación por localización y condiciones de los servicios, lo cual, es totalmente inaceptable.

(*) Comunicado oficial del ejecutivo, publicado como imágenes en twitter.