¿2 semanas garantizando, con éxito, el derecho a la educación en Venezuela?

La pandemia desencadenada por el Coronavirus 19, ha generado, una situación, sin precedentes, que implica un gran reto para la garantía del derecho a la educación, en todo el mundo.

En algunos casos, como en Venezuela, en el que la realización de ese derecho ya estaba altamente comprometida, el reto es mucho más grande.

Frente a ello, el ejecutivo suspendió las clases a partir del lunes 16 de marzo, a través de un anuncio hecho en cadena nacional el viernes 13. Eso sucedió a mitad del año escolar, faltando pocos días para el cierre de su segundo momento pedagógico (denominación utilizada para sustituir el término lapso).

En consecuencia, para dar continuidad al proceso educativo, el ministerio de educación, giró algunas instrucciones, entre ellas la creación del programa denominado “Cada Familia, Una Escuela”.

Ayer, una noticia publicada en el portal del ministerio de educación, afirma que ese plan se ha “desarrollado exitosamente en sus primeras 2 semanas”. Sin embargo, no es esa la información que tenemos de muchas regiones del país, ni la percepción que la ciudadanía tiene. (*)

En términos generales, lo que hemos recogido indica que hay mucha incertidumbre en las escuelas y en las familias sobre lo que implica el desarrollo del plan, qué debe hacer y cuáles son las responsabilidades de cada uno de los participantes, cómo debe desarrollarse el plan en las casas y cómo se establece la relación con el maestro y la escuela; también hay mucha inquietud y preocupación porque las comunicaciones no son efectivas, ni a través del programa de televisión, ni en los pocos documentos que circulan, así como tampoco en las comunicaciones parciales que se dan usando audios y textos, por los chats asociados a la red de supervisores de las zonas educativas.

Obviamente, la suspensión de clases, era una medida necesaria para evitar la propagación del virus, pero el lanzamiento del programa, ese o cualquier otro que se pudiera haber creado, y dado que en Venezuela no existen las condiciones para cambiar automáticamente de educación presencial a otra forma o modalidad, requería de dos acciones previas: una evaluación de condiciones y un diseño serio, completo y adecuado.

Estas acciones, que pueden ser progresivas e instrumentadas simultáneamente con otras, requieren tiempo, por lo que se supuso que el ministerio pudiera estar trabajando en ellas, sin interrumpir el año escolar, y en consecuencia, que existiera, claramente decretada, una etapa de adaptación, una especie de pausa sin interrupción, que permitiera adecuar el sistema y trabajar para que lo que sucediera garantizara el derecho a la educación para todos, sin discriminación de ningún tipo y con calidad. Eso es lo que esperaría que hiciera el ministerio, en lugar de apostar por mantener las fechas del calendario y “cumplir” con el cierre del período en curso,

Antes de seguir, es importante recalcar que, por los precedentes, incluyendo la pérdida de clases a raíz del apagón que afectó el año escolar pasado, el país sabe que el ministerio privilegia el cumplimiento de las fechas y la certificación, en lugar del aprendizaje. En efecto, en unas declaraciones recogidas por los responsables de prensa del MPPE el pasado 26, Aristóbulo Iztúriz afirmaba que «Este drama que ha ocurrido en el mundo se dio en medio del desarrollo educativo, culminando el segundo momento pedagógico, y nosotros estamos obligados a garantizarle al muchacho la validación de los estudios preservando su derecho a la salud y su derecho a la vida”. (**)

Obviamente, «validación de los estudios» se aproxima más a lo que se ha entendido en las dos últimas décadas en Venezuela por certificación de los aprendizajes, que en muchos casos, es automática y no necesariamente refleja la calidad y completitud de la formación desarrollada.

«Cada Familia, una Escuela», o ¿es lo mismo “tarea para la casa” que una combinación de “educación en casa”, con “educación a distancia”?

Es importante hacer notar, en primer lugar, que lo que se propuso, como programa, fue instrumentar una especie de combinación entre «educación a distancia» y «educación en casa», ambos alternativas con muy pocos, o sin precedentes, en la educación básica venezolana; y, en segundo lugar, que el proceso de instrumentación, arrancó con una instrucción que no pudo ser cumplida, que era la asistencia de los docentes a las escuelas el lunes 16, para diseñar alternativas y proponer estrategias que permitieran hacer realidad lo planteado como “Cada Familia, una Escuela”.

Como elemento de contexto, hay que decir, que esa instrucción, como tal, no podía ser cumplida, por tres razones fundamentales: la primera es la falta de condiciones para el traslado (ida y vuelta) y el trabajo de los docentes en las escuelas, especialmente, tomando en consideración las medidas de prevención necesarias, así como las fallas de transporte público y de gasolina en la mayor parte del país. (Eso, poniendo al margen, el resto de las condiciones de contexto que dificultaban la presencia y el trabajo de los docentes en las escuelas).

La segunda, la más importante para el desarrollo del programa, la inexistencia de un diseño general, de unas pautas pedagógicas que orientaran la transformación de un sistema en otro y que sirvieran de referencia para el trabajo que le correspondía desarrollar a los docentes. Hay que tener claro que no existe una forma de transformación automática de la educación presencial, desarrollada en las escuelas, a la educación a distancia y mucho menos, a la educación en casa.

Y la tercera, la de mayor peso para el desarrollo de la mencionada actividad, la falta de formación de los docentes tanto para desarrollar actividades de educación a distancia, como para desarrollarlas para un programa de educación en casa, mucho más si tenían que hacerlo de un día para otro.

Efectivamente, una cosa es que cada docente diseñe su planificación y la vaya ajustando a lo largo del año escolar, con un programa, unas pautas de trabajo y reglas de juego diseñadas previamente, y otra muy diferente es que más de medio millón de docentes (profesionales de la docencia y personas no profesionales ejerciendo funciones docentes, de acuerdo a la realidad actual del sistema educativo venezolano), cada uno en su escuela y con referencia en su aula, respondiendo a la diversidad de características y condiciones de las familias de sus estudiantes, diseñe la combinación a instrumentar, con las respectivas acciones de personalización de los aprendizajes, para ser desarrolladas en un programa de educación a distancia o en una alternativa de educación en casa.

Una dinámica como esa, hubiera tenido como consecuencia que, en el mejor de los casos, tomando en consideración las limitaciones de comunicación existentes, hubiéramos podido llegar a tener casi 30.000 variantes de dicha combinación, (asumiendo que la referencia sea el número de escuelas y no el número de secciones), con la imposibilidad de garantizar el éxito en su instrumentación y de poder evaluarlas para extraer de ellas, de su desarrollo y resultados, las características deseables y óptimas a generalizar, identificando también los ajustes necesarios, para lograr la combinación más adecuada para cada contexto y realidad.

A pesar de que la acción, con la que se pretendía descargar el peso del diseño en las escuelas y sus docentes, no pudo desarrollarse, el programa siguió su curso y ya lleva dos semanas de desarrollo, con pequeños retoques. En esta variante, el peso de la instrumentación, recae en las familias y toma de forma en un programa de televisión. Esto es así, salvo en aquellas zonas y comunidades, en las que tanto docentes como estudiantes, tengan equipos y medios de comunicación adecuados, para desarrollar alternativas de educación a distancia.

Desde la suspensión de clases, hasta ahora, se debería haber producido el tan necesario diseño y el ajuste progresivo de lo que se ha ido instrumentando, por parte del ministerio, sin embargo, hasta el momento, a pesar de algunos anuncios, tuits y notas de prensa que hacen referencia a algunas reuniones e intercambios para evaluar lo desarrollado y plantear propuestas de mejora, lo que hemos observado es el desarrollo precario del programa y que se ha mantenido el calendario escolar como si nada sucediera. (***)

¿Las condiciones previas garantizaban calidad en la educación?

Antes de continuar y para que quede más claro, lo que se está experimentando en  Venezuela, porque el sistema educativo no llegó a esta contingencia en óptimas condiciones, haremos un recuento de la situación, de forma puntual y lo más completo posible:

  1. Al momento de surgir el riesgo por el Coronavirus 19, en muchas partes del país había interrupciones de los servicios básicos, electricidad y agua, impidiendo el normal desenvolvimiento de la vida de las familias y de las actividades escolares, lo que comprometía y afectaba, la calidad, completitud y continuidad de la educación básica; así como la asistencia de los estudiantes que, en algunos casos faltaban a clases por no contar con agua en sus casas para lavar sus uniformes o para bañarse.
  2. Adicionalmente, las fallas en el sistema de transporte y en el suministro de gasolina, en muchas zonas del país, también comprometían la asistencia diaria de docentes y estudiantes a las escuelas. A lo que se suma que, en algunas zonas del país, no hay escuelas y mucho menos transporte escolar, por lo que los estudiantes y docentes, han dependido del transporte privado y público para poder mantenerse en el sistema. En algunos casos, el traslado se hace a pie, pero a ciertas distancias, esa no es una opción sostenible, y de hecho, afecta el rendimiento tanto de docentes como de estudiantes.
  3. Por otra parte, las condiciones de infraestructura y dotación de muchas escuelas, eran precarias, (situación agravada por la desaparición de un programa de mantenimiento y construcción de escuelas, con planificación y presupuesto, y el traslado de parte de esas responsabilidades y costos a las comunidades); las condiciones de trabajo y contratación de los docentes, así como los programas de formación oficial y los términos de incorporación al ejercicio, violaban las convenciones colectivas y lo establecido en el artículo 104 de la Constitución; los programas de estudio, así como los recursos e instrucciones pedagógicas producidos por el ministerio, no cumplían con un mínimo de calidad y tenían un sesgo ideológico, violando también lo establecido en el artículo 102 de la Constitución.
  4. En términos de servicios y condiciones, las fallas en el programa de alimentación escolar, que se considera complementario y parte de las condiciones para la realización del derecho a la educación, se agravaron por la falta de gas y las fallas en los servicios públicos en las escuelas, por la falta de dotación y no reposición o reparación de mobiliario y equipos, pero especialmente, por la disminución de la calidad, cantidad y recurrencia en la dotación de alimentos.
  5. De forma complementaria, la dotación de uniformes y útiles, así como de equipamiento informático, se producía con menor alcance y distribuida a lo largo del año escolar, afectando de forma diferencial, a los estudiantes.
  6. El calendario escolar tenía múltiples interrupciones, disminuyendo el tiempo, la calidad y continuidad de los aprendizajes, pero sin la instrumentación de ninguna medida de recuperación del tiempo perdido que no consistiera en comprimir las actividades en el mismo tiempo. Las interrupciones podían ser nacionales, regionales, locales, institucionales, o por aula, pero en ninguno de los casos, el ente rector planteaba soluciones, para su recuperación, diferentes a comprimir las actividades.
  7. La precaria evaluación del sistema, y en consecuencia, la ausencia de información sobre su desempeño, en todos sus niveles y dimensiones, generando una opacidad que impedía hacer ajustes oportunos, así como la participación de los actores del sistema y de los miembros de las comunidades en la toma de decisiones clave y en su regulación.
  8. La restricción de participación de los actores del sistema, también se vio afectada por la creación y formalización, de organizaciones paralelas a las naturales por sector, previamente existentes, para garantizar la afinidad partidista en las comunidades.
  9. Finalmente, las condiciones de comunicación asociadas al funcionamiento del sistema, conexión de internet y telefonía, eran precarias en todo el país, intermitentes o inexistentes en muchas zonas, lo que dificultaba tanto la comunicación del ministerio con la red de supervisores, como la consecuente secuencia de la comunicación de supervisores con directores, de directores con docentes y representantes, de docentes con sus estudiantes y con los representantes y de docentes, estudiantes y representantes, entre ellos, lo que impedía gestión cotidiana tanto del trabajo en equipo, como del desarrollo de coherencia en la gestión del sistema.

Esas, en términos muy generales, eran las condiciones pre-existentes al Coronavirus 19, en la educación básica en Venezuela.

Ante ellas, y especialmente, ante ellas en combinación con la ausencia de formación y mecanismos del sistema para la educación a distancia y el absoluto desconocimiento y precedentes de la educación en casa, el ministerio de educación, no podía tener como única alternativa crear un programa basado en esos dos conceptos, sin establecer un tiempo de diseño, preparación, adecuación e instrumentación del nuevo modelo, aunque ello implicara la modificación del calendario.

Pero, como ya se dijo previamente, consistente con la lógica desarrollada a lo largo de los años, el ministerio, optó nuevamente, por privilegiar las fechas y el otorgamiento de “certificaciones”, en lugar del aprendizaje y la calidad de la educación.

¿Qué es y hasta donde llega, “Cada Familia, una Escuela”?

El programa denominado “Cada Familia, una Escuela”, hasta el momento, consiste en el traslado a las familias, de la responsabilidad de facilitar el aprendizaje, sin proveer suficientes y adecuados recursos para ello, «acompañados» por un programa de televisión de 45 minutos de duración, en el que se presentan “pautas” para todos los niveles de educación básica, incorporando, adicionalmente, un segmento de educación especial. Y esperando que, en los casos en los que sea posible, es decir, que no estén afectados, por las precarias condiciones de comunicación, familias, estudiantes y docentes, puedan comunicarse de forma complementaria, por correo electrónico, chats o mensajes de texto.

Para su instrumentación, adicionalmente, desde el ministerio, se han enviado a las escuelas, a través de la red de supervisores, algunas pautas por chat (escritas o en audios), y en documentos digitales, breves e incompletos, para el propósito que, con ellos, se persigue. De hecho, el nivel de desarrollo, precisión y calidad de los componentes del programa, resultan insuficientes para garantizar el aprendizaje en una alternativa que parece estar en plena construcción, mientras se instrumenta, y que responde a una lógica muy diferente a la educación escolarizada y presencial.

Además, hasta el momento, la instrumentación de “Cada Familia, una Escuela”, parte de 10 premisas, no necesariamente ciertas:

  1. En todos los hogares del país, hay un televisor.
  2. A todos llega la señal de los canales en los que se transmite.
  3. En todos los hogares, hay luz a las horas en la que corresponde verlo.
  4. En todos los hogares hay miembros de la familia con conocimientos y capacidad para acompañar el aprendizaje de los estudiantes.
  5. El diseño del programa de televisión es adecuado y suficiente para cubrir las necesidades y contenidos de todos los niveles de educación básica, encada uno de sus grados, años, asignaturas y áreas.
  6. Los contenidos del programa de televisión son significativos y oportunos para todos y cada uno de los estudiantes.
  7. Hay materiales, equipos y recursos en cada casa para apoyar las actividades, investigaciones y realizar los ejercicios propuestos en el programa, así como para elaborar el portafolios. Eso incluye la existencia de una versión digital o en físico de los libros de la colección bicentenario, de la revista tricolor, y la existencia de computadoras o tablets canaimas.
  8. Las familias tienen recursos y medios para ir a las escuelas a buscar el PAE y para entregar el portafolios cuando se requiera.
  9. Las familias y los docentes tienen condiciones y medios para comunicarse.
  10. Los docentes y los directivos tienen condiciones y formación para desarrollar actividades de educación a distancia, para orientar a las familias sobre las actividades y dinámicas de la formación en casa y las familias tienen formación para facilitar los aprendizajes, sin la asistencia de los estudiantes a la escuela.

Efectivamente, la mayoría de esos supuestos no se cumplen. Muchos de los hogares no tienen acceso a internet y no todos los estudiantes y docentes, cuentan con una Canaima o una Tablet, no todos los hogares tienen televisión, algunos no tienen ni siquiera una radio y si la tienen, no necesariamente les llega la señal de las pocas emisoras que incluyen contenido educativo en su programación.

Para los hogares que no tienen acceso a internet, televisión o radio, la única forma de trabajar es con material impreso, y el programa Cada Familia, una Escuela, no contempla su diseño y producción, lo único que contempla es el uso de la colección bicentenario, que no es suficiente, ni para la realización de actividades en casa, asistidas por las familias, ni para la formación y orientación de los miembros de la familia, sobre como apoyar el aprendizaje de los estudiantes.

En muchas familias no hay personas que tengan el conocimiento y las competencias para orientar el aprendizaje de los estudiantes, más allá de lo que habían hecho hasta ahora, acompañándolos, mientras hacían las tareas que les mandaban para la casa.

Para estas familias, se requiere diseñar procesos de formación y acompañamiento, simultáneos al ejercicio de su rol, como los que se empleaban en el programa colombiano Escuela Nueva, para formar a no docentes, como tales, mientras ejercían en escuelas de acceso limitado.

Adicionalmente, para todos, incluyendo las familias con miembros que tengan, algunas o bastantes capacidades y competencias para poder orientar el aprendizaje de los estudiantes, se deben diseñar y proveer, materiales que tengan versiones digitales y físicas -para poder llegar hasta el hogar más alejado, en Venezuela-, que les permitan identificar las necesidades particulares del estudiante a su cargo, para que puedan apoyar la personalización de los procesos que es propia de la educación a distancia.

El diseño del programa de televisión, actualmente es inaceptable. Comenzando por el hecho de comprimir el trabajo de los docentes y profesores, de todos los niveles, en todas las disciplinas y áreas, de todos los grados y años, incluyendo la modalidad de educación especial y unas instrucciones generales, en 45 minutos, con segmentos que por su duración, no permiten que se desarrolle adecuadamente un contenido y que, para rematar, no se explique o indique ni a las familias, ni a los estudiantes, con detalle, lo que se espera que se aprenda en cada caso y qué es lo que concretamente debe incluir en el portafolios, como muestra de que el aprendizaje se realizó. De hecho, la experiencia en estas dos semanas, indica un precario diseño de guión general y un insuficiente e inadecuado diseño de guiones específicos para cada segmento, todo ello producto, probable e inicialmente, del corto tiempo de duración.

No basta con dar algunas pautas generales o enseñar como hacer un portafolios con material reciclado. Como recurso educativo, debería procurar brindar pautas que garanticen que las actividades se desarrollen en los hogares, de manera y con recursos adecuados.

De hecho, no se puede suponer, como se vio en una de las ediciones, que los estudiantes de bachillerato, aprenden a hacer mantenimiento preventivo de una tablet, porque se les muestre, por encima y a distancia, a un técnico, que cuenta con las herramientas e implementos necesarios, desarmando una y cambiándole la pantalla, lo que, en efecto, no es el tipo de mantenimiento que se dijo que se iba a enseñar.

Tampoco se puede interpretar como “pedagogía productiva” el hecho de decir a las familias que tienen que colectar semillas y darles algunas pautas sobre cómo conservarlas o sembrarlas; o dar una instrucción errada sobre lo cómo se logra crean un envasado al vacío que permita conservar alimentos. Eso, además de insuficiente, es inadecuado e inaceptable, para el ente que tiene como obligación garantizar educación de calidad en Venezuela.

Por otra parte, dado que se trata de toda la educación básica, que incluye 3 niveles, con complejidad y alcances muy diferentes, en lugar de un programa, deberían ofrecerse varios, diariamente, dirigidos específicamente a cada nivel, incluso, organizando los materiales, por años y grados, por áreas y asignaturas y por tipos de estrategias pedagógicas utilizadas. Y si se determina como necesario, debería existir un canal de televisión de uso exclusivo del sistema educativo, que permita ofrecer la diversidad y la calidad que este proceso requiere.

Pero, ¿qué se esperaría del Estado en un momento como éste?

En primer lugar, que estableciera un tiempo de adaptación y reconversión del sistema. Ese tiempo, obviamente no podría ser interpretado como una pausa sin actividades para los estudiantes, pero, implicaría una extensión del calendario escolar, que podría haberse empleado como un tiempo de reconocimiento, evaluación y repaso.

Reconocimiento de las condiciones de cada uno de los actores del sistema, en cuanto a sus capacidades y posibilidades para participar en el desarrollo de un nuevo modelo.

Evaluación de las condiciones reales de cada escuela y docente para el desarrollo de actividades de educación a distancia y las posibilidades reales de combinarla con la lógica de un sistema de educación en casa. (Evaluación necesaria, dadas las precarias condiciones de comunicación existentes, la ausencia de materiales y de formación de los docentes para desarrollar la educación a distancia; así como la ausencia de materiales y la falta de formación de las familias para la educación en casa).

Repaso de lo aprendido o trabajado a lo largo del año escolar, por los estudiantes, con sus familias, para aprovechar el tiempo, consolidar los aprendizajes y determinar los aspectos en los que hay que retomar lo ya visto en las escuelas, pero no aprendido, hasta el momento.

En segundo lugar, que durante el tiempo de adaptación y reconversión, el ministerio y las organizaciones del sistema, simultáneamente:

  1. Evaluaran la situación de las escuelas y los docentes, en términos del estatus del proceso de aprendizaje y cumplimiento de la planificación.
  2. Evaluaran las condiciones de cada sección para el desarrollo de actividades a distancia que incluyan el acompañamiento y apoyo a las familias y el monitoreo y apoyo a los estudiantes, comenzando por la formación real de cada docente y sus competencias para la enseñanza a distancia.
  3. Desarrollaran un proceso de evaluación y compilación de materiales didácticos de diversas fuentes, nacionales e internacionales, y formatos que puedan utilizarse, con una adaptación mínima, o sin requerir adaptación, en la nueva modalidad. (Esta compilación pudiera permitir el aprovechamiento de materiales audiovisuales y documentales que se encuentran a disposición en la red, a través de su difusión en formatos que puedan llegar a más hogares, a través de la televisión, de la radio, de dispositivos informáticos, o en físico, sin depender de la conectividad para su acceso).
  4. Reestructuración de los procesos de planificación y evaluación de las actividades con la incorporación de nuevas técnicas y actores con nuevos roles, como las familias, precisando muy bien lo que se espera de cada actor durante todo el proceso y en cada tipo de actividad, y elaborando o adaptando materiales para apoyar el proceso en todas sus dimensiones y actores; así como, incorporando la personalización, como elemento clave de este tipo de modelo educativo, personalización que incluya la peculiaridad de las condiciones en las que se desarrolla el proceso educativo. La elaboración de los materiales, debe incluir guías y pautas para que las familias puedan comprender y ejercer, de manera óptima el rol que les corresponde en el proceso.
  5. Incorporación de recursos y experiencias existentes, como las de formación radiofónica de Fe y Alegría, con las adaptaciones requeridas, para los niveles en los que sea aprovechable. De igual manera, incorporar las experiencias existentes en la modalidad de educación especial, en el diseño y desarrollo de recursos, programas y materiales especiales para las diversas necesidades de los estudiantes con condiciones especiales.
  6. Modificación adicional del calendario escolar, de acuerdo a los requerimientos que se desprendan de la instrumentación progresiva de la nueva modalidad y con la flexibilidad necesaria, dada la peculiaridad de la situación que origina los cambios.
  7. Inversión en dotación de equipos y mejora de las comunicaciones, para ampliar el alcance de los recursos tecnológicos a las zonas y familias que, en este momento, no tienen acceso a ellos.
  8. Elaboración de un nuevo proceso de monitoreo y evaluación, para hacer seguimiento y ajustes del proceso, durante su diseño e instrumentación, garantizando la calidad de la educación, como el resultado óptimo buscado en el sistema.

En tercer lugar, que la instrumentación del sistema contara con: un diseño adecuado (mejorado progresivamente durante su instrumentación) del sistema y de los procesos; con mejora progresiva de las condiciones de desarrollo del programa, que incluyan el incremento de las opciones de formación, de los mecanismos y medios de comunicación, así como el desarrollo de materiales (radiofónicos, audiovisuales y documentales, físicos y digitales) de calidad adaptados a la nueva modalidad, y mecanismos de seguimiento y evaluación acordes con los requerimientos y peculiaridades de la combinación de educación en casa y a distancia.

Y en finalmente, cuando se superen las restricciones como consecuencia del Coronavirus 19, se requiere, por una parte, la realización de una evaluación posterior y una ampliación del próximo año escolar, para restaurar lo que no se pudo desarrollar por las limitaciones y por las deficiencias de la alternativa instrumentada por el ministerio; y por la otra, un proceso de evaluación de lo sucedido y de las condiciones reales del sistema y de la política educativa existente, con la identificación de aprendizajes que permita mejorar el funcionamiento del sistema educativo escolarizado a futuro, en Venezuela.


(*) Entre el anuncio de la suspensión de clases y la nota de prensa publicada ayer, se dieron una serie de eventos y circuló alguna información en documentos, que estamos terminando de compilar y organizar, y que será publicada en otra nota.

(**) Nota de prensa en el portal del MPPE: Unesco y Unicef reconocen iniciativas del Gobierno Bolivariano para garantizar la educación durante la contingencia por el Covid-19

(***) En este punto, es importante resaltar que en una nota de prensa sobre la reunión que se desarrolló ayer, 27 de marzo, por videoconferencia, con las zonas educativas, se mencionaron iniciativas puntuales de 4 de las zonas educativas del país, para contribuir en el desarrollo del programa. En la reseña se incluyeron 2 fotos de la pantalla de la videoconferencia, en la que se veía la participación de solo 13 equipos zonales, que con el de Distrito Capital que podía estar también en la sede del ministerio, la participación no llegaba al 60% de las zonas educativas existentes, a menos de que las demás estuvieran conectadas aunque visibles en pantalla.

Nueva suspensión de clases, hace más evidente es la necesidad de reprogramar el año escolar 2018-2019

Hace minutos, un vocero del ejecutivo nacional, anunció que se mantenían suspendidas las clases en todos los niveles del sistema educativo. Ese anuncio fue seguido del recorte de la jornada laboral hasta las 2 pm y durante la declaración, no se especificó en ningún momento, por cuanto tiempo sería la nueva suspensión de actividades, lo que deja al sistema educativo en total incertidumbre e incapacidad ni de planificar, ni de buscar e instrumentar alternativas para minimizar los impactos de alargar la suspensión de clases.

La declaración tampoco incluyó una necesaria explicación de las causas para tomar una medida de ese tenor, ya que, más allá del discurso sobre el que se justifica la caída del servicio eléctrico, no se especifica por qué se debe extender la suspensión de clases por más tiempo. De hecho, estuvimos tratando de conseguir más información y lo único que encontramos fue este texto en un comunicado oficial (*):

D3BcgsqX4AA60VJs

Y posteriormente, nos hicieron llegar, la comunicación oficial del ministerio, en la que se precisa que se deberán suspender las clases, mañana 1 de abril, pero no se establece que el reinicio de clases se debe programar para el martes 2, por lo que, como ha venido sucediendo hasta ahora, se pudiera volver a extender mañana, haciendo los anuncios por un día a la vez.

Haciendo un breve recuento, para poner este anuncio en contexto, como ya todos saben, a los 6 días de clases que se habían perdido por el apagón del 7 de marzo, más los dos días perdidos por el asueto pre-carnaval, se sumaron, esta semana que está terminando, 4 días más de suspensión por un nuevo apagón. Los días adicionales de clases perdidos, fueron del 26 al 29 de marzo.

De acuerdo a ello, durante este año escolar, se han perdido 5 días por las elecciones, 2 días de asueto no programado y 10 días entre apagones y las suspensiones relacionadas con ellos. Eso suma un total de 17 días de clases perdidos. (Recordemos que el artículo 49 de la LOE establece que son 200 días de actividades escolares que ya, antes de estas pérdidas, no se cumplían)

Es importante recordar que los 5 días de clase por las elecciones se perdieron en el primer lapso y que el resto de los días perdidos, menos 1, se perdieron en el mes de marzo, dejando, como ya muchos han reseñado, a ese mes con sólo 8 días de actividades escolares.

Si nos enfocamos en el tiempo perdido desde el reinicio de clases el 7 de enero, tenemos que en estas 12 semanas, hay un total de 84 días, de los que 57 eran días de actividades escolares, de acuerdo al calendario oficial. (84 días en total, menos los 24 feriados (en este caso solamente los fines de semana) y los 3 de asueto tradicional (el día del maestro y lunes y martes de carnaval)).

De esos 57 días, 2 se perdieron por el decreto de asueto pre-carnaval y otros 10 por los apagones y las suspensiones de actividades relacionadas con ellos, sumando 12 días perdidos de clases, lo que deja solo 45 días de actividades. Es decir, que desde el 7 de enero, hasta la fecha, se ha perdido el 21% del tiempo disponible según el calendario.

Es de hacer notar que, la pérdida de tiempo, como ya mencionamos antes, ha sido más grave durante el mes de marzo, en el que, de los 19 días hábiles que debieron emplearse en el desarrollo de actividades escolares, en sólo 8, es decir, el 42% hubo clases.

Antes del anuncio que acaba de hacer el ejecutivo, íbamos a incluir en esta nota, una referencia a las instrucciones que habían llegado a algunas escuelas para el reinicio de clases mañana, haciendo énfasis en que, contrario a lo que debería suceder, no incluían pautas específicas para tratar ni la situación emocional de los estudiantes, ni la restauración de la rutina de trabajo, ni mucho menos, la recuperación del tiempo y los aprendizajes perdidos por las interrupciones y las condiciones en las que se dieron.

Pero dado este anuncio, queremos ratificar que, además de ser imprescindible que el ministerio de educación elabore pautas y gire instrucciones al respecto, debe programar una evaluación de la situación de las escuelas y del aprendizaje de los estudiantes, para que, con base a ello, se pueda diseñar y reprogramar el año escolar, haciendo todos los esfuerzos por garantizar no sólo que hayan actividades en las escuelas, sino que se garantice que todos los estudiantes logren los aprendizajes correspondientes, de manera exitosa y sin traumas adicionales a los que ya han sufrido por la situación nacional.

Queremos llamar también la atención de todos, sobre el hecho de que a pesar de poder cuantificar la pérdida de clases generalizada, no se puede ignorar la situación de muchos sectores del país, en los que, en algunos casos, por las inundaciones que retrasaron el inicio del año escolar, y en otros por falta de agua, por suspensiones del servicio eléctrico y por falta de docentes, se han perdido más días y horas de clase.

En esos casos, como se dijo en publicaciones anteriores, se tiene que garantizar que se pueda recuperar el tiempo perdido con las peculiaridades de cada caso, porque el derecho a la educación debe garantizarse sin ningún tipo de discriminación y no permitir que las zonas más afectadas cuenten con más tiempo y los recursos adecuados para recuperar el tiempo perdido y lograr los aprendizajes con igual calidad, que la mayoría, termina resultando en una discriminación por localización y condiciones de los servicios, lo cual, es totalmente inaceptable.

(*) Comunicado oficial del ejecutivo, publicado como imágenes en twitter.

¿Es posible la recuperación del tiempo perdido en educación?

(Por diversas razones no habíamos podido mantener las publicaciones del blog actualizadas. Hoy, aprovechando que hay luz y conexión, – bueno, había conexión y se cayó antes de publicar-, retomaremos las publicaciones en este blog)

Como todos saben, siempre hacemos una hipótesis de calendario al inicio del año escolar, que luego ajustamos cuando se publica el calendario del Ministerio y posteriormente vamos haciendo un balance de los días de clase perdidos.

Ese seguimiento tiene sentido siempre, incluso en circunstancias especiales e inéditas como las que estamos viviendo en Venezuela, pero precisamente por estas circunstancias, especialmente por la forma diversa en la que han afectado al país, dependiendo de las zonas, en lugar de comenzar con el «cálculo» de los días de clases perdidos, en este momento, haremos unas consideraciones sobre cómo y para qué estimar el tiempo perdido, y sobre las condiciones para el regreso y la continuación del año escolar.

Estimación del tiempo perdido

Sacar la cuenta del tiempo perdido en educación, en este momento, es una tarea que debe ser realizada en cada escuela, porque para poder saber cuántos días y horas de clase se han perdido desde el inicio de clases, el 17 de septiembre -para inicial y primaria- , o desde el 1 de octubre -para bachillerato-, es imprescindible hacer la cuenta en cada una de las escuelas del país, tomando en consideración varios factores:

  1. Días de inicio de año escolar empleados en inscripciones y con actividades incompletas por baja asistencia de los estudiantes.
  2. Días de inicio de año escolar perdidos porque, como consecuencia de las inundaciones, no se pudieron iniciar las actividades en las escuelas.
  3. Días de suspensión de actividades por elecciones. En esta oportunidad también hay variaciones, teniendo como máximo los 5 días inicialmente decretados por el Ministerio.
  4. Días de retorno de las vacaciones de diciembre con actividades incompletas por la baja asistencia de estudiantes y por la migración de docentes.
  5. Días de asueto decretados por el ejecutivo.
  6. Días de actividades perdidas previos al apagón nacional por falta de luz o de agua en la zona en la que se ubica la escuela. También se deben contabilizar las suspensiones parciales, es decir, las horas perdidas porque se redujo la jornada de trabajo, por las mismas razones o por fallas en el Sistema de Alimentación Escolar, por las que.
  7. Días de apagón, más días de suspensión de actividades decretados.

Para ello, a esta altura, se esperaría que el Ministerio hubiera girado instrucciones en las escuelas, en varias oportunidades, para poder contabilizar las pérdidas en cada una y, de ser necesario, como en el caso de las escuelas ubicadas en los municipios afectados por las inundaciones, que hubiera organizado la reprogramación y extensión del año escolar desde el inicio. Actualmente, también se esperaría que hubiera tenido un balance del tiempo perdido hasta antes del apagón, con una propuesta de extensión del calendario, para recuperarlo.

Tiempo perdido más allá de suspensiones y reducciones de jornada

Sin embargo, el tiempo perdido, en educación, no se calcula solamente en términos de días y horas sin clases, o sin actividades de aprendizaje, se calcula tomando en consideración el aprovechamiento efectivo del tiempo escolar.

En nuestra publicación del 10 de septiembre del año pasado, en la que presentamos las consideraciones que se deberían tener para evaluar la factibilidad del inicio del año escolar 2018-2019, con normalidad, especificamos los problemas que se habían registrado a lo largo del año escolar pasado y que habían afectado la calidad y cantidad de los aprendizajes de los estudiantes. (Puedes leer la publicación aquí)

La mayoría de los problemas registrados durante el año escolar 2017-2018, se han repetido e incrementado durante lo que va de año escolar 2018-2019, afectando, mucho más, las posibilidades de mantener la continuidad en las actividades de aprendizaje. Para ilustrar la situación cotidiana de las escuelas, tomaremos dos problemas como ejemplos:

  1. La inasistencia recurrente de los estudiantes: como se sabe, desde el año escolar pasado, en muchas escuelas, falta a clases todos los días, entre el 30 y el 70 % de los estudiantes de cada aula, la inasistencia no es la misma en todas las aulas, todos los días, ni tampoco es la misma en todas las aulas de una escuela.

Adicionalmente, los estudiantes que no asisten varían día a día. En algunos casos, las inasistencias de los estudiantes son de una a 3 veces a la semana.

Esa situación tiene como consecuencia una variación importante en la conformación del grupo de estudiantes que se encuentra en el aula, cada día; en efecto, debido a ello, el grupo siempre es diferente, por lo que a los maestros se les dificulta mantener la continuidad en los procesos de enseñanza, y, por ello, deben emplear mucho más del tiempo requerido para desarrollar las actividades y garantizar el aprendizaje. Una buena parte del tiempo, es empleado en repetir experiencias para garantizar el aprendizaje de los que no pudieron asistir y en realizar actividades para retomar el hilo, repasar, reforzar procesos y tratar de reconstruir la continuidad perdida.

La ruptura en la continuidad de los aprendizajes, se agudiza con las interrupciones parciales o totales de las actividades por fallas en los servicios (agua, luz, alimentación), que en algunas zonas del país, son recurrentes. Pero también, la capacidad de participar de forma exitosa en las actividades, está mediada, por una parte por las razones por las que los estudiantes dejan de asistir de forma recurrente, así como por las condiciones de vida en sus casas, y por la otra, por las condiciones en las que se desarrollan las actividades en las escuelas que incluyen desde la dotación, hasta las condiciones sanitarias y de seguridad, pasando por el equipamiento y la alimentación.

Las inasistencias de esta magnitud, por las causas que se producen, y especialmente, por las consecuencias en la formación de cada uno de los estudiantes, no se contabilizan simplemente, se tienen que registrar tomando como referencia los aprendizajes afectados en cada caso, y tomándolos en consideración a la hora de reprogramar, porque un estudiante que no logró un aprendizaje que es requisito para uno posterior, está en franca desventaja y no sólo tendrá más dificultades de aprender posteriormente, sino que sufrirá el impacto psicológico de experimentar esa desventaja, especialmente, conociendo las causas que la originaron.

Todas esas interrupciones –y su recurrencia- debilitan la apropiación de los aprendizajes por parte de los estudiantes, lo que tiene como consecuencia una mayor disminución en la calidad de la educación que se obtiene, afectando, en última instancia, la realización del derecho a la educación, y limitando el desarrollo pleno y de las oportunidades de desarrollo a futuro de los niños, niñas y jóvenes que es uno de los propósitos asociados a la realización del derecho a la educación.

2. Condiciones psicológicas y emocionales de estudiantes y docentes: además de los problemas ya reportados, el año escolar pasado, que como sabemos también se han incrementado al inicio de este, la situación política, económica y social ha tenido severas consecuencias en la población emocionales y psicológicas en la población.

La incertidumbre por la situación y sus consecuencias en la vida cotidiana, las restricciones en la adquisición de alimentos y medicamentos, las fallas en el transporte, las fallas en los servicios de luz y de agua, la falla en el suministro de gas, el aumento de la delincuencia, por una parte, y la sensación de pérdida tanto de condiciones de vida, como de familia, por las migraciones, entre otras, han generado un estado de indefensión, de desesperanza, de inestabilidad emocional y psicológica en la población, que dificultan, tanto la capacidad de concentración y organización de todos, como la capacidad de aprendizaje de los estudiantes.

Aunque ya algunas de las condiciones se han comenzado a hacer visibles, como problemas del sistema educativo, como por ejemplo, entender que un niño que no se alimenta bien, no puede aprender; o que cuando no hay recursos suficientes en las casas, o cuando no hay agua para lavar la ropa o hasta para bañarse, como ha pasado en los últimos meses, los niños dejan de asistir a la escuela; hay otras que ahora es que comienzan a mencionarse y que están asociadas a la angustia psicosocial y los traumas psicológicos; así como también otras que no se mencionan sino en algunos espacios, como la necesidad de mantener la estructura y organización del tiempo, así como las rutinas de vida en la cotidianidad.

En efecto, ahora parece comenzar a entenderse que un niño que está triste porque parte de su familia emigró, o porque perdió un familiar o un amigo, producto de la falta de medicamentos, de alimentos, o por deficiencias en el sistema de salud o como víctima de la delincuencia, o porque sus condiciones de vida han disminuido considerablemente; o un niño que tiene miedo porque en el sector en el que vive experimenta la tensión de la inseguridad cotidianamente, no puede concentrarse y por tanto, está en desventaja para el desarrollo del proceso de aprendizaje.

En estos casos, tanto los cálculos del tiempo necesario para recuperar la calidad y completitud de los aprendizajes, como para el diseño de las estrategias para lograr la restauración de los mismos, especialmente, cuando las condiciones que los afectan, no mejoran, sino que se agravan con el tiempo, requieren, además de instrucciones especiales, dado lo excepcional de la situación, de un proceso de evaluación que permita a los docentes estimar el tiempo que requeriría para poder replantear su planificación para el resto del año escolar. Ese proceso de evaluación, por cierto, también requiere tiempo que no podrá emplearse ni en la reconstrucción de la continuidad del proceso, ni en el desarrollo del mismo.

Adicionalmente, lo extraordinario de este tipo de situaciones, requiere el apoyo de personal especializado y de guías para docentes y padres, o representantes, que permitan acompañar de manera adecuada a los estudiantes en su participación en el proceso educativo.

Condiciones para el regreso y la continuación del año escolar

En una situación como la que estamos viviendo en Venezuela, se esperaría que el Ministerio de Educación, como el ente responsable del sistema educativo, específicamente de la educación básica, a esta altura:

  1. Hubiera hecho un balance de los daños en las escuelas, por las fallas en los servicios, así como por las consecuencias de la delincuencia. Ese balance debería incluir, el cálculo de los daños y pérdidas, así como de un inventario de los problemas a resolver y las necesidades de reparación y reposición de equipos e insumos; y con un estimado del tiempo de recuperación tanto de los servicios de luz, agua y alimentación, más la inversión y el tiempo para reparar daños y reponer equipos e insumos en cada escuela.
  2. Hubiera hecho un balance del equipo docente con el que se cuenta y de los cargos docentes ocupados temporalmente, por personas que no tienen formación para ese ejercicio, de forma de poder generar un plan de emergencia para la atención de los centros educativos, que estuviera acompañado por docentes formados –incluso pidiendo ayuda a docentes jubilados- y por materiales para apoyar a todo el personal, tanto en las labores pedagógicas propiamente dichas, como en la detección y atención a las consecuencias de la angustia psicosocial y los traumas psicológicos. Ese balance y ese plan, por cierto, debería incluir una evaluación de las condiciones de trabajo y de vida de los docentes, así como la restauración de las condiciones establecidas en su contratación colectiva.
  3. Hubiera discutido, con los organismos internacionales competentes en atención a las emergencias humanitarias, las posibilidades y planes, tanto para el reinicio de clases, como para la extensión del año escolar, con base en las actividades de acompañamiento psicosocial y educativo, complementarias, para garantizar disminuir las diferencias en las condiciones de los estudiantes, por la diversidad de formas y magnitud, en las sus vidas y su formación se han afectado, hasta el momento.
  4. Con base en la información recaudada, hubiera elaborado planes, con inversión establecida y tiempos, así como, con materiales para garantizar un exitoso reinicio del año escolar, con la necesaria restauración de las condiciones y aprendizajes dependiendo de las variaciones de la situación en cada una de las zonas del país y de las escuelas.
  5. Hubiera discutido con los gremios del sector, los planes elaborados y la mejor forma de instrumentarlos para, desde la visión de los que hacen posible cotidianamente la educación en las escuelas, se pudieran hacer los ajustes necesarios.
  6. Y, en lugar de estar postergando diariamente el inicio de clases, anunciara el día de reinicio de las clases, con un calendario claro, junto con los planes asociados, para el conocimiento de todo el país y de cada comunidad.

Sin embargo, además de ello, en aquellas escuelas en las que se pudiera, así fuera de forma parcial, por las condiciones generadas por las fallas en los servicios, se hubieran podido habilitar las instalaciones para:

  1. Proveer de alimentos a las comunidades con mayores dificultades. Obviamente, para ello, la escuela debería contar con un mínimo de condiciones que incluyeran agua, luz y gas, para poder preparar los alimentos, pero, esas son condiciones que, en muchos casos pudieron procurarse con el apoyo del Estado, y que pudieron ayudar a atender a la población, así como a disminuir los efectos psicosociales de la situación en ella. Esta actividad se ha realizado en algunas escuelas del Estado Miranda los dos últimos días.
  2. Servir como centros de acopio y distribución de insumos básicos, como comida no perecedera, suplementos nutricionales y agua, que es lo que se debería suministrar a la población en una situación de emergencia generalizada como la que se presentó a raíz del apagón generalizado en Venezuela.
  3. Servir como centros de reunión y de atención para los niños y jóvenes, con actividades lúdicas y complementarias de aprendizaje, que les permitieran tener algo de organización en el tiempo y mantener la lógica de la rutina, ambas cosas importantes, tanto para su formación, como para su estabilidad psicológica y emocional.

En lugar de ello, asistimos a una dinámica muy diferente, especialmente carente de evaluaciones, balances, planes y materiales de apoyo para atender la situación actual y para el acompañamiento de nuestros niños y jóvenes, antes, durante y después del reinicio de clases.

 

Nueva suspensión por elecciones = 10 días menos de clases este año escolar en Venezuela

El pasado miércoles 9 de abril, el Ministerio de Educación (MPPE), publicó en su cuenta de twitter una circular, fechada el 10 de mayo, con la que notificaba la suspensión de las actividades en todos los planteles, desde el martes 15 hasta el lunes 21, por la realización de las elecciones pautadas para el 20 de mayo.

A continuación pueden ver el tuit y la circular:

 

En esta oportunidad, como en los anteriores procesos electorales, la suspensión de clases se hace por 5 días: 4 previos al fin de semana en el que se realiza la votación, más el lunes siguiente. Esto sucede así, desde hace varios años.

Esta suspensión, como hemos señalado en procesos electorales anteriores, es excesiva e innecesaria, pues bastaría con suspender las actividades el viernes antes y el lunes después, para la entrega de materiales y equipos, la organización y apertura de las mesas, la realización del proceso de votación, el cierre de mesas con sus respectivas auditorías, y la devolución de los materiales y equipos electorales al CNE, a través del organismo correspondiente.

Sin embargo, en esta oportunidad, además de los cuestionamientos que se han hecho sobre la legitimidad de la convocatoria al proceso electoral y la duración de la suspensión de clases, la situación presenta un agravante, debido a que la medida se aplica a todas escuelas, sean o no centros electorales.

En efecto, se produce una doble restricción al derecho a la educación, porque por una parte se suspenden las actividades en escuelas que no son centros electorales y por la otra se suspenden por más días de los necesarios para realizar el proceso electoral.

Todo ello, sin que el MPPE anuncie ninguna medida que permita la recuperación del tiempo perdido y la restauración adecuada y efectiva de los procesos de aprendizaje.

Cabe destacar que, por no estar previsto este proceso electoral desde antes de iniciar el año escolar, ni haber sido incluido con anticipación en el calendario de actividades, las escuelas no han contado con tiempo suficiente para hacer los ajustes que les permitirían mantener la calidad y la eficacia de los procesos de aprendizaje. Y ante tan poca anticipación y sin contar con medidas que permitan ajustar el calendario escolar, aumentando los días o ampliando el horario de trabajo, resulta imposible, tanto mitigar los efectos negativos de las interrupciones no programadas de actividades, como de la disminución del tiempo de actividades escolares.

En efecto, desde inicios del año escolar, en la publicación que hicimos el 21 de septiembre, advertimos que, de los 324 días que hay entre el 18 de septiembre -día de inicio del año escolar para los niveles de educación inicial y primaria-, y el 31 de julio -día de cierre del año escolar-, se podrían tener 201 días de actividades escolares -uno más que lo que estipula el artículo 49 de la LOE-, pero sólo 149 días de clases, incluyendo, entre los días potenciales, todas las actividades complementarias.

artículo 49 de LOE

Con este nuevo proceso electoral, la cantidad de días de clase se reduce a 144 y el tiempo disponible para actividades escolares queda en 196, es decir, 4 días menos que lo que establece la LOE.

Ver la distribución en los gráficos siguientes:

Fuente: Elaboración propia.

Tanto la reducción del tiempo, como la falta de anticipación en su notificación, tienen repercusiones negativas en la realización del derecho a la educación, que implica el desarrollo de educación de calidad.

Frente a esta medida arbitraria, algunas comunidades educativas han reaccionado. Una de ellas, elaboró el siguiente comunicado, en el cual hacen un llamado a toda la comunidad a asistir a la escuela y desarrollar las actividades con normalidad, hasta el jueves 17 de mayo. El comunicado, se puede ver a continuación:

comunidad JXXIII
Fuente: Cuenta de twitter de la Comunidad Educativa del I.E. Juan XXIII (*)

Es importante, adicionalmente, llamar la atención sobre el hecho de que esta suspensión de actividades se da en un momento, en el que por diversas razones, el desarrollo del año escolar se ha visto entorpecido y la continuidad de los procesos de aprendizaje ha sido interrumpida con frecuencia.

Nos referimos a las inasistencias recurrentes reportadas en las escuelas, tanto de estudiantes como de docentes, derivadas de la disminución en las opciones de transporte público, de la falta de recursos en las familias para sufragar los costos de traslado a las escuelas y de alimentación en el tiempo escolar, y de la imposibilidad de asistencia por razones de salud o, en el caso de los estudiantes, por tener que trabajar o acompañar a sus familias a hacer colas para conseguir alimentos.

Pero también, nos referimos a las interrupciones de las actividades escolares por las fallas recurrentes en el Programa de Alimentación Escolar y en los servicios de electricidad y agua, que implican la suspensión, parcial o total, de la jornada diaria de clases, por falta de condiciones para realizar las actividades.

Estas son situaciones que se presentan, cada vez con más frecuencia, en las escuelas de todas las dependencias del sistema educativo venezolano y, aún cuando su recurrencia es variable a lo largo y ancho del territorio nacional, por lo que los estudiantes son afectados de forma peculiar y diferenciada, los efectos en la restricción del derecho a la educación, en términos de continuidad y calidad, son cada vez más generalizados.

Ante este contexto, se esperaría que el MPPE en lugar de suspender las clases 5 días para la realización de un proceso electoral, estuviera haciendo un inventario de las interrupciones parciales y totales de clases, así como de la recurrencia de las inasistencias de los estudiantes, y proponiendo medidas especiales para tratar, en lo posible, de mitigar los efectos negativos de esta situación sobre el funcionamiento del sistema educativo, así como de normalizar la continuidad de los procesos de aprendizaje y trabajar por garantizar un mínimo de calidad en la educación durante lo que resta del año escolar 2017-2018.

También es importante alertar sobre la continuidad en el uso inadecuado de los recursos del Estado que se hace desde el MPPE, específicamente en el contexto del proceso electoral, ya que promueve actividades y utiliza sus medios de comunicación y cuentas en las redes sociales, para hacer campaña electoral por uno de los candidatos, lo cual es violatorio de la normativa existente y califica como peculado de uso.

En las siguientes imágenes se pueden apreciar, unos pocos ejemplos, del uso propagandístico de la cuenta oficial de twitter del MPPE, en el marco de la campaña electoral, por una parte, difundiendo información de campaña electoral, y por la otra, reseñando dos actos, uno con mujeres y otro con docentes, en los que se instó a ambos sectores a trabajar en la campaña electoral de uno de los candidatos, actos que en sí mismos, son violatorios de la normativa existente.

Nota: Para ver las imágenes completas, pulse cada una de ellas. Fuente: Cuenta de twitter del MPPE

Tanto esta nueva suspensión de clases, como el uso de los recursos del Estado con fines propagandístico-electorales, vulneran el derecho a la educación en Venezuela.

(*) En este enlace, pueden ver la cuenta de twitter de la Comunidad Educativa del I.E. Juan XXIII

Deficiente acceso a la información, afecta calidad y derecho a la educación (parte 1)

La situación política, social y económica por la que está atravesando Venezuela, afecta directa e indirectamente el funcionamiento del sistema educativo y, por tanto, restringe el ejercicio del derecho a la educación de nuestros niños, niñas y adolescentes.

En efecto, la situación nacional -hiperinflación, inseguridad, falta de efectivo, reducción de las unidades y rutas de transporte público, escasez de alimentos y falta medicamentos, entre otras- ha deteriorado progresiva y fuertemente la calidad de vida de las personas, lo cual, tal como se ha visto en los medios de comunicación y en los reportes hechos por particulares en las redes sociales, tiene efectos directos e indirectos en el funcionamiento del sistema educativo.

Así mismo, el uso político partidista, por parte de los grupos que están en el gobierno, de todos los espacios del Estado, con la discriminación política asociada, han restringido los derechos a la participación y a la libre asociación de los ciudadanos, lo cual, tiene también sus efectos directos e indirectos en el funcionamiento del sistema educativo y en el ejercicio del derecho a la educación.

Sobre el estado del derecho a la educación, en este momento, en Venezuela y el impacto que la situación nacional está teniendo sobre el mismo, presentaremos información más detallada próximamente. (Hay varias organizaciones que hacemos monitoreo y seguimiento a ello). Sin embargo, hoy queremos llamar la atención sobre una dimensión del funcionamiento del sistema educativo, que está afectando la calidad de la educación y en consecuencia, restringiendo el derecho a la educación en Venezuela.

Nos referimos al acceso a la información que está entorpeciendo, por una parte, el conocimiento, monitoreo y evaluación del funcionamiento del sistema educativo, y por la otra, la gestión pública y privada, en este caso, derivada tanto de los problemas de acceso a la información, como de la deficiente organización, planificación y comunicación de los lineamientos y actividades del sistema.

Para que el sistema educativo pueda funcionar de manera óptima, toda la trama institucional, -esto es desde las direcciones y divisiones del Ministerio a nivel central, hasta las coordinaciones en cada escuela, pasando por todos los entes desconcentrados (zonas, distritos, municipios) y descentralizados (direcciones de educación de alcaldías y gobernaciones)- deben contar con información completa, pertinente y oportuna. También debe contar con información, con esas tres condiciones, la ciudadanía vinculada directamente a las comunidades educativas, pero también la ciudadanía en general.

En esta primera parte, haremos referencia al acceso a la información pública sobre el funcionamiento y el desempeño del sistema educativo. En una siguiente publicación, abordaremos el acceso a la información que debería permitir un óptimo funcionamiento de la gestión, pública y privada en educación, específicamente sobre lineamientos y pautas relativas a la organización y planificación de las actividades de enseñanza.

Acceso a la información pública

Desde antes del 2010, que se cerró el acceso público a la base de datos sobre las escuelas, el acceso a la información pública sobre educación comenzó a restringirse progresivamente. Esta restricción comenzó con la eliminación de las memorias y cuentas, como documentos que podían encontrarse en algunas bibliotecas del país y también, bajarse y consultarse en la web de la Asamblea Nacional; así como con la prohibición a directivos y docentes a suministrar información, sobre lo que sucedía en las escuelas, a investigadores y periodistas.

Posteriormente, el Ministerio dejó de entregar las memorias y cuentas a los investigadores y centros de documentación que las solicitaban, limitándose el acceso, a la copia que se entregaba a la Asamblea Nacional y que se podía obtener solamente, solicitándola a este ente.

En el mecanismo del sistema de información del MPPE, disponible para cualquier persona en internet, se limitaron progresivamente los campos de información que se podían consultar. Esa limitación terminó con el cierre del mecanismo público de consulta.

Y la última restricción en este sentido, es la desaparición de las Memorias y Cuentas del MPPE, como documentos de consulta pública, por la negativa del gobierno nacional a entregarlas ante la Asamblea Nacional.

Esa restricción progresiva, ha cubierto con un manto de opacidad el funcionamiento del sistema educativo, especialmente, afectando la rendición de cuentas del MPPE, como ente rector, y restringiendo la capacidad de los ciudadanos a ejercer su derecho a la participación, tal como está establecido en el artículo 62 de la Constitución Nacional y como, para estudiantes y familiares, se establece en el artículo 55 de la LOPNNA.

Artículo 62 de la Constitución Nacional

articulo-62-contitucion

Artículo 55 de la LOPNNA

articulo-55-lopnna

Es importante recordar que para todas las instancias del Estado, facilitar el acceso a la información pública es un deber, por lo que, en este caso, el MPPE por una parte, infringe la ley y por la otra, restringe directamente el derecho al acceso a la información pública de los ciudadanos, e indirectamente, el derecho a su participación en la formulación y evaluación de las políticas públicas, por falta de información.

Adicionalmente, los mecanismos de evaluación de la gestión de las instancias estadales con competencia en materia educativa, de las escuelas y de los aprendizajes de los estudiantes, que permitirían ver hasta qué punto el sistema educativo está alcanzando los objetivos que se propone y efectivamente, garantizando educación de calidad para todos, sin ningún tipo de discriminación, son desconocidos por el país y, algunos, como el SINEA, han dejado de funcionar.

Estos mecanismos son vitales para saber, por ejemplo, si el sistema educativo brinda educación con la misma calidad en cada escuela, independientemente de su dependencia (oficial -nacional, estadal o municipal-, privada -subvencionada o no- o autónoma), de su tamaño, de su oferta educativa (educación inicial, primaria, media o una combinación entre ellas), de la población a la que atiende y de su ubicación geográfica; y si los estudiantes están alcanzando aprendizajes relevantes y equivalentes, que les permitan tener igualdad de oportunidades para desarrollarse en todas las dimensiones del ser, a lo largo de su vida.

Esos mecanismos, y sus resultados, son parte integrante de la información pública que debe ser del conocimiento del país y a la que, todos los ciudadanos deben tener acceso, sin restricción.

En su lugar, la información sobre el desempeño del sistema educativo, se limita a las notas de prensa y declaraciones que, en la sección de noticias de su página web y en sus cuentas de Twitter y Facebook, publica el MPPE. Información que, por cierto, como es público y notorio, con frecuencia, tiene carácter más propagandístico que informativo y que, incluye mucha propaganda que responde más a la lógica político-partidista de los grupos que hacen vida en el gobierno, que al desempeño del sistema educativo, como tal.

Una muestra del uso propagandístico del Twitter oficial del MPPE, con lógica político partidista, es la publicación recurrente de imágenes exaltando el intento de golpe de Estado de 1992, asociado a la figura del ex-presidente Hugo Chavez:

Pero también la publicación de actividades partidistas, como la carnetización del PSUV:

Así como, actividades propias de campaña electoral, como las que se iniciaron, en febrero de este año, con el anuncio de la convocatoria a elecciones presidenciales. Ver como ejemplos las diversas capturas de pantalla, incluidas en esta presentación:

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Todas éstas son muestras del uso proselitista que se hace de la cuenta oficial del MPPE, lo cual, se puede calificar como peculado de uso, además de ser contrario a lo que establece la Constitución en sus principios y también, en el artículo 102 que exige respeto a todas las corrientes de pensamiento, en educación.

Como cuenta oficial, la cuenta de twitter de cualquier institución del Estado, debe servir como canal de comunicación para el acceso a la información pública de la población, en este caso como canal de comunicación del ente rector de la educación en Venezuela, con la ciudadanía en general, sobre los temas que son de su competencia, y particularmente, que son su obligación, como garante del derecho a la educación para todos.

La imposibilidad de acceder a las memorias y cuentas, ha restringido también la capacidad del país de valorar los efectos reales y actuales de la situación nacional, sobre la cobertura del sistema. En efecto, a pesar de que en diversos anuncios, unos hechos desde el propio ministerio y otros desde la presidencia, se han manejado algunas cifras de asistencia y matrícula en estos últimos 2 años, éstas no han podido ser corroboradas y analizadas porque no se cuenta con las cifras oficiales y detalladas que se publican en las memorias y cuentas.

Adicionalmente a ello, se presume que las cifras presentadas en estos anuncios corresponden a proyecciones y no a datos emanados del sistema de información del sistema educativo, debido a que, a través de las zonas educativas, se han realizado recurrentemente, incluso recientemente, diversos llamados a las escuelas para que registren los datos sobre la matrícula estudiantil, incluyendo los datos de años escolares pasados, que aún están pendientes por cargar en el sistema. El último llamado, en una de las zonas educativas, fue el pasado 15 de marzo. A continuación una captura de la sección del mensaje, referente a la carga de matrícula:

DYXdVjpW4AAXKuH

Estos llamados son recurrentes y no corresponden solamente a los momentos en los que está previsto que las escuelas carguen la data. Frente a esta situación, es imprescindible que el MPPE informe al país, sobre el estatus de la data cargada en su sistema de información y sobre las limitaciones que se están presentando para mantenerla actualizada; y también, que presente la data real y el plan, con su cronograma de ejecución, que utilizará para solventar este problema de información en el sistema.

Al respecto, es importante mencionar que hoy, 19 de marzo, vía whatsapp, fue enviado a las escuelas, desde algunas zonas educativas, un instrumento para recolectar información, específicamente del nivel de educación inicial. En ese instrumento, se incluyen campos de información que ya debería tener el MPPE, por lo que no se entiende el sentido de repetir su recolección, a menos de que, por alguna razón, el ente rector, no cuente con esa data y esté tratando de recuperarla. Sin embargo, de no ser así, se trataría de una acción mal planificada que tiene como consecuencia pérdida de tiempo y uso inadecuado de los recursos y del espacio de almacenamiento del sistema de información.

Para ilustrar a lo que nos referimos, los campos solicitados en el formulario son:

  • Datos de identificación del plantel que ya deberían estar registrados en el sistema y que, solicitando solamente uno de ellos, podría referirse la nueva información suministrada, por la escuela, al expediente correspondiente: Dirección de correo electrónico, Municipio, Parroquia, Número de Circuito, Plantel Educativo, Director del Plantel y Teléfono del Director (esta información es solicitada en la primera parte), Dependencia (Nacional, Estadal, Municipal, Autónoma, Subvencionada MPPE, Subvencionada Oficial, Privada), Código Plantel, Código Estadístico, Subdirector del Plantel y Teléfono del Subdirector, (esta parte de los datos de identificación del plantel, se solicita en la sección relativa a la conformación del consejo educativo)
    De todos estos datos de identificación, con haber solicitado el “Código Estadístico” o el “Código Plantel” tenían información suficiente para poder enlazar los nuevos datos con la información base del plantel.
  • Además de esa data, el formulario solicita: Total de la matrícula -desagregado en Femenino y Masculino-, la Matrícula con la que comenzó el Año Escolar 2017-2018, (ambos datos, además de redundantes en el formulario, deberían haber sido cargados por la escuela al inicio del año escolar), la Cantidad de Niños y Niñas incorporados desde el mes de Enero de 2018, Cantidad de Niños y Niñas que están fuera del Sistema de Educación Inicial –que se entiende debe ser un estimado de la población de la comunidad que no se encuentra atendida por el sistema (aunque este es un dato un poco difícil de estimar desde las escuelas)-, y cuáles son los inconvenientes que impidieron llegar al 100% -que se entiende que se trata del 100% de las solicitudes de inscripción a la escuela, o de los niños en edad de cursar educación inicial en la zona donde se ubica el plantel–.
  • Complementario a esos dos grupos de preguntas, el formulario incluye preguntas específicas sobre la creación (*) de nuevas secciones para atender la demanda y si para ello, la escuela tuvo que construir nuevos espacios y contratar más personal docente; sobre la constitución de los consejos educativos, la cantidad de miembros, los comités constituidos y si éstos han formulado proyectos y cumplen sus funciones (**); y otra sección para recoger información sobre los conucos escolares. En ella, preguntan sobre el tipo de conucos (Conuco, Canteros, Materos, Huertos), sus dimensiones (***), cuántos están inactivos y activos y cuántos  se programa incorporar en el 2018; qué, en cuanto tiempo y cuánto se produce (diferenciando lo estimado de lo realmente alcanzado); cantidad de participantes y quienes son los beneficiarios de la producción (en este punto las opciones son PAE, CLAP, Otras Instituciones (Intercambio de rubros), Auto sustentable y Comuna).
    Antes de entrar en la última sección del formulario, es importante hacer una acotación sobre una pregunta de esta sección. Como se aprecia en estas capturas de pantalla, que recogen la pregunta y las categorías de respuesta, además de que en el formulario se confunde sectores con organizaciones, se incluyen las UBCH.

 

Como es por todos conocido y como reseñó el actual ministro Elías Jaua en un artículo publicado en el año 2013, las UBCH son parte de la estructura de un partido político, el PSUV, por lo que no pueden formar parte de la organización escolar, ni que se trate de trabajar en los conucos. (Ver definición en la captura parcial del artículo de Jaua)

definición UBCH

Pero además, las UBCH son grupos de propaganda y movilización de ese partido, con funciones específicas en términos de adoctrinamiento y campañas electorales, por lo que su incorporación formal en actividades en las escuelas, atenta contra la institucionalidad establecida en la Constitución.

  • En el último segmento del formulario, se solicita información muy general sobre «situaciones que afectan el Sistema Educativo», preguntando nuevamente la matrícula del plantel y adicionalmente, la cantidad de ella que es afectada por las situaciones, sin especificar, cuántas personas por situación. A continuación, encontrarán una captura de pantalla de las opciones incluidas como potenciales respuestas:

situaciones 1

Esta sección se podría considerar como un esfuerzo, bastante tardío e incompleto, por parte del MPPE, para conocer y recopilar datos, sobre cómo la situación nacional está afectando a las escuelas, específicamente a las de educación inicial -a menos que exista un formulario equivalente para las escuelas que ofrecen los otros niveles educativos. Habrá que exigir que, en este caso, la información recopilada se haga del conocimiento y acceso público, para garantizar el derecho a la información de la población, y que se haga, sin el disfraz de la propaganda.

Hasta aquí, como dijimos al principio, nos hemos referido a una parte de la situación sobre el acceso a la información. En la segunda parte de este tema, abordaremos el acceso a la información relativa a los lineamientos y pautas que orientan la organización y planificación de las actividades de enseñanza.


Notas:

(*) En el formulario el MPPE utiliza “aperturar”, no el término “apertura” como sustantivo, sino que lo usa incorrectamente como verbo, algo inaceptable para un ministerio de educación.
(**) Esta es otra información redundante, porque, a esta altura del año escolar, las zonas educativas ya deberían tenerla.
(***) En este punto preguntan sobre metros y sobre hectáreas, pudiendo preguntar área y que la escuela responda de acuerdo a lo que aplique en su caso.

La educación no es gratuita en Venezuela

La educación no es gratuita

Comenzaremos diciendo que en ningún país del mundo, la educación es gratuita. La educación es financiada con recursos del Estado, por tanto, todos los ciudadanos que pagamos impuestos, incluyendo el IVA, contribuimos con su financiamiento. En efecto, aunque sea no contribuyente, cada vez que Usted compra un producto por el que paga IVA, está contribuyendo con el presupuesto nacional.

Del presupuesto nacional, salen los recursos para el financiamiento de las escuelas dependientes del Ministerio de Educación, pero también, salen los recursos del situado territorial, que corresponde al presupuesto total o parcial, de Gobernaciones y Alcaldías, dependiendo de la capacidad de recaudación, especialmente de estas últimas. Así que los recursos para el financiamiento de las escuelas estadales y municipales, también salen del bolsillo de todos los ciudadanos del país.

Entran en ese grupo, de forma parcial, las escuelas privadas subvencionadas, que a través de recursos otorgados por el Ministerio de Educación, o por algunos entes descentralizados, financian parcialmente su presupuesto.

La inversión que se hace en las escuelas privadas, corre por cuenta exclusiva de quienes inscriben a sus hijos en ellas.

¿Debe ser gratuita la educación?

De acuerdo a la Constitución y a la Ley Orgánica de Educación, pero también de acuerdo a los tratados sobre derechos humanos suscritos por Venezuela, hay una parte de la educación debe ser obligatoria y gratuita. En efecto, en Venezuela, la educación básica, se aspira a que sea gratuita porque es obligatoria, y carece de sentido que el Estado obligue a sus ciudadanos a formarse obligatoriamente, sin poner a disposición las facilidades y los recursos para que nadie se quede sin formarse por falta de ellos.

La educación no es barata

El presupuesto educativo debe cubrir los costos de contratación del todo el personal del Ministerio de Educación, incluyendo los entes desconcentrados que, para quién no está familiarizado con el sistema, son las zonas educativas y los distritos o municipios escolares. Este personal incluye, desde los vigilantes de la sede central, hasta el ministro, pasando por todos los obreros, trabajadores administrativos, técnicos y profesionales de la educación que laboran en esa extensa red, entre los que están todos los coordinadores y supervisores adscritos a los entes desconcentrados.

Pero no sólo los costos de contratación del personal (pago de salarios y beneficios sociales como alimentación y seguro medico), sino también todos los costos de funcionamiento, incluyendo los servicios básicos, como agua y luz, la compra de equipos, material especializado y material de oficina, la conexión a internet y el transporte, con los gastos de mantenimiento de las edificaciones, los equipos y los vehículos, y, también los de formación permanente de todo el personal.

Ese esquema de inversión se replica en las gobernaciones y alcaldías que tienen escuelas a su cargo.

Las escuelas tienen costos de funcionamiento similares, con algunas peculiaridades que las diferencian de las instancias administrativas del sistema. Una parte importante de los costos de funcionamiento de las escuelas, corresponde al pago de sus docentes y el financiamiento de su formación permanente. Pero a diferencia del resto de las instancias del sistema, la dotación de materiales y equipos para el funcionamiento y su reposición y actualización, constituye una parte de la inversión que no se puede evitar o postergar.

Entre los costos recurrentes, para que funcione el sistema educativo, están también los costos de construcción de nuevas escuelas, y la ampliación de las existentes y el mantenimiento menor y mayor de la infraestructura.

La construcción y ampliación de las escuelas, es una necesidad en un sistema que requiere expandir su capacidad para poder atender a todos los estudiantes a tiempo completo, que es el estándar asumido por el modelo denominado «bolivariano» como óptimo para garantizar calidad en la formación de los estudiantes. La expansión de la capacidad incluye la construcción de tantas escuelas como planteles a medio tiempo existan actualmente, la ampliación de las escuelas que funcionan con turno alterno, en tantas aulas como secciones tengan; y la construcción de tantas escuelas adicionales como se requieran para dar acceso a la educación a sectores que, por falta de oferta, se encuentran excluidos del sistema.

En este punto es importante resaltar que la construcción de «ciudades educacionales» que concentran la oferta educativa, requiere de un sistema de transporte eficaz, y de alimentación ininterrumpida, para que las familias que estén en sectores alejados de dichos complejos, puedan tener acceso real a la educación a través de ese esquema. Sin embargo, si se trata de garantizar acceso a la educación para todos, quizás convendría revisar ese esquema y construir escuelas más pequeñas y modestas, mejor distribuidas en el territorio nacional, para acercarlas efectivamente a la gente.

El mantenimiento, en todos sus tipos, es algo imprescindible para contar con una infraestructura adecuada. El mantenimiento, así como la construcción, requiere programación presupuestaria de largo plazo, especialmente, en el mantenimiento mayor que debe realizarse a la infraestructura de cada escuela, cada 5 años.

Como se puede ver, el financiamiento a la educación, no se restringe a los gastos corrientes, sino que contempla inversión a mediano y largo plazo.

La lógica de inversión en las escuelas privadas es similar, porque requiere contemplar los gastos corrientes y las inversiones para mantenimiento menor y mayor, formación del personal y reposición y actualización de equipos.

El costo de la educación para las familias

Se afirma que la educación es gratuita cuando las familias que tienen inscritos a sus hijos en las escuelas oficiales, no corren con los gastos de lo que se denomina la «canasta educativa». Como habíamos indicado en una publicación de hace unos años, la canasta educativa, está conformada por 5 rubros:

Canasta educativa

En Venezuela, efectivamente, hace más de una década, se prohibió por resolución el cobro de cualquier arancel y colaboración, asociada a la inscripción de los estudiantes de las escuelas oficiales. Pero el resto de los elementos de la canasta educativa, no son garantizados como gratuitos, para todos los estudiantes de las escuelas oficiales.

En efecto, con contadas excepciones que, por cierto, no incluyen al Ministerio de Educación, las escuelas no cuentan con un sistema de transporte y, desde hace tiempo, ni siquiera con el subsidio al pasaje estudiantil en el sistema de transporte público; por lo que, el traslado hacia la escuela y el retorno, es financiado por las familias. Este costo es más alto, en la medida en la que la escuela quede más lejos de la vivienda.

Por otra parte, si bien en algunos equipos como las Canaimas y recursos como la Colección Bicentenario, el Estado hace un esfuerzo para que todos los estudiantes puedan contar con ellos, la dotación de útiles y materiales escolares, no es para todos los estudiantes de las escuelas oficiales, sino para una parte de ellos. Lo mismo sucede con los uniformes escolares.

En estos dos rubros de la canasta educativa, el Estado, a través de algunas dependencias, ha promovido de forma complementaria, ferias escolares, para que las familias puedan adquirir útiles y uniformes a menor costo que el regular del mercado, pero, si las familias tienen que pagar por ellos, así sea menos que en librerías y tiendas, el pago recae sobre la familia, por lo que, para esos rubros, no existe gratuidad en el sistema educativo.

Con respecto a la alimentación escolar, es importante resaltar que, por diversas razones, algunas asociadas al contexto en el que se desarrolla el proceso educativo, y otras propias de la gestión ministerial, el Programa de Alimentación Escolar (PAE), que ha recibido diversas denominaciones y varias reinvenciones, no funciona todos los días del año, y la alimentación no ha sido con regularidad, nutricionalmente completa, por lo que las familias han optado por asumir el costo de la alimentación durante el tiempo escolar, y, dependiendo de la situación, por no enviar a los niños y jóvenes a las escuelas cuando el PAE falla; así como hay escuelas que acortan la jornada escolar cuando no cuentan con la alimentación.

Esta intermitencia de la alimentación tiene consecuencias adicionales a la no gratuidad, para el rendimiento y aprendizaje de los estudiantes.

Ahora las familias pagarán la educación con trabajo

Si bien no es una novedad porque tiene algunos precedentes, este año escolar, el ministerio de educación apelando a un impreciso concepto de corresponsabilidad, ha dicho que se programarán jornadas de mantenimiento periódicas en las escuelas, que serán realizadas por maestros, padres y estudiantes.

Esta medida que pareciera lógica partiendo de la disposición de todos los miembros de las comunidades educativas, al cuidado de las instalaciones de las escuelas, esconde la transferencia de un costo de inversión que debería ser cubierto por el Estado, hacia las familias a través de horas de trabajo en mantenimiento escolar. Esa transferencia que se hace efectiva en horas de trabajo, es un pago que las familias realizan para el funcionamiento del sistema educativo que debería ser reconocido como tal, y que ratifica la no gratuidad de la educación oficial en Venezuela.

Ese pago corresponde a un rubro que no ha sido incluido, hasta ahora en la «canasta educativa», pero, dada esta política del Estado Venezolano, requeriría estudiar su incorporación a la misma.

¿Es factible que la educación sea gratuita para todos en Venezuela?

Llegado este punto, es obligatorio preguntarse si en la situación actual en Venezuela, es factible garantizar educación realmente gratuita para todos.

Obviamente, por como se maneja el presupuesto nacional, parece que no es factible, por lo que corresponde a los entes del Estado, corregir el uso del presupuesto, y a los ciudadanos exigir que así se haga.

Sin embargo, si esa corrección no fuera posible, corresponde al Ministerio de Educación, asumir esa realidad cambiando el discurso propagandístico, con el que venden como gratuita una educación que tiene costos que son asumidos por las familias y explicando al país, con claridad, los criterios para la asignación de algunos programas que minimizan los costos de la educación para las familias.

 

Por fin tenemos calendario para el año escolar 2017-2018, pero sin proceso electoral

El año escolar 2017-2018 inició oficialmente, el pasado lunes 18 de septiembre para educación inicial y primaria.  Como en años anteriores, el calendario no fue enviado a las escuelas con la debida anticipación.

Es importante recordar que, para que las escuelas y los docentes puedan hacer una adecuada y oportuna planificación, individual, coordinada y en equipo, el calendario escolar debería ser enviado a los planteles antes de la culminación del año escolar precedente, para que se puedan aprovechar los días y las reuniones de cierre de actividades, en tareas relativas a dicha planificación.

También es importante recordar que año escolar pasado, se perdieron 2 semanas de actividades, violando lo establecido en el artículo 49 de la Ley Orgánica de Educación, para que el Plan República tomara las escuelas por la realización de un proceso electoral el último día de julio. Esto significa que, las actividades de cierre del año escolar 2016-2017, fueron seriamente afectadas, lo que tuvo consecuencias, además de en la disminución de los días de clase para los estudiantes, en las jornadas de planificación de los directivos y docentes y en las jornadas de inscripción.

En ese contexto, se esperaría que el MPP para la Educación, hubiese tomado previsiones y tuviera no solamente listo y enviado a las escuelas el calendario durante el período vacacional, sino que éste incluyera previsiones para solventar los problemas derivados de la pérdida de dos semanas del año escolar anterior.

No obstante, eso no fue así y en su lugar, para este año escolar, se dio la siguiente secuencia:

  1. El ministro anunció, a finales de agosto, solamente las acostumbradas dos fechas de inicio del nuevo año escolar.
  2. El ministerio envió, desde las zonas educativas a las escuelas, un cronograma de trabajo para la primera semana, en algunos casos el sábado 16 de septiembre y en otros, el mismo lunes 18 en la madrugada, lo que hace imposible una planificación adecuada.
  3. Hoy 21 de septiembre, se publica en la página web del MPPE el calendario.

A continuación, presentamos el cronograma de trabajo (capturas de pantalla del documento enviado por el MPPE a las escuelas) para el inicio del año escolar. Es oportuno resaltar que en su presentación dice que se trata de la «Fiesta Escolar 2017-2018», que el cronograma está organizado en torno a «consignas» y que hay actividades enmarcadas en la «constituyente» que, como se ha dicho anteriormente, es un proceso que se desarrolla, a pesar de que viola lo establecido en la Constitución, por lo que, incorporarlo como parte del marco en el que se desarrollan las actividades del sistema educativo, puede generar confusión en los estudiantes sobre lo que significa el respeto a la institucionalidad establecida en la Constitución vigente.

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Este cronograma, fue elaborado el 14 de septiembre, tal como se aprecia en las propiedades del documento.

propiedades documento semana 1
Fuente: Captura de pantalla del documento

Sobre el calendario escolar, publicado hoy, cabe mencionar que esta versión fue elaborada por el ministerio ayer 20 de septiembre, tal como se aprecia también en las propiedades del documento.

propiedades de calendario
Fuente: Captura del pantalla del documento

En cuanto al contenido, como ya es costumbre, incluye las efemérides que el ministerio establece que se deben considerar para su conmemoración en las escuelas y las fechas de algunas de las actividades administrativas y complementarias, para el desarrollo del año escolar. Sin embargo, el proceso electoral del 15 de octubre no fue incluido. En efecto, éste no se menciona, ni se indican los días que se suspenderán las clases por la toma de las escuelas que hace el Plan República en ese marco.

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Fuente: MPPE, Calendario 2017-2018 (captura de pantalla del documento publicado en la web del MPPE)

Por otra parte, por los enunciados de algunas de las actividades del calendario, se espera que las escuelas reciban, en estos días, un documento con las «orientaciones» para el desarrollo del año escolar, como ha sucedido en los años escolares precedentes (incluyendo el retraso en el envío a las escuelas) y dados los antecedentes del año escolar pasado, estamos revisando con detalle el contenido, incluyente las efemérides y publicaremos los hallazgos próximamente.

Así luce el calendario escolar de este año. Si lo quieres bajar completo, ve a la página del ministerio o bájalo allí, desde este enlace.

calendario
Fuente: Página web del MPPE (Captura de pantalla)

Con respecto a los días de actividades escolares y los días de clase, elaboramos la acostumbrada hipótesis, que ajustaremos cuando terminemos de revisar el calendario, junto con las «orientaciones» que, como dijimos, esperamos que lleguen en estos días a las escuelas.

Mientras llegan dichas orientaciones, les adelantamos que para este año encontramos que, entre el 18 de septiembre del 2017 y el 31 de julio de 2018  (ambos incluidos), hay 324 días (46 semanas completas, más los dos últimos días del mes de julio). Éstos, excluyendo los días feriados, los días de receso no feriado (días en los que por decisión del MPPE no hay clases a pesar de no ser feriados, estos incluyen las vacaciones de diciembre y los 3 primeros días de Semana Santa) y las elecciones, dan un total de 201 días aprovechables para el desarrollo de actividades escolares, lo que permitiría, con un día de margen, cumplir con lo establecido en el artículo 49 de la Ley Orgánica de Educación, dado que, para éste período, varias de las efemérides caen fines de semana.

Sin embargo, tomando en consideración las actividades administrativas y de planificación que son complementarias y vitales para el desarrollo de procesos de enseñanza con calidad, los días de clase, no pasarían de 149, lo que implica que, sigue siendo importante hacer una revisión del calendario escolar.

A continuación se presenta la distribución de los días de ese período, de acuerdo a su denominación y a las actividades escolares que se estila desarrollar.

distribución

Fuente: Elaboración propia.

leyenda

Nótese que en el cálculo de los días en el que las escuelas no tendrán actividades por la realización de las elecciones, se toma como referencia lo dicho por el ministro en sus declaraciones, de acuerdo a una nota de prensa publicada en el portal del MPPE y cuya cita se presenta, como captura de pantalla, a continuación:

5 días de elecciones Fuente: Página web del MPPE (Captura de pantalla de nota de prensa)

Finalmente, les presentamos la hipótesis día a día, para que se pueda apreciar la distribución de las actividades esperada, a lo largo del año escolar.Imagen2Es importante resaltar que algunas de las fechas de las actividades de planificación y complementarias a las clases, pueden variar por escuela y pueden realizarse en fechas diferentes a las que indicamos en esta hipótesis, pero la cantidad de días destinados para ellas, debería mantenerse dados los antecedentes de funcionamiento del sistema escolar.

Como se puede observar de la información con la que se cuenta hasta ahora, en términos de Calendario de actividades, el año escolar 2017-2018 está arrancando con deficiencias, en primer lugar, porque el calendario no fue enviado con suficiente anticipación a las escuelas, como para que éstas pudieran ajustar su planificación con tiempo; en segundo lugar, porque las actividades estipuladas para la primera semana, llegaron a las escuelas también muy tarde como para poder planificarlas adecuadamente; y en tercer lugar, porque hay información importante relacionada con el calendario, con la que aún no cuentan las escuelas, como cuáles y cuántos serán los días de clases que se perderán por el proceso de elecciones de gobernadores en octubre, y de qué se tratan y qué recursos y planificación requerirán varias de las actividades que, de acuerdo a lo señalado en el calendario, se esperan desarrollar en las escuelas durante este año 2017-2018. 

 

MPPE suspendió el nuevo horario de clases en Educación Media

De acuerdo a una noticia publicada en el portal del MPPE, el nuevo ministro de educación Elías Jaua, anunció que «Luego de escuchar las demandas, observaciones y preocupaciones de sectores de la sociedad sobre el desarrollo de la implementación de la Transformación Curricular en el Subsistema de Educación Media General, el Ministerio del Poder Popular para la Educación decidió suspender el avance progresivo del plan de estudio propuesto en el artículo 8 de la Resolución 0143, la cual contempla los Lineamientos del Proceso de Transformación Curricular en todos los Niveles y Modalidades» (*)

Al respecto es importante hacer algunas consideraciones:

1.- El inicio del proceso de transformación curricular de educación media, fue anunciado en marzo del año 2015 con un escueto documento en el que se presentaban algunas líneas generales y se decía que se iniciaba una consulta para su discusión y desarrollo. (Para más detalles sobre el inicio de este proceso, pueden ver nuestra publicación del 24 de agosto titulada: ¿Seguimos a medias en Educación Media?)

2.- Su desarrollo consistió en:

  • La elaboración de diversas versiones de un «segundo documento» con los lineamientos de la reforma, así como de documentos complementarios con orientaciones específicas para educación media general, educación media técnica y la modalidad de jóvenes y adultos que fueron enviados por correo a los liceos, presentados en algunas de las reuniones realizadas en las zonas y finalmente, colgados en la web del MPPE.
  • La realización diversas reuniones en varios liceos para socializar y conversar sobre la propuesta, actividades de «consulta» con algunos actores del sistema educativo.
  • Y adicionalmente, desde septiembre del 2015, de acuerdo a la información publicada por prensa en el portal del MPPE, se desarrolló una aplicación piloto en 68 planteles durante el año 2015-2016.

En ningún momento, el MPPE presentó el plan de inversión y presupuesto asociado a la instrumentación de esa propuesta que debería incluir: construcción de nuevos liceos, dotación en equipos y recursos, contratación de nuevos profesores y ampliación del pago por el aumento de las horas de dedicación de los profesores en el sistema, entre otras. Tampoco se planteó una estrategia sólida que permitiera reestructurar la organización de los horarios, por la agrupación de asignaturas en áreas, tomando en consideración la falta de docentes en educación media, y que se debería pasar de la ubicación de los docentes en más de un liceo, a su dedicación exclusiva en uno de ellos.

3.- Sobre la aplicación piloto, es importante señalar que cuando se anunció por primera vez, el MPPE dijo que se haría en 400 planteles. Posteriormente según una presentación usada en las reuniones antes mencionadas, que contenía el texto de una resolución para oficializar la experiencia piloto, se decía que los planteles serían 127 y finalmente, según información del ministerio, dicha experiencia sólo tuvo lugar en 68 planteles durante el año escolar 2015-2016, es decir que inició a 6 meses de hecho el primer anuncio.

Cabe resaltar que en ningún momento fue presentado, ni al sector educativo, ni al país, un informe que expusiera los términos en los que se había diseñado la experiencia, los criterios para la selección de los liceos en los que se aplicaría, las razones para que se desarrollara en sólo el 54% de los 127 liceos en los que se había propuesto y también que explicara los detalles de su instrumentación, la evaluación y los resultados de dicha experiencia.

Sin embargo, por fuentes del sector, conocimos que la aplicación en muchos planteles presentó serias dificultades, incluyendo que, al final del año escolar, liceos tuvieron que registrar las calificaciones de los estudiantes por asignaturas, porque no encontraron en el sistema, las planillas de registro por áreas, tal como requería la realización de una experiencia piloto.

4.- El viernes 2 de diciembre, a más de un año y 8 meses del primer anuncio, pasados los 14 meses del inicio de la experiencia piloto y a más de 3 meses de anunciada su extensión a todos los liceos públicos, se publicaron en la Gaceta Oficial 41.044 dos resoluciones, las 142 y 143, con las que, el MPPE, finalmente oficializaba la política de «transformación curricular».

En nuestra publicación del 24 de agosto, alertamos sobre el problema de iniciar una experiencia piloto que no estuviera avalada por una resolución en Gaceta Oficial. Alerta que también aplica a su extensión a todos los liceos oficiales, anunciada al inicio del año escolar 2016-2017.

5.- Desde que se inició el proceso en marzo del 2015, lo que se ha denominado «consulta», no puede ser catalogado como tal, porque:

  • No se presentó formalmente el proceso de consulta al país que, como todo proceso formal, debe tener unos mecanismos, un cronograma y una metodología establecida. Lo contenido en el primer documento, no se puede considerar como tal, por falta de formalidad y rigurosidad metodológica.
  • Las actividades de «consulta» no pasaron de reuniones con algunos actores y algunos liceos, por lo que muchos miembros de las comunidades educativas, gremios, organizaciones sociales, políticas y ciudadanos en general, se consideran excluidos del proceso.
  • A algunos gremios, se les notificó, al inicio del año escolar 2016-2017, que serían incorporados a la «consulta» y hasta la fecha, no han sido convocados para ello.
  • No existió un documento o grupo de documentos oficiales que sirvieran de referencia formal al proceso, sino que se utilizaron varias presentaciones en las reuniones, y se elaboraron múltiples versiones del documento con la propuesta, versiones que tenían detalles retocados o cambios mayores, pero todos comenzaban con la misma presentación “este es el segundo documento”. De ese, del autodenominado “segundo documento”, llegamos a recopilar 5 versiones.
  • No han sido presentadas al país, ni siquiera a los actores clave del sector educativo, formalmente, los resultados de la consulta y las modificaciones del modelo que se desprenden de los mismos.

En este punto cabe recordar que el artículo 55 de la LOPNNA, que establece el derecho a participar de «todos» los niños y adolescentes, así como de «todos» los padres, representantes y responsables. Hacemos el énfasis en «todos» dadas las declaraciones del ministro que refieren a la participación de algunos gremios en el proceso.

articulo-55-lopnna

Y también recordamos el artículo 62 de la Constitución que establece el derecho de todos los ciudadanos a participar en la formación y control de la gestión pública, lo que incluye la formación y evaluación de las políticas educativas en educación, como la de transformación curricular que está dirigida a la formación obligatoria de todos los ciudadanos de Venezuela.

articulo-62-contitucion

6.- La noticia con las declaraciones del nuevo ministro, dice que: «el titular del MPPE informó que el plan de estudio propuesto en el artículo 8 de la Resolución 0143 ya no se desarrollará en el sistema de educación privada en Venezuela, y en el caso del sistema de educación pública, en los liceos donde se haya implementado, se debe “iniciar el proceso de revisión, de escuchar a los docentes las experiencias que han tenido en estas últimas semanas, para hacer las adecuaciones que tengan lugar, para conservar los contenidos esenciales y las materias necesarias para lograr una formación o un egresado de nuestro sistema educativo público de Educación Media General con una formación académica integral”«.

Al respecto, hay que aclarar que el artículo 13 de dicha resolución, permitía a los planteles del sistema de educación privada «continuar aplicando el plan de estudio que se les haya autorizado previamente» durante el año escolar vigente 2016-2017, por tanto lo único novedoso en esa declaración es que se paraliza la aplicación de la transformación curricular, en los planteles privados que voluntariamente hayan decidido aplicarla, después de informar a su respectiva zona educativa, como también se establece en el mismo artículo.

En los liceos públicos, en los que se haya implementado, -que, de acuerdo a la resolución y a las declaraciones previas de los funcionarios del MPPE, deberían ser todos- lo que se hará es revisar la reorganización de los contenidos que hicieron, con base en los lineamientos de las «áreas de formación» establecidas en la propuesta de transformación curricular y las horas estipuladas en el horario presentado en el artículo 8 de la resolución 143.

7.- Es importante precisar que lo que se suspende es específicamente lo contenido en el artículo 8 de la resolución 143, que, aunque en el texto diga que se trata de un «plan de estudio«, no es más que un horario de clases en el que se establecen «áreas de formación» con una «dinámica» y unas «horas semanales por estudiante«, determinadas.

8.- En sus declaraciones el ministro no hace mención al resto de los lineamientos de transformación curricular que se encuentran en la resolución 143, incluyendo los referentes éticos, así como tampoco a los componentes curriculares y el modelo, desarrollados en los documentos con los que se presentó esta propuesta en los liceos.

Tampoco hace referencia alguna a lo que sucederá en la modalidad de educación de jóvenes y adultos, que se rige por la resolución 142 que sigue plenamente vigente.

En efecto, la noticia en la prensa dice que «el Ministro Elías Jaua Milano informó que “se mantiene vigente el actual Plan de Estudio hasta tanto este Despacho emita las directivas correspondientes”«; de esta afirmación se deriva que el ministerio trabajará en nuevas directivas para modificar el artículo 8 de la resolución 143.

Hechas estas consideraciones, no podemos dejar de advertir que:

– La decisión del ministerio, de suspender la organización de los contenidos en áreas de formación, pone en evidencia la debilidad de imponer la aplicación de un modelo sin tomar las previsiones administrativas, presupuestarias y organizativas correspondientes, incluyendo la forma de contratación de los profesores de educación media y sin considerar las necesidades de formación y transformación de las prácticas pedagógicas de los profesionales de la educación involucrados.

– La decisión se produce a 4 meses de iniciado el año escolar, afectando la calidad de la educación del sistema y poniendo en riesgo el proceso de aprendizaje de los estudiantes, ya que el MPPE empleó un tercio del año escolar para realizar en los liceos públicos, un experimento sin condiciones para garantizar su éxito.

– Por lo dicho en el anuncio, el MPPE no modifica lo establecido para la modalidad de educación de jóvenes y adultos en la resolución 142, dejándola plenamente vigente al no suspender la aplicación de los artículos del 8 al 11, o en su defecto, del artículo 11, que es el que contiene el horario para dicha modalidad. Esto constituye una discriminación de hecho, que pudo ser producto de omisión en el anuncio del ministerio, pero que es injustificable en el marco de las directrices del modelo.

– Dada la estrategia seguida por el MPPE en los últimos años, el programa de estudios vigente, en términos de contenidos, a los efectos de los liceos y también tal como se establece en los documentos de la transformación curricular, es el que se presenta en la Colección Bicentenario que, como se ha referido en diversas oportunidades, se trata de un recurso de calidad cuestionable y con un sesgo político-ideológico que viola lo establecido en el artículo 102 de la Constitución.

– Como lo que se suspende es la aplicación del artículo 8, el resto de la resolución 143 sigue vigente, especialmente los primeros artículos con los que el MPPE extendió la «transformación curricular» a todos los niveles y modalidades de la Educación Básica.

En efecto, en la resolución 143, los considerandos y los primeros 4 artículos contienen las directrices comunes para toda la Educación Básica y del 16 al 20 se refieren a la creación de una estructura para la «Consulta, Asesoramiento y Evaluación del Proceso de Transformación Curricular«, señalan a los funcionarios encargados de ejecutarla y el mecanismo para dar respuesta a «dudas, controversias y aclaratorias» que pudieran surgir a raíz de la resolución. El resto de los artículos están dirigidos a presentar las especificidades del nivel de educación media y algunas pautas para algunas de las modalidades.

Sin embargo, los lineamientos asociados a la transformación curricular que son aplicables a toda la educación básica no están contenidos sólo en la resolución 143, sino también en los documentos con las orientaciones emanados del MPPE, publicados en su página y enviados por correo, al inicio del año escolar, a las escuelas.

Hasta esta fecha, los documentos publicados en el portal del MPPE, en su sección sobre la «transformación curricular«, siguen siendo los mismos que se encontraban el 12 de enero, cuando se incorporó el titulado «Orientaciones Generales para el Trabajo por Unidades de Aprendizaje» (**)

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En los primeros artículos de la resolución 143 y en los documentos publicados en esa página, se encuentran las directrices y lineamientos asociados a la transformación curricular para toda la Educación Básica.

Notas sobre los lineamientos de transformación curricular para toda la Educación Básica

Como antecedente de esta extensión, es importante recordar que el Viceministro el 5 de agosto del 2016, dijo que había “que impulsar el proceso de transformación curricular el próximo año escolar en todos los niveles del sistema educativo venezolano” Sin embargo, no fue sino hasta el 23 de septiembre que en la web del ministerio se publicó un par de documentos en los que se decía a qué se refería esa afirmación. A continuación pueden ver las capturas de pantalla con las portadas de ambos documentos y de sus propiedades, en las que se registra su fecha de creación:

En ambos documentos, se establece lo que, al respecto y en términos generales, se recogerá en la resolución 143, aunque el segundo tiene un contenido más amplio, en su mayoría tomado de los documentos previos de transformación curricular.

Uno de los aspectos fundamentales a considerar, dadas sus implicaciones para el proceso educativo, está expuesto en el primer párrafo de la introducción de las «orientaciones pedagógicas» para el año escolar 2016-2017:

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Como se aprecia al final del párrafo, el MPPE insiste en enmarcar las políticas educativas en la «Ley del Plan de la Patria 2013-2019«, que es uno de los aspectos que ha generado mayor polémica tanto en las comunidades educativas, como en los gremios y en la ciudadanía en general, debido a que, a pesar de haber sido «promulgado» como Ley por la Asamblea Nacional, constituye un documento que viola aspectos constitucionales importantes, al imponer, como plan de desarrollo, uno con un corte ideológico determinado contrario al pluralismo político contenido en el artículo 2 de la Constitución y a una educación respetuosa de todas las corrientes de pensamiento, establecida en el artículo 102; en el que se plantean modificaciones sustanciales en la concepción de ciudadanía y en la dinámica de relaciones entre los habitantes de Venezuela, y entre éstos y el resto del mundo, basadas en la construcción de una lógica «cívico-militar» y la promoción del uso del concepto de «guerra popular prolongada» -contraria al propósito de «la construcción de una sociedad justa y amante de la paz» que se establece en el artículo 3 de la Constitución-; entre otras.

El sostener al «Plan de la Patria 2013-2019» como referente de las políticas educativas en Venezuela, implica una violación a lo establecido en la Constitución contenida en las orientaciones pedagógicas enviadas por el MPPE a las escuelas y por tanto, sostenida en las directrices que, con relación a la extensión de la «transformación curricular» a todos los niveles y modalidades de la educación básica, se hizo por parte del ente rector.

Para que todos conozcan un poco más los aspectos generales de estos lineamientos, más allá de lo mencionado en los párrafos precedentes, a continuación incluimos las primeras láminas de las orientaciones para la discusión en todos los niveles y modalidades, que recogen algunas de dichos lineamientos:

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Como era de esperarse, por concordancia entre instrumentos normativos, en la resolución 143, en las directrices comunes se establece, según el artículo 1, que los educadores deben “coordinar, planificar y organizar un proceso abierto de reflexión, discusión y debate» que permita la incorporación de la comunidad educativa en pleno, a la «sistematización y revisión permanente de la práctica educativa«.

Esa directriz está acompañada de la incorporación de «referentes éticos y procesos indispensables» para orientar toda la dinámica de las escuelas. De esta manera, los referentes éticos se constituyen en criterios para la organización y funcionamiento del plantel y para la realización y evaluación del trabajo diario, así como para el diseño microcurricular y de las actividades de enseñanza.

Directrices como éstas, y como las que plantean mantener el «plan de la patria» como referente, el desarrollo de una dinámica permanente de debate en los planteles, en torno a todo lo que en él sucede; el enfoque integral del aprendizaje y la enseñanza; el aprendizaje desde la práctica, o formar produciendo, que es una forma de enunciar el viejo principio del aprender haciendo; o la comprensión de que todo lo que sucede en los planteles es formativo, que es un viejo principio que tiende a enunciarse en Venezuela con la frase “currículo es todo”; -sin emitir valoración alguna sobre su significado, estrategia de instrumentación e impactos en la calidad del proceso educativo y del funcionamiento de las escuelas- se mantienen como parte de las ideas en las que se sustentarán las actividades y dinámicas en los planteles de toda la educación básica, de acuerdo a las orientaciones curriculares emanadas del MPPE y enviadas a las escuelas al inicio del año escolar 2016-2017. Esto, obviamente trasciende lo establecido en el artículo 8 de la resolución 143.

De acuerdo a la decisión anunciada por el MPPE y lo sucedido hasta el momento, se requiere:

1.- Que el MPPE formalice la suspensión del artículo 8 de la resolución 143 en una norma publicada en Gaceta Oficial.

2.- Que la suspensión de la aplicación de la organización en áreas y la asignación de «dinámicas» de trabajo y horas por estudiante, se haga también con relación a la resolución 142 que norma la transformación curricular en la modalidad de jóvenes y adultos.

3.- Sin embargo, el MPPE debería ampliar la suspensión al resto de las directrices de la reforma e incluirlas en el proceso de revisión que deberá realizar en torno a lo contenido en el artículo 8 de la resolución 143.

4.- Que ese despacho presente también, ante el país y especialmente a los planteles en los que se desarrolló la experiencia piloto durante el año escolar 2015-2016, así como su extensión durante el presente año escolar 2016-2017, el procedimiento para regularizar el proceso educativo, retomando la dinámica, los programas de estudio y las directrices vigentes, además de las soluciones concretas a los problemas administrativos que se derivaron de los cambios de dedicación de los docentes, y de la agrupación de materias en áreas.

En este caso, el MPPE debe explicar a los liceos piloto, incluyendo a los de la modalidad de jóvenes y adultos: a) cómo hacer para garantizar que los estudiantes puedan continuar sus estudios retomando la organización de los contenidos, de acuerdo al plan de estudios vigente, y garantizar, tanto una formación de calidad, como la obtención del título de bachiller correspondiente, en el tiempo estipulado (esto es especialmente relevante para la educación de jóvenes y adultos); b) cómo se harán las equivalencias de lo cursado durante el año escolar 2015-2016; y c) cómo se recuperará el desbalance en el proceso de formación ocasionado por el fracaso en la aplicación del modelo durante el tiempo que corresponda a cada caso.

5.- Además, que el MPPE presente formalmente los resultados del proceso piloto desarrollado durante el año escolar 2015-2016 y explique al país, las razones por las que el mismo no pudo ser instrumentado sino en 68 de los 127 planteles, tal como se había anunciado en la presentación previa.

6.- Dado lo sucedido, el MPPE debe organizar y convocar formalmente a una consulta efectiva y con la metodología y dinámica que permita la real participación del país en la definición de la política de formación en la Educación Básica.

Finalmente, invitamos a las comunidades educativas, a los gremios del sector y a toda la ciudadanía a que, acogiéndose a lo establecido en el artículo 20 de la resolución 143, escriba al MPPE solicitando información sobre esta decisión y sus consecuencias, así como, sobre las dudas que tenga con relación a las directrices establecidas en las resoluciones 142 y 143, que aún siguen vigentes y también sobre las contenidas en los textos emanados de ese despacho y que rigen lo que sucede en las escuelas en términos de la transformación curricular, más allá de dichas resoluciones.

 

 

(*) En la web del MPPE puedes ver la noticia completa: La Transformación Curricular concentrará sus esfuerzos en la Micro Misión Simón Rodríguez

(**) Este documento, es una edición parcial del primer segundo documento emanado del MPPE para la Transformación Curricular, en septiembre del 2015. En él se incluyen los ejemplos de las Unidades de Aprendizaje que, para cada área, se presentaron en ese momento.

 

Calendario Escolar 2016-2017, una mala copia

Después del anuncio hecho por el ministro el lunes 5 de septiembre, a primera hora a través de su cuenta de twitter y el revuelo causado por el atraso injustificado en el inicio del año escolar, el martes 6 de septiembre amaneció publicado en la página del MPPE, el calendario para el próximo año 2016-2017. La publicación incluyó el cambio del banner, la incorporación de una portada y la creación de una página con 3 enlaces para bajar el calendario y dos gráficas con los detalles del mismo, para los meses de septiembre y octubre.

Ahora, cuando visitamos la página del MPPE, vemos esta portada. Desde ella podemos dirigirnos a la sección en la que se encuentra el calendario, podemos esperar que se cierre automáticamente o cerrarla directamente, si nos interesa ver otra información.

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También podemos llegar al calendario, como el año pasado, utilizando el banner. En ambos casos la web nos conduce a la página con los tres enlaces para bajar el calendario escolar 2016-2017 y los dos gráficos mencionados, en los que el dato más importante, es que están resaltados los días de inicio de actividades en ambos meses. Ver capturas de pantalla a continuación:

Como supusimos en nuestra publicación anterior, el lunes, el calendario se encontraba en elaboración. Su edición fue terminada el lunes en la noche, tal como se aprecia en las propiedades del documento, permitiendo que estuviera disponible al público en la mañana del martes 6 de septiembre.

propiedadescalendario

En medio del desconcierto que había dejado el atraso de una semana en el inicio del año escolar, la buena noticia era que, a diferencia de los últimos años, el MPPE publicó el calendario antes del inicio de clases. No obstante, es importante considerar que lo ideal es que la propuesta de calendario llegue a las escuelas, a más tardar, el último mes del año escolar anterior, es decir, en julio, para que docentes y directivos puedan tomar previsiones en la planificación del año escolar siguiente.

Dado que ya tenemos calendario, es fundamental que el ministerio explique al país la razón para decretar el inicio del año escolar el 26 de septiembre, en lugar del 16 como dice la norma, porque hasta ahora, no lo ha explicado y lo único que podemos deducir del calendario publicado es que se ratifica nuestra hipótesis de distribución de días y que el calendario oficial, en efecto, no cumple con los 200 días de actividades escolares establecidas en la LOE. (Para más detalles, ver nuestra publicación anterior 200 – 193 = 7 días menos de actividades escolares).

Entre actividades y batallas

El formato utilizado por el MPPE, para presentar el calendario, es el mismo empleado en los años anteriores. En esta oportunidad no se elaboraron calendarios separados por nivel, sino que se integró toda la información en uno solo.

Este formato se caracteriza por combinar las efemérides que el MPPE ha considerado como importantes para incorporarlas en las actividades educativas, con la programación común del sistema que incluye, actividades administrativas, de gestión escolar y pedagógicas, más algunas conmemoraciones consideradas especiales por el ente rector. De lo encontrado en el calendario de este año, queremos resaltar lo siguiente:

  1. Entre las actividades administrativas incluidas están las relativas al inicio y culminación del año escolar, con las interrupciones correspondientes a las vacaciones y asuetos tradicionales. Sin embargo, para la modalidad de educación de jóvenes y adultos, el ministerio tuvo el acierto de añadir a la fecha de inicio del año escolar, las correspondientes a los lapsos en los que se deberán desarrollar las actividades de consolidación de los aprendizajes (que incluye evaluación) y el inicio del segundo período de actividades. Este tipo de precisiones no aparecen señaladas para el resto de la educación básica.
  2. Se encuentra especificado, como en oportunidades anteriores, el cronograma general para la realización de los denominados Congresos Pedagógicos, señalando que los correspondientes a los circuitos escolares (nueva figura en la organización territorial del sistema educativo) se realizarán el primero de diciembre, los municipales el 14 de marzo; los estadales el 27 de abril; y el Congreso Pedagógico Nacional entre el 19 y 21 de julio, lo que permite inferir que antes del 19 de julio, todas las actividades pedagógicas, comenzando por las clases habrán terminado y quedarán sólo por realizar, para el final de año, algunas actividades de sistematización de evaluaciones y entrega de resultados.
  3. Como parte de las actividades de gestión escolar, en esta oportunidad se establece con precisión un lapso para la realización de las asambleas en las que se constituirán los Consejos Educativos (del 18 al 21 de octubre) y un día (9 de enero) para culminar el registro de los Consejos Educativos electos, en el Sistema de Gestión Escolar del ministerio.
  4. Los acuerdos de convivencia que constituyen las reglas del juego que rigen la vida de las escuelas y que son elaborados por las comunidades, en esta oportunidad tienen establecido también un cronograma preciso para iniciarse y para sistematizar los acuerdos. En las pautas integradas al calendario, se hace mención a la sistematización de los acuerdos y a la «sistematización de la construcción colectiva» de los acuerdos, de lo que se desprende que no sólo se espera que cada escuela produzca un documento con las normas de convivencia acordadas, sino que produzca un documento con la sistematización de lo sucedido en el proceso. Eso, que es lo que interpretamos de la redacción de las pautas establecidas en el calendario, puede resultar una inversión de tiempo innecesaria.
  5. Otro instrumento de gestión escolar cuyo cronograma de construcción está incluido en el calendario, es el Plan Integrado de Seguridad Escolar que, dado el alarmante incremento de los robos a las escuelas en el último año, se estima como importante y necesario, aunque este instrumento no incluye sólo los problemas asociados con la inseguridad. Ese plan comienza a elaborarse el primero de noviembre y debería estar en ejecución al regreso de las vacaciones de navidad, los primeros días de clase, en enero.
  6. En este calendario se incluyen 3 «Jornadas Voluntarias de Mantenimiento Escolar», dos de ellas con una duración de 18 días y una con 19, en los meses de octubre, marzo y junio. Aunque no nos sorprendió que el MPPE organice jornadas de trabajo voluntario en las escuelas, creemos que instrumentar un programa de mantenimiento de infraestructura escolar, con un esquema basado en el trabajo voluntario, implica la transferencia del costo del mantenimiento a las comunidades, porque, aunque las familias no estén pagando directamente, por ese servicio en las escuelas, están invirtiendo horas de trabajo que se pueden contabilizar como aporte al financiamiento del sistema. El esquema que se genera con arreglos de ese tipo, esconden la transferencia de costos, en un sistema que dice garantizar la gratuidad de la educación en las escuelas oficiales.
  7. Con respecto a las efemérides es importante resaltar que:
    • Se conserva la visión de construcción de identidad nacional basada más en esquemas que resaltan los valores de la confrontación, que los valores de convivencia. Esto se aprecia en la cantidad de efemérides correspondientes a «batallas», que en algunos casos incluyen «escenificación» y «escenificación pedagógica». Es importante mencionar que este tipo de actividades pertenecen a un programa denominado «Programa de Cultura Bolivariana» cuyos materiales están todos referidos a la escenificación de eventos de guerra. También es relevante el que, a pesar de que se eliminaron algunas batallas que estaban incluidas en el calendario el año escolar pasado y que se mantuvieron algunas efemérides que permiten trabajar mejor los valores asociados a la paz y a la convivencia, se eliminaron otras como el Día Internacional de la Democracia, el Día Mundial de la Tolerancia, el Día Internacional del Refugiado y el Día Internacional de Nelson Mandela, contribuyendo con el desbalance hacia la construcción de una cultura de guerra.
    • Otro aspecto que hay que resaltar con respecto a las efemérides, es el empeño del MPPE en incorporar algunas fechas que están asociadas a su proyecto partidista y que responden a una lectura específica de la historia contemporánea. Es así como se mantienen fechas como el natalicio y fallecimiento del ex-presidente Hugo Chavez -utilizando la denominación de «Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana»; la denominación del «Caracazo» como «Rebelión Popular», del 13 de abril de 2002, como el «Día de la Dignidad» y del intento de golpe de estado del 4 de febrero de 1992, como «Día de la Dignidad Cívico Militar». Este empeño del ministerio en utilizar a la educación obligatoria para construir significados colectivos, basados en las ideas de un proyecto partidista, viola el artículo 102 de la Constitución y las normas asociadas al derecho a la educación, que se basan en el pluralismo y el respeto a todas las corrientes de pensamiento.
    • Finalmente, no podemos dejar de señalar que el esfuerzo del minisrerio por publicar el calendario a inicios de septiembre, tuvo que haberse programado con más anticipación y cuidado para evitar una serie de errores que encontramos en las efemérides incluidas. Están erradas las fechas del natalicio de Cipriano Castro, Mario Briceño Iragorry, Luis Mariano Rivera y Jacinto Lara -en este caso no coincide ni el año-; también están erradas las fechas de la «Conmemoración de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y de la Niña», la del «Entierro de la Hamaca» y la del «Día Mundial del Hábitat» -en la incorporación de ésta última, quién hizo el trabajo olvidó el detalle de que la fecha corresponde a la del primer lunes de octubre.

Del apuro, solo queda… una mala copia

Tratando de entender estos errores, pero también contrastando las efemérides con las de los calendarios de años escolares anteriores, encontramos que los errores no son exclusivos de esta edición, que parte de ellos estaban en la edición del calendario del año escolar 2014-2015 y por las exclusiones de algunas efemérides que estaban en el calendario del año pasado, pero que no aparecen ni en el del 2014-2015, ni en el de este nuevo año escolar, suponemos que quién construyó el calendario vigente, utilizó como base el calendario del año 2014-2015, conservando algunas fechas sin revisarlas, como es el caso del «Día Mundial del Hábitat» o el del Natalicio de Jacinto Lara. (En el caso de Jacinto Lara, la situación es peor porque a fecha y el año que se puso en el calendario del año pasado, tampoco correspondían a la de su nacimiento).

Sin embargo, el que consideramos el error más impactante, el que habla de la premura y falta de cuidado con la que se elaboró el calendario, es el de las fechas relacionadas con el carnaval. En el año escolar 2014-2015, el lunes y martes de carnaval se celebraban el 16 y 17 de febrero, por lo que el viernes 13, el MPPE programó una jornada de de desfiles, denominada «Desfiles parroquiales, municipales y estadales de las fiestas de carnaval» para abrir esta celebración. Adicionalmente, agregó en el calendario, a modo de cierre, y como indica la tradición, el «Entierro de la Hamaca» el martes 17. El año escolar 2016-2017, el asueto de carnaval corresponde a los días 27 y 28 de febrero y así está especificado en el calendario del ministerio, sin embargo, la jornada de «Desfiles circuitales (en lugar de parroquiales), municipales y estadales de las fiestas de carnaval», está programada para el lunes 13 y el «Entierro de la Hamaca» para el viernes 17, conservando las fechas del calendario de hace dos años, que no tienen relación con las fechas del asueto de carnaval de este año escolar que se inicia.

Es inaceptable que sea, precisamente, el ente rector del sistema educativo, el que publique un material con tantos errores.

Esta cantidad de errores, debería obligar al ministerio a re-elaborar el calendario, proceso que podría aprovechar para enriquecer las efemérides incluidas y para eliminar aquellas que, correspondiendo a un proyecto partidista específico, violan lo establecido en la Constitución. El ministerio debería aprovechar también esta experiencia, para revisar sus procesos de producción de materiales y establecer estándares y mejoras que garanticen que los mismos contribuyan, de forma efectiva, a la realización del derecho a la educación de calidad para todos.

¿Seguimos a medias en Educación Media?

Si hay algún nivel educativo, en el que el Estado venezolano está en deuda con ciudadanos y estudiantes, es Educación Media. De hecho, tenemos décadas que el currículo no cumple con dos de las dimensiones del derecho a la educación, aceptabilidad y adaptabilidad. Aceptabilidad porque los aprendizajes que se ofrecen en ese nivel no son relevantes, ni de calidad y adaptabilidad, porque tampoco responden a las necesidades cambiantes de la sociedad.(*)

Y no podría ser de otra manera porque, la base curricular sobre la que está sustentada la formación en ese nivel, data de 1969. Desde ese momento, hasta la fecha, se han hecho algunos retoques menores, como los del ensayo de media de 1991, o los programas de transición para primero, segundo y tercer año, cuando se hizo la reforma de la educación básica hace más de 25 años; o agregados cuestionables, por falta de una evaluación que los justificara, como cuando se convirtió en obligatoria instrucción premilitar, en 1999. Pero también se engavetó, con el cambio de gobierno ese año, una propuesta de reforma que el Ministerio de Educación había elaborado a finales de los 90’s para dar continuidad a la reforma de educación básica.

El Liceo Bolivariano

A esa lista de intentos a medias, le siguió una serie de intentos fallidos. El primero de ellos fue la creación del Liceo Bolivariano en el 2004, impulsado por Aristóbulo Isturiz quién era el ministro en ese momento. Con ese modelo se pretendía, entre otras, que todos los liceos fueran de tiempo completo, ampliar la cobertura de la educación media, instaurar el trabajo por proyectos como estrategia pedagógica central y cambiar la estructura curricular integrando asignaturas y contenidos en áreas. Como proyecto se iniciaría en 24 liceos pilotos, uno por estado, acompañados por 236 que seguirían la experiencia en esos 24 y posteriormente se incorporarían a la reforma, de manera progresiva.

El Liceo Bolivariano nunca llegó a instrumentarse tal como se había propuesto, debido a que, en su diseño se establecían líneas generales para organizar los conocimientos y para la evaluación, más las características de los programas complementarios, -como el de alimentación y los de tecnología-, pero no se desarrollaron los programas de estudio -cuyo diseño correspondía al equipo docente de cada plantel-, ni se modificaron las condiciones de contratación de los docentes para garantizar que éstos contaran con el tiempo necesario tanto para realizar el microdiseño curricular, como para desarrollar todas las actividades de planificación y evaluación que se derivan de la estrategia de aprendizaje por proyectos integrando disciplinas.

El Currículo Nacional Bolivariano

El segundo intento, fue el denominado «Currículo Nacional Bolivariano» que se trató de instumentar en el año 2007 cuando el ministro era Adán Chavez. Ese modelo formaba parte de un proyecto de reforma curricular de toda la educación básica. Para educación media planteaba unos ejes integradores, la organización de los aprendizajes por áreas, el trabajo por proyectos y tenía dos menciones, ciencias sociales y ciencias naturales. Así se veía la presentación gráfica de dos de las áreas curriculares de dicha propuesta:

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Su implantación estuvo organizada en cursos para que los docentes se familiarizaran con los nuevos programas. En el más largo de ellos, el denominado «curso de las 300 horas», se generó mucha polémica entre los docentes y los facilitadores del ministerio, debido a que los primeros cuestionaron la calidad del diseño y de los contenidos y finalmente, en una cadena nacional, el entonces presidente, decidió abortar el procedimiento y echó para atrás la reforma.

El Currículo Bolivariano, segundo intento

Entre 2011 y 2013, se mantuvo la intención de cambiar el currículo, esta vez de manos de Mariann Hanson como ministro. El documento central de esta reforma fue el denominado «Líneas curriculares» y, como en el intento del 2007, abarcaba toda la educación básica. En él se retomaban algunos de los elementos de la anterior propuesta y entre sus páginas se afirmaba, entre otras cosas, que los contenidos  debían «construirse desde una perspectiva inter y transdisciplinaria».

De acuerdo a los anuncios hechos en la página del ministerio y a las declaraciones de sus funcionarios, la reforma estaría precedida de una amplia consulta, sin embargo, los documentos sobre los que se basaba la misma, no presentaban los detalles del diseño, por lo que el procedimiento se dificultaba y hubo reiteradas solicitudes públicas de información al ministerio, por parte de diversas organizaciones y gremios del sector. Las menciones sobre dicha reforma, terminaron cuando se hizo efectivo el cambio de ministro.

La propuesta de «adecuación curricular»

Entre la reforma propuesta por Mariann Hanson y la propuesta de reforma actual, se desarrolló la Consulta Nacional Educativa. La Consulta estaba dirigida a la discusión general de la política educativa y, como es evidente, parte de los temas de los encuentros se relacionaron con la formación y los programas de estudio. A pesar de sostenemos las críticas que tuvimos en su momento sobre la forma en que se desarrolló el proceso y la participación efectiva de todos los sectores vinculados con la educación básica (**), entendemos que de la información recolectada durante el mismo, el ministerio tomó ideas y propuestas para iniciar el trabajo de reforma de la educación media, muchas de las cuales, por cierto, coinciden con las que sustentaban los intentos fallidos previos. Con ellas elaboró un primer papel de trabajo, titulado: «Adecuación Curricular en el Nivel de Educación Media General: Propuesta de Trabajo» que fue presentado a los planteles en marzo del año pasado, es decir, a finales del año escolar 2014-2015.

Como dijimos en su momento, el documento de unas 8 páginas en total, era bastante deficiente y contenía una presentación general de la propuesta, que incluía siete «ejes de aprendizajes» y el pase de los liceos a turno completo, «de 7:00 am a 5:25 pm para garantizar una educación flexible e integral»; así como unas directrices para el proceso de consulta que incluían la dinámica a emplear y unas preguntas generadoras.

De acuerdo a la dinámica planteada, la consulta incluiría mesas de trabajo en cada liceo durante marzo y abril de 2015,  en las que participarían «Docentes, Estudiantes, Personal Administrativo y Obrero, Padres, Madres, Representantes». El material producido en cada mesa sería sistematizado por un equipo de trabajo de la propia escuela y sería entregado al equipo que, en cada Estado, se constituiría para este proceso.

Una segunda instancia de trabajo se daría por Estado, entre abril y mayo de 2015. Esta contaría con la participación de «especialistas de las universidades» y para el junio, se esperaba tener un documento nacional que se iba a considerar como un primer avance de la propuesta, para que, en julio se comenzara a trabajar lo que el documento denominó «aproximado al plan de estudio».

Las preguntas generadoras incluidas en el documento, fueron:

«1. ¿Cuáles serían los propósitos de cada eje, qué se quiere lograr en los y las estudiantes en cada uno de estos ejes?
2. A partir de la formación recibida en el pregrado universitario, estudios de postgrado y la experiencia con estudiantes en la institución educativa donde laboran, ¿Cuáles temáticas y contenidos seleccionarías como básicos para los fines y propósitos del eje de aprendizaje, que permitan un aprendizaje significativo en la vida, en la resolución de problemas y situaciones de nuestra vida contemporánea y cotidiana, por ejemplo en su preocupación por el y la prójimos, conciencia ambiental, responsabilidad con respecto a su sexualidad, economía, soberanía, entre otras? Sugerencia: apoyarse con los proyectos de aprendizaje y estrategias que realizan, con los temas que se abordan con la Canaima educativa y los textos de la colección Bicentenario. CUÁLES SERÍAN LOS CONTENIDOS NECESARIOS PARA LA VIDA Y CUÁLES PARA SEGUIR APRENDIENDO.
3. ¿Cuáles contenidos, por su dificultad con respecto al período de vida de la adolescencia y juventud, cambiarían de un año para otro?
4. ¿Qué procesos (sociocognitivos, afectivos, axiológicos, prácticos) se pueden potenciar con los temas y contenidos básicos seleccionados?
5. ¿Qué sugerencias propones para que la evaluación de los ejes de aprendizaje responda a estas adecuaciones y al artículo 44 de la LOE, en relación al logro de los fines de la educación?
6. ¿Cuáles son las propuestas pedagógicas y didácticas sugeridas para la enseñanza y el aprendizaje de estos contenidos en las áreas de aprendizaje planteadas?»

En abril de 2015, voceros del ministerio anunciaban que el diseño se aplicaría en un conjunto de 400 escuelas públicas ubicadas en varios estados, para poder evaluar los resultados de su aplicación, tomando en consideración las peculiaridades regionales. En aquel momento, una de las preocupaciones expresadas por gremios y directivos de planteles, fue la extensión de la jornada a tiempo completo, debido a que el país no contaba -y aún no cuenta- con escuelas suficientes para atender a los estudiantes del nivel a tiempo completo, y porque muchas de las existentes se encontraban deterioradas, con insuficiente o mala dotación, en especial en los laboratorios.

Ante esa preocupación manifiesta, el ministerio respondió que esa situación, incluyendo la dotación de los laboratorios de física, química y biología sería resuelta a través de la ejecución del convenio con China. Al respecto, es importante señalar que, en nuestra acostumbrada revisión de la Memoria y Cuenta de la gestión del 2015 del MPPE, no encontramos referencias a la ejecución del convenio con China, por lo que esperamos que el ministerio, presente al inicio del próximo año escolar, un informe detallado de la ejecución del convenio con China que contenga un listado con las escuelas construidas y remodeladas, así como de las que recibieron dotación en los laboratorios de física, química y biología, con los montos y el detalle de la inversión realizada en cada escuela, especificando los proveedores y contratistas asociados.

De «adecuación» a «cambio curricular»

Otra de las cosas que fue cuestionada de la propuesta presentada en marzo del 2015 por el ministerio, fue la denominación de «adecuación», para una propuesta que realmente perseguía una reforma del nivel. Esta crítica, al parecer, dio algunos frutos, porque en la siguiente aparición de la propuesta, ya era denominada «Proceso de Cambio Curricular en Educación Media».

Fue con esa denominación y con un documento, elaborado a finales de agosto y fechado en septiembre de 2015 que comenzaron a difundirse los avances del ministerio en este proceso. El documento, una presentación en «power point» arrancaba con una propuesta de resolución, con 12 artículos, que indicaba que:

  • Producto de una primera consulta con «docentes de educación media y otros sectores interesados» se habían definido «los elementos fundamentales de una propuesta de cambio curricular para la educación media»
  • Se crearía una «Comisión Especial para el perfeccionamiento del diseño propuesto y el seguimiento a los centros educativos que lo implementarán durante el año escolar 2015-2016»
  • La propuesta curricular se aplicaría en una lista de 127 planteles a partir del año escolar 2015-2016, y aunque decía que la resolución incluía la lista, en el documento no aparecía.
  • Se seguiría este «el plan de estudios».

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  • Se establecían las pautas de funcionamiento y la forma de acreditación de los aprendizajes en los grupos estables, la organización de las horas del área de ciencias naturales, los referentes éticos, la denominación del título a otorgar -una vez terminados los estudios-, y que la formación docente, así como el acompañamiento para el proceso de cambio estaría a cargo de las direcciones generales de Investigación y Formación Docente y de Supervisión del ministerio.
  •  El producto de la evaluación del desarrollo curricular, los resultados de la consulta, así como el diseño curricular que se aplicaría en todos los planteles de educación media general, se presentaría, por la «Comisión Especial» creada, a consideración del ministro, la primera semana del mayo del 2016.
  • Durante ese año escolar (2015-2016) se diseñarían «propuestas de diseño curricular para la educación media técnica y las modalidades de educación media rural, la educación media intercultural bilingüe y educación media especial, en consulta con las comunidades correspondientes».

Esa resolución, a pesar de que en documentos posteriores se trata como promulgada, no aparece en la Gaceta Oficial de los meses agosto y septiembre del 2015, ni se hace referencia alguna a ella, en la memoria y cuenta del MPPE de ese año.

Tres segundos documentos

Acompañando a esa presentación -de la que conocimos 2 versiones-, llegó a algunas escuelas, el documento denominado: «Proceso de Cambio Curricular en Educación Media. Documento general de sistematización de las propuestas pedagógicas y curriculares surgidas en el debate y discusión». De este documento, llegaron a nuestro buzón 3 versiones elaboradas en 3 fechas distintas, con diferente extensión, pero una presentación casi idéntica. En nuestro caso, llegaron por los caminos verdes, pero sabemos que a varias escuelas, no sabemos a cuantas, llegaron enviados por los supervisores correspondientes.

Dos de los documentos, los que entendemos son los más recientes, por las propiedades, comparten esta portada:

caratula

El que entendemos es el primero, no la tiene, pero su diagramación, diseño y presentacón, no parece dirigido a la reproducción en imprenta, como los dos siguientes. Pero, como dijimos, los tres tienen fechas de elaboración y extensiones diferentes, tal como se aprecia en sus propiedades:

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Las propiedades del «segundo documento», elaborado en octubre del año pasado -a pesar de que su presentación dice que era de septiembre-, reporta un total de 140 páginas, sin embargo, el documento tiene el doble, ya que fue diagramado a doble página. Así que de acuerdo a la extensión de cada uno, pasamos de 319 páginas en la primera versión del «segundo documento», a 278 y terminamos con 160 páginas en el «segundo documento» más reciente.

No obstante, la sección denominada «presentación» en los tres documentos es idénticas, letra a letra, tanto así que todos comienzan diciendo: «Este es el segundo documento elaborado para orientar el cambio curricular en la educación media venezolana». Entendemos de esta presentación que, a pesar de las fechas y extensiones y, a pesar de que el documento fechado en mayo de este año 2016, debería ser el producto de la evaluación de la aplicación de lo contenido en el primero en unos planteles piloto, se puede tratar de propuestas equivalentes, intercambiables, y sin variaciones de fondo. Lo que nos lleva a preguntarnos si el proceso de consulta y construcción de la propuesta, que como se anunciaba en la resolución, se desarrollaría durante el año escolar 2015-2016, así como la aplicación del modelo en los liceos, no tuvo como consecuencia ningún cambio en la propuesta de septiembre del año pasado, o si el tercer «segundo documento» que llegó a nuestras manos, no es el que recoge los cambios y mejoras sugeridos durante los procesos de consulta y aplicación del modelo en las escuelas seleccionadas, de acuerdo con las pautas metodológicas presentadas en la resolución que no encontramos en Gaceta.

Lo que sí encontramos y nos llamó la atención, fue una variación en el texto ubicado después de la portada y antes de la tabla de contenidos en los «segundos documentos» 2 y 3. Entre ellos, como se puede ver en las siguientes capturas de pantallas, hay diferencias en los tiempos verbales con los que se refieren al proceso, y en el más reciente, se elimina la referencia a la necesaria aprobación después de la consulta, quizá porque su elaboración fue a mediados del mes de mayo. Eso podría indicar que, a pesar de que las presentaciones sean idénticas, el tercer «segundo documento», pudiera haber incorporado los productos de los procesos desarrollados durante el año escolar 2015-2016, tal como lo decía el procedimiento.

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En todo caso, es imprescindible que el MPPE aclare al país, cuál es el documento actual, sea el definitivo o uno que esté en proceso de perfeccionamiento y mejora permanente, para que los actores del sistema educativo y la ciudadanía en general, que no conoce la propuesta de cambio curricular o que no ha podido participar en las jornadas celebradas hasta ahora por el ministerio, pueda conocer con detalle su contenido y opinar con propiedad al respecto.

También es importante que el MPPE publique el texto de la resolución a la que hacen referencia estos documentos y que contiene, probablemente, disposiciones generales muy parecidas a las que se incluyeron en la presentación de septiembre del 2015, a la que nos referimos anteriormente, y también el listado de los planteles en los que durante el año escolar pasado se aplicó el diseño

Sobre dicha aplicación, es importante resaltar que, el primer anuncio de un funcionario del ministerio en marzo del año pasado, indicaba que incluiría a 400 planteles; posteriormente, el texto de la resolución que no encontramos en Gaceta se refería a un listado de 127, pero de acuerdo a la información recogida en esta nota por el portal EfectoCocuyo, el Ministerio de Educación en una reunión realizada con la la Asociación Venezolana de Escuelas Católicas (Avec) y Fe y Alegría, informó que el mismo había sido aplicado durante el año escolar 2015-2016 en 68 planteles.

Pero más allá de aclarar cuántos planteles participaron, hayan sido 400, 127 o 68 los planteles en los que se aplicó el nuevo diseño curricular, el MPPE debe presentar al país y especialmente a los actores vinculados con el sistema educativo, los términos y resultados de dicha aplicación, así como los aprendizajes y mejoras obtenidos e incorporados al modelo, en consecuencia.

Pinceladas generales sobre el contenido del documento

Sin entrar en detalles sobre el contenido y calidad de la propuesta, cosa que haremos en una próxima publicación sobre el tema para no extender más esta publicación, queremos dejar esbozada la presentación de la propuesta con un par de pinceladas y unas preguntas de cierre.

En líneas gruesas, ésta es la estructura que plantea la propuesta de cambio curricular:

modelo

Estos son los referentes éticos, los temas indispensables y las áreas de formación propuestos:

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Como grandes pinceladas permiten apreciar que el nuevo diseño, no se restringe a unas modificaciones superficiales que se pueden aplicar de una sola vez de primero a quinto año, en toda la educación media, sino que, como reforma curricular que encierra, necesita una instrumentación progresiva comenzando por el primer año y sumando posteriormente, un año a la vez. Sin embargo, por los anuncios hechos por el MPPE hasta el momento, esa no parece ser la estrategia.

La aplicación del modelo, también requiere de los liceos, por una parte que actualicen y adecúen sus recursos para el aprendizaje, y por la otra que reorganicen la lógica con la que se trabajan los contenidos y se construyen conocimientos, trascendiendo los límites y las calidad de la Colección Bicentenario y los contenidos de las Canaimas que son, hasta ahora, los recursos más importantes con los que el MPPE ha tratado de incidir en lo que se aprende en la Educación Básica. De forma complementaria, requiere que se replantee el tiempo y las condiciones de trabajo y contratación de los docentes de educación media. Esto último se puede ver con mayor claridad en el siguiente extracto de la propuesta:

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Como se aprecia en el texto, la instrumentación de esta propuesta, implica que los docentes del nivel, cuenten la formación y con horas para el trabajo en equipos interdisciplinarios y para la planificación colectiva; además, que los docentes de primero a tercer año, cuenten con la formación que les permita desarrollar su trabajo haciendo la ejecución integral. Por lo que, recordando las experiencias previas, como la del fallido Liceo Bolivariano, adelantamos como preguntas al ministerio:

  1. ¿Cuál es la estrategia de aplicación del modelo y cómo se garantiza que los estudiantes que están actualmente en los últimos años de educación media, puedan culminar de forma exitosa sus estudios sin ser afectados negativamente por la instrumentación de la reforma?
  2. ¿Cuánto tiempo necesitan los liceos, de acuerdo a sus características y peculiaridades, para contar con las condiciones óptimas para que la aplicación del modelo sea realmente exitosa? ¿Cómo incorpora esa variable el MPPE en su programación?
  3. ¿Cuáles serán las directrices que orientarán el acompañamiento, monitoreo, evaluación y los ajustes del proceso en cada liceo, zona educativa y a nivel nacional? ¿Cómo se programa la formación de los supervisores para que logren realizar un acompañamiento efectivo del proceso desde cada Estado y Municipio? ¿Con qué recursos cuentan y cuál es la inversión que está planteada para ello?
  4. ¿Cuáles son los planes específicos de formación de los docentes que permitirán aplicar el nuevo diseño de forma exitosa? ¿En cuanto tiempo y con cuál inversión se llevarán a cabo para garantizar que los docentes tengan la formación adecuada para las exigencias del modelo?
  5. ¿Qué modificaciones administrativas, en términos de contratación de los docentes y de funcionamiento de los liceos se han programado, para garantizar que en esta oportunidad el modelo no fracase, por falta de condiciones para instrumentarlo? ¿Cuánto le costarán al país los cambios previstos? ¿De dónde se obtendrán los recursos, cómo se hará la inversión, y en cuánto tiempo?
  6. ¿Qué inversión se plantea hacer para ampliar y mejorar la calidad de los recursos con los que cuentan las escuelas para la aplicación de este modelo? ¿Cuánto se invertirá en conexión y acceso a Internet? ¿Cuánto se invertirá en modernizar y dotar los laboratorios? ¿Cuánto se invertirá en la ampliación y construcción de nuevos liceos para garantizar la extensión de la jornada a jornada completa? ¿Cómo se estima resolver el déficit de escuelas que ofrezcan este nivel educativo, en las zonas del país a las que la educación media no llega? ¿De dónde se obtendrán los recursos, cómo se hará la inversión, y en cuánto tiempo?
El MPPE, como garante del derecho a una educación de calidad para todos, debe saber que si no se utiliza la estrategia adecuada, se hacen los cambios administrativos y las inversiones necesarias para garantizar que la aplicación de ésta u otra propuesta de cambio curricular sea exitosa, como país, seguiremos condenando a nuestros estudiantes y ciudadanos a tener una educación media a medias.

Nota de cierre

El 14 de junio, el presidente de la República en cadena nacional, anunció que había aprobado el nuevo currículo de educación media. Sin embargo, ese anuncio no fue formalizado con ningún instrumento normativo que se conozca o que haya sido publicado en Gaceta Oficial, por lo que se desconoce qué fue exactamente lo que el presidente dijo que aprobó y las consecuencias efectivas para el funcionamiento de este nivel educativo. En imprescindible que, además de las solicitudes de información y aclaratorias que hemos incluido en este texto, el ministerio aclare al país qué fue lo aprobado y presente el instrumento normativo que se promulgó para recogerlo.

 

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(*) Gráfico «Dimensiones del Derecho a la Educación» tomado de Ramos, O.; Más allá de la escuela… la sociedad educadora en Ugalde, L (Coordinador); Educación para Transformar el País. Foro Cerpe. Caracas, 2012.

conceptualización

(**) En este enlace puedes conocer lo publicado por el Observatorio en este blog durante el proceso de consulta.